La Jornada 27 de agosto de 1996

Cambió de opinión porque son para el Ejército, no para la policía Promueve AI entre congresistas una carta para detener el envío Rechaza Dodd planes de Dole de militarizar la frontera sur Rumor de abandono de delegados hispánicos al abrir la convención Creciente preocupación por la pérdida de votos de minorías

Jim Cason y David Brooks, enviados, Chicago, 26 de agosto Enfrentando protestas de demócratas prominentes, así como rumores de que algunos delegados latinos podrían abandonar la convención en señal de protesta, varios líderes del partido, incluidos el secretario de Vivienda, Henry Cisneros, y la primera dama, Hillary Rodham, resaltaron hoy que el presidente Bill Clinton utilizará sus poderes ejecutivos para proteger a los inmigrantes, así como a otros sectores injustamente afectados por la promulgación de la ley de reforma del welfare , firmada por el gobernante demócrata la semana pasada.

``El presidente está ahora en reuniones con varios grupos, trabajando para cambiar estos aspectos de la ley'', afirmó Cisneros esta tarde ante reporteros, aquí. ``Clinton está buscando la forma de hacer estos cambios mediante órdenes ejecutivas y legislaciones. El presidente entiende que varios aspectos de esta ley son problemáticos''.

Cisneros señaló en particular las previsiones que niegan beneficios a inmigrantes legales en este país.

Hillary Rodham Clinton también se centró en este asunto y declaró, en entrevista con CNN, que ``si alguien esta aquí legalmente, el presidente cree, y yo creo, que los beneficios no les deberían ser negados''.

Poco antes, varios delegados latinos, incluida la dirigente de United Farm Workers y viuda de César Chávez, Dolores Huerta, plantearon la posibilidad de abandonar la Convención Nacional Demócrata en protesta por las medidas antiinmigrante previstas en la reforma del sistema de bienestar social y otras leyes recientes.

Pese a que Huerta se presentó más tarde en una reunión de la fracción de delegados latinos, donde expresó apoyo a Clinton, las tensiones son evidentes. ``Hay gran insatisfacción entre los delegados (sobre estos asuntos)'', comentó el diputado federal Xavier Becerra en entrevista con La Jornada.

Sin embargo, Becerra y el coordinador de Relaciones Hispanas del Partido Demócrata, Andy Hernández, insistieron en que los delegados latinos no abandonarían la convención. ``La opinión entre delegados latinos es que nuestra prioridad de primer orden es la derrota de los republicanos en noviembre, y que la siguiente prioridad será abordada con los cambios necesarios, reconocidos por Clinton, que se tendrán que hacer con la ley de reforma del welfare'', comentó Hernández a La Jornada.

Esta semana, consultas con Panetta

El diputado Becerra añadió que aun antes del día de las elecciones, algunos líderes latinos se reunirán esta semana con el jefe del gabinete, Leon Panetta, para discutir en detalle qué acciones considera el presidente para enmendar la ley en torno a los inmigrantes. ``Yo les diré que ellos deben decirnos específicamente qué es lo que consideran hacer, y cuándo''.

Un alto funcionario de la campaña Clinton/Gore sugirió hoy a La Jornada que en su discurso ante esta convención, el jueves, Clinton podría anunciar medidas para postergar la implantación de las provisiones de la ley que niegan beneficios a los inmigrantes legales y suspenden asistencia para compra de alimentos para los pobres. Pero otros dudan que lo haga.

En breve entrevista con La Jornada, el secretario de Vivienda, Henry Cisneros, dijo: ``No contaría con que haya ese tipo de anuncio esta semana''. ``Estamos trabajando sobre eso, pero no espero ningún anuncio ahora''.

De la misma manera en que muchos oradores en la Convención Republicana tenían posiciones opuestas a la plataforma política de su partido, hoy parecía que varios de los oradores demócratas estaban en desacuerdo con algunas previsiones de su plataforma y hasta de su presidente. El reverendo Jesse Jackson, el diputado federal Charles Rangel y el ex gobernador de Nueva York, Mario Cuomo, públicamente han criticado la reforma del welfare promulgada por Clinton.

Líderes de los sectores latinos y afroamericanos están particularmente preocupados de que sus bases no ejerzan el voto el día de las elecciones debido al amplio desencanto con Clinton imperante entre ellos. Jackson pronuncia varios discursos al día en demanda de que el presidente otorgue más atención a los problemas de los pobres y de los sectores urbanos mas necesitados, y hoy, funcionarios latinos señalaron en privado a dirigentes de la campaña Clinton/Gore que si sus comunidades no reciben más atención, la campaña no podrá contar en noviembre con un apoyo de dimensiones considerables por parte de los latinos.

Durante una reunión de la agrupación de delegados latinos aquí, Cisneros y otros dirigentes del partido buscaron hoy asegurar que las demandas y necesidades de los latinos sean parte integral de esta campaña por la reelección. ``En la última convención tuvimos 377 delegados latinos; esta vez tenemos 485'', señaló Cisneros. ``Nosotros estamos haciendo avanzar a este partido''.

El secretario subrayó que Clinton había mantenido una firme oposición contra la Propuesta 187 y contra medidas para instituir al inglés como idioma oficial, y que además había resistido intentos de enmendar la Constitución para negarles ciudadanía a hijos de no estadunidenses nacidos en ese país.

Poco después, en entrevista con reporteros, Cisneros insistió en que Clinton ha dicho en privado que si es reelecto, promoverá medidas para proteger a los inmigrantes.

Los demócratas, por la cooperación con México

El presidente del Partido Demócrata, senador Christopher Dodd, rechazó las propuestas del Partido Republicano en pro de intensificar la militarización de la frontera; defendió la labor de la administración Clinton para detener el flujo de drogas e indocumentados en la frontera y llamó a incrementar la cooperación con México para abordar estos temas.

``Esta administración ha realizado un esfuerzo agresivo para intentar restringir la frontera y reducir el flujo de la inmigración ilegal y de la droga'', dijo Dodd, en respuesta a las críticas formuladas ayer en esta ciudad por el candidato presidencial republicano, Bob Dole. Sin embargo, advirtió que el llamado de éste a intensificar la militarización de la frontera podría no ser la mejor opción. ``Hay renuencia en torno a que los militares estadunidenses asuman responsabilidades adicionales, excepto en emergencias'', dijo Dodd.

``No excluimos la posibilidad, pero la capacitación... y experiencia de nuestros militares no necesariamente rendirían los resultados correctos'', añadió.

Dodd aseveró que la administración Clinton ha incrementado sustancialmente el número de agentes de la patrulla fronteriza, así como los recursos para esta zona. ``También hemos ampliado la cooperación con nuestros socios del otro lado, especialmente con México'', concluyó el senador.


Jim Cason y David Brooks, enviados, Chicago, 26 agosto El Partido Demócrata inauguró esta noche aquí su convención nacional con un policía, un trabajador automotriz y un estudiante endosando las propuestas del presidente Bill Clinton sobre el crimen, la economía y el servicio público. Pero mientras el partido glorificaba a la ``gente común'' en el podio, las ovaciones más grandes en este centro de espectáculos deportivos se dieron al presentarse los actores Edward James Olmos y Christopher Reeve, el último actor en hacer el papel de Superman.

El programa de hoy de hecho se inició desde Columbus, Ohio, donde el presidente Clinton hizo esta mañana una parada en su viaje por tren rumbo a Chicago, para anunciar nuevas restricciones sobre la venta de armas de fuego a personas que han cometido delitos contra su familia o ``domésticos''.

Este anuncio fue reforzado esta noche aquí con la presencia de un agente de policía de Chicago, quien está paralítico por un ataque con un arma de fuego, y por el ex secretario de prensa de Ronald Reagan, James Brady, quien quedó inválido a raíz del intento de asesinato contra el presidente en los ochenta.

El programa también contó con discursos de los líderes del partido en el Congreso, un homenaje al secretario de Comercio, Ron Brown, quien murió el año pasado en un accidente aéreo al visitar Bosnia-Herzegovina, y una serie de ``gente trabajadora'' que construyó todo lo necesario para este acto. Pero esta fiesta tenía más el ambiente de una celebración en un teatro de variedades que de una reunión nacional convocada para nominar a sus candidatos a la presidencia. Y ese ambiente, comentaron varios funcionarios del partido esta noche, era la intención principal de esta noche inaugural.

``Como ciudadanos no sólo de este país sino del mundo, tenemos que prepararnos para llegar el próximo milenio con amor y compasión', declaró Edward James Olmos al iniciar esta noche las actividades.

En un discurso con varias referencias a líderes latinos, desde Willie Velázquez, del Proyecto del Votante de Suroeste, a la li-deresa sindical Dolores Huerta, Olmos abogó por una renovación de las campañas por el derecho al voto y de respeto a la familia.

Christopher Reeve, el actor que hizo el papel de Superman en varias películas antes de quedar paralítico al caer de un caballo, cerró esta noche con un llamado de compasión desde su silla de ruedas para que el pueblo estadunidense apoye programas para los discapacitados y la investigación de enfermedades como el sida, el mal de Alzheimers y la esclerosis múltiple.

Estos discursos fueron diseñados para contrastar con la imagen pintada por los demócratas del líder legislativo republicano Newt Gingrich y el candidato Bob Dole, como enemigos de los pobres. Pero si alguien no entendió bien el mensaje, el líder de la minoría en la Cámara, Richard Gephardt, dijo que ``nos es grato el contraste entre esta convención y la reunión en San Diego'' (sede de la cumbre republicana hace un par de semanas).

Pero el tema de hoy fue el control de las armas de fuego, de nuevo para contrapuntear con la posición republicana. ``Bajo la ley actual, miles de personas que golpean a sus mujeres o abusan de sus hijos, aun aquellos que han utilizado armas en sus asaltos pero fueron condenados por crímenes menores, pueden adquirir armas de fuego con consecuencias potencialmente mortales'', sostuvo el presidente Clinton en un discurso desde Columbus, Ohio.

``No creo que ellos deberían poder comprar un pistola'', aseveró Clinton escoltado por oficiales de la academia policial local.

Casi cada orador en el podio esta noche subrayó este llamado, pero ninguno más poderosamente que Sarah Brady, la esposa de James Brady. ``Cada año en este país casi 40 mil americanos son muertos por armas de fuego'', dijo. ``Más de 100 mil más son heridos y cada dos horas otro niño es muerto por armas de fuego''.

Hablando junto con su marido paralítico, criticó a la Asociación Nacional del Rifle e implícitamente a su propio partido. ``Señor presidente, usted merece nuestro agradecimiento''. El momento fue exactamente lo que los organizadores habían deseado, un dramático endoso al presidente y una refutación directa de los republicanos por uno de ellos.


Jim Cason y David Brooks, enviados, Chicago, 26 agosto El complejo de vivienda pública Henry Horner está apenas a diez minutos, caminando, del Centro United, donde esta noche el Partido Demócrata inauguró su Convención Nacional, pero los residentes de esta comunidad no recibieron invitaciones y seguramente no serían bienvenidos a la fiesta de los demócratas.

El mal estado de este complejo de edificios de 10 pisos es tal, que el año pasado el gobierno federal despidió al admi-nistrador local y tuvo que destruir tres edificios. El mes pasado un centro infantil fue cerrado durante tres días debido a los enfrentamientos entre bandas, y según un residente los narcotraficantes operan libremente en esta zona.

Pero estas zonas devastadas, señalan algunos analistas de aquí, son un recuerdo del ``otro Chicago'', el cual no será visitado por gran parte de los miles que han llegado aquí para la convención. Un censo de 1994 mostró que 21 por ciento de la población urbana vive en la pobreza y que una docena de colonias tienen tasas de pobreza de más de 40 por ciento. El Wall Street Journal informó que en las colonias más olvidadas la pobreza afecta a 72 por ciento de habitantes. El sistema público de educación era tan malo en 1987 que el entonces secretario de Educación, William Bennett, lo caracterizó como ``el peor de la nación''.

Para Prexy Nesbitt, un ex alto funcionario de la alcaldía y un residente de larga data, el ``otro Chicago'' es símbolo del futuro que puede esperar al país. ``Lo que estamos viendo en Chicago es el prototipo de lo que el resto del país se está convirtiendo'', comentó Nesbitt en entrevista con La Jornada. ``Uno tiene a una ciudad de los que tienen y los que no; de los que tienen acceso y los que no''.

Jesse Jackson, líder de derechos civiles y dos veces aspirante a la candidatura presidencial demócrata, añadió que en esta zona, a unos pasos de la convención, el Partido Demócrata podría encontrarse con algunos ejemplos de la tarea incompleta de desarrollo social y económico en Estados Unidos.

``Donde una vez había colonias productivas y calles de gran actividad, ahora hay hogares rotos, cáscaras huecas, lotes abandonados'', declaró Jackson hoy. ``Las fábricas orgullosas que en una vez marcaban estas manzanas --Zenith, Sunbeam, Sears, Spiegel-- ya no están, dejando a demasiados aquí sin empleo y sin esperanzas''.

Añadió que ``necesitamos un compromiso nacional para reconstruir nuestras ciudades y darle empleo a nuestra gente''.

Pero aun Jackson, quien apoya a Clinton y hablará desde el podio en la convención, reconoce que tales propuestas por ahora no gozan de apoyo político. Las referencias a la política urbana de Clinton en el último periodo se han limitado a la legislación anticrimen y más policía. Y gente como Nesbitt argumenta que otras acciones presidenciales, tal como la promulgación de la reforma del welfare y la ley anticrimen, sólo intensificarán la polarización de ciudades como Chicago.

Ciudad segregada

Con la comunidad negra concentrada en las áreas sur y occidente, y la comunidad blanca concentrada en el noroeste y sureste de la ciudad, para Nesbitt, Chicago es la ciudad más segregada de Estados

Unidos. La mayoría de los mexicanos se concentran en la sección conocida como La Villita, en el suroeste, mientras los recién llegados se encuentran en Pilsen. Los de Puerto Rico frecuentemente llegan a la colonia de Humboldt Park, al norte del centro de la ciudad.

Los cálculos sobre el número de mexicanos que viven en esta ciudad varían. Un funcionario de la ciudad informó a La Jornada que suman unos 660 mil documentados e indocumentados, mientras estudios académicos sugieren que el número es de sólo 350 mil. Independientemente de cual sea la cifra exacta, no hay duda de que los mexicanos dominan la comunidad latina aquí, la cual incluye una gran comunidad puertorriqueña, así como guatemaltecos y cubanos.

``Los latinos están surgiendo como una fuerza mayor en la ciudad y en la región'', declaró el Community News Service, en un perfil de la ciudad publicado aquí.

Pero ambos, los latinos, quienes conforman 20 por ciento de la población urbana, y la comunidad negra, que representa 40 por ciento de la población total, tienden a ubicarse entre los más pobres de esta ciudad. ``Estas son las gentes que quedan marginadas'', comenta Nesbitt.

De hecho, aunque los líderes legislativos demócratas, el diputado Richard Gephardt y el senador Tom Daschle, hicieron hoy una gira en varias colonias de esta ciudad, el centro habitacional Henry Horner no fue uno de los sitios visitados, y pocos de los delegados y de los representantes de los medios en esta convención, lo harán. En los meses anteriores a la convención, funcionarios de la ciudad limpiaron una área de ocho cuadras alrededor del centro de la convención, destruyendo edificios abandonados y arreglando lotes vacíos, en preparación para el encuentro de cuatro días esta semana.

El resultado es un centro de la convención, con enormes carpas afuera para los medios y los equipos de apoyo y mantenimiento, cercados por bardas y lotes abandonados. No hay restaurantes, hoteles o parques en esta zona.

De hecho, los coordinadores de la convención organizaron todo para que los invitados se alojaran en hoteles a unos ocho kilómetros de aquí, en el centro de la ciudad, cerca a una zona conocida como la Costa de Oro, con vista hacia el lago Michigan.

Autos, camiones y limusinas transportarán a todos entre estos dos puntos; pero los visitantes, incluyendo estos reporteros, son advertidos de no caminar alrededor del Centro United o ``perderse hacia el oeste''.