La Jornada 28 de agosto de 1996

Acusan cuatro detenidos al director de la PJ guerrerense de amenazarlos para declarar que Ranferi Hernández los reclutó para el EPR

Maribel Gutiérrez, corresponsal, Acapulco, Gro., 27 de agosto Cuatro miembros de la Organización de Pueblos y Colonias (OPC), detenidos por su presunta pertenencia al Ejército Popular Revolucionario, denunciaron ante el juez segundo de distrito que el director de la Policía Judicial del estado, Francisco Vargas Nájera, los amenazó de muerte para obligarlos a declarar que el diputado perredista Ranferi Hernández Acevedo fue quien los invitó a participar en el EPR a cambio del pago de 2 mil pesos.

Los campesinos Cleofas Sánchez Ortega, Pedro Barrios Sánchez, Gonzalo Sánchez Mauricio y Gervacio Arce Gaspar, originarios de Ahuacuotzingo, ampliaron sus declaraciones sobre las presiones y torturas a que los sometieron para aceptar su participación con el EPR en el acto del 28 de junio en el vado de Aguas Blancas, por lo que estánbajo proceso, acusados de conspiración y portación de armas de uso exclusivo del Ejército.

Sánchez Ortega, aún con cicatrices en el rostro causadas por las torturas, dijo que fueron detenidos por cuatro agentes de la PJE en la parada de microbuses en Coyuca de Benítez y los trasladaron a la comandancia de esa corporación; ahí lo separaron de sus compañeros y lo torturaron durante una hora con golpes, toques eléctricos y sumergiéndolo en una pila con agua.

Después le vendaron la cara y lo subieron a un vehículo con sus compañeros. ``Nos llevaron a Chilpancingo. Yo iba con los ojos vendados, pero oí que el comandante de la Judicial iba hablando por radio y decía que iban para allá.

``Llegamos a un lugar donde me quitaron la venda y me presentaron con el director de la Policía Judicial. El me dijo que tenía que declarar que Ranferi me había dado 2 mil pesos para ir a la sierra de Coyuca a participar con el grupo armado. Yo le dije que no iba a declarar eso porque es mentira, y me dijo que tenía que declarar eso porque si no me iba a ir muy mal''.

El detenido dijo que el comandante que los detuvo, Héctor Colín, le informó que ``esa persona es el director de la PJE''. El preso lo describió como ``un hombre gordo''.

Señaló que ``el hombre gordo'' le mostró una fotografía de Hernández Acevedo, diputado perredista y coordinador de la Unión de Organizaciones de la Sierra del Sur, a quien conoce porque es originario de Ahuacuotzingo.

Cleofas Sánchez Ortega agregó que estuvo unos diez minutos en la oficina del director de la PJE, y después volvieron a vendarlo y atarlo y lo llevaron en un vehículo a lugares desconocidos, hasta que lo presentaron a la agencia del Ministerio Público Federal, tres días después.

Los hechos ocurrieron el domingo 7 de julio, cuando los cuatro campesinos procedentes de La Montaña llegaron a la Costa Grande para buscar trabajo.

Mientras los torturaban por órdenes de Colín Cedeño y el director de la Policía Judicial los presionaba, los cuatro campesinos estaban desaparecidos, pues según el informe de la PJE integrado al expediente, y el comunicado que Vargas Nájera dio a conocer a los medios de comunicación, los acusados fueron detenidos el 9 de julio cerca de la comunidad de Aguas Blancas, cuando un grupo de judiciales los descubrió con armas de uso exclusivo del Ejército.

Los otros tres procesados también acusaron de tortura a Vargas Nájera. Gonzalo Sánchez Mauricio dijo: ``Me llevaron donde estaba un hombre gordo al que el comandante de la Judicial le decía `jefe'. El hombre gordo ordenó que me dieran un arma larga, y con ésa me tomaron fotos. Después, el hombre gordo me dijo que tenía que decir que Ranferi Hernández Acevedo me había dado 2 mil pesos para unirme al grupo armado. Después me dijo que si me movía con el arma me iba a dar un tiro en la cabeza''.

Por su parte, Pedro Barrios Sánchez señaló que cuando le quitaron la venda de los ojos y el ``hombre gordo'' le dijo que acusara a Ranferi Hernández de haberlo reclutado para el EPR, él se negó. Entonces Vargas Nájera lo amenazó: ``Mejor di que sí, porque si no te va a ir muy mal'', y ordenó que le pusieran nuevamente la venda y lo amarraran de pies y manos.

Golpizas a Hilario Mesino

La dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Rocío Mesino, aseguró que Hilario Mesino Acosta, preso en la cárcel de Acapulco, ha sido golpeado en dos ocasiones para obligarlo a confesar que pertenece al EPR.

Precisó que el torturador, que golpeó al preso por segunda ocasión el 24 de agosto, podría ser un agente de la Policía Judicial Federal, quien lo ha amenazado con actuar contra sus hijas, Rocío y Norma Mesino.

Asimismo, Rocío Mesino afirmó que los ocho presos en Acapulco acusados de pertenecer al EPR (cuatro de la OCSS y cuatro de la Organización de Pueblos y Colonias) y Mesino Acosta se encuentran segregados de la población del penal en una área de castigo y en condiciones infrahumanas.