Hiere a la sensibilidad de los mexicanos que un obispo juzgue a cualquier persona, ``aunque sea CSG'', señala Ramón Godínez
La ``sensibilidad'' de los mexicanos no acepta que los religiosos hagan pronunciamientos directos o duros sobre política, a diferencia de otras sociedades, por lo que los jerarcas de la Iglesia católica ``tienen que recapacitar y tratar de ser más respetuosos y comprensivos'', advierte el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Ramón Godínez Flores.
En opinión del prelado, esta sensibilidad es positiva, pero tiene sus inconvenientes. ``Muestra sus luces en que hay un anhelo porque los religiosos siempre sean misericordiosos, y sus sombras en que se pueden malinterpretar sus palabras''.
De 60 años y 30 de ellos en el sacerdocio, Godínez Flores señala que la población mexicana no juzga igual a los obispos y a los sacerdotes como lo hace con otros sectores.``De modo que si a un maestro lo escucho diciendo Salinas es responsable de esto no me admiro, pero si lo oigo de mi párroco o lo oigo de mi obispo ya estoy diciendo que mi obispo no debe condenar a nadie aunque sea Salinas''.
Sin embargo, admite el religioso, el obispo falla cuando sus expresiones de condena no las acompaña de arrepentimiento o cuando se olvida de las cualidades que aprecian los mexicanos en el sacerdote: el trato acogedor, respetuoso y prudente.
A quienes proponen dar marcha atrás a las reformas del artículo 130 constitucional motivados por las manifestaciones de descontento que ha expresado la Iglesia católica, Godínez Flores responde que no tiene sentido porque ``la letra puede cambiar, pero la vida no se puede cambiar por la letra de la ley''.
Además, dice que negar el derecho a la libertad religiosa va en contra de uno de los derechos fundamentales de las personas pues este, incluso, es reconocido hasta en los países más autoritarios.
El prelado católico rechaza que en los últimos años la Iglesia católica haya subido de tono sus críticas y considera que las recientes polémicas suscitadas en torno a la institución se deben, sobre todo, a que ``no hemos sabido transmitir bien nuestro mensaje a través de los medios de comunicación''.
Por ser reciente, agrega Godínez Flores, la relación de la Iglesia católica con los medios de información no ha sido fácil, ya que por un lado, los religiosos no han logrado transmitir su mensaje y, por otro, los comunicadores en muchas ocasiones se guían por el afán de lucro y la noticia sensacionalista.
El también obispo auxiliar de Guadalajara también niega que los ministros de culto religioso hagan proselitismo a favor o en contra de algún partido y explica que si en momentos los obispos se refieren a una persona no es porque sea de un grupo político o de otro, sino porque creen que deben llamarle la atención a esa persona.
Sobre la percepción que tiene la sociedad mexicana de que los religiosos se deben expresar con cordura y respeto acerca de cualquier tema, el prelado advierte que es una virtud que podría ser conservada a través de la mesura de los jerarcas católicos.
Frente a los estadunidenses y los españoles, indica el obispo auxiliar de Guadalajara, los mexicanos tienen la cualidad de ver a los sacerdotes como ejemplos de humildad, aspecto que los ministros del culto religioso ``no deben perder con pronunciamientos excesivos''.
(Claudia Herrera Beltrán)