Guanajuato: el gobierno defiende el contenido del libro Así guía
Rosa Elvira Vargas El secretario de Educación guanajuatense, Fernando Rivera Barroso, defiende su labor editorial y afirma que quienes critican el libro Así guía, primero de la colección Así educa Guanajuato, tienen ``mentes chiquitas, pequeñas, cerradas a la modernidad''. Se trata, dice, de gente prejuiciada y dogmática
Lo cierto es que en aquella entidad, el libro Así guía --primer volumen de la colección mencionada-- elaborado y distribuido por el gobierno a todo el magisterio, está envuelto en una gran polémica que se dirime en medios intelectuales, periodísticos y magisteriales y que ha llegado inclusive al Congreso local.
Así, el propio líder camaral, el priísta Francisco Arroyo Vieyra, afirma que esa publicación ``contraviene las leyes particular y general de Educación'', atenta contra el pacto social, la Constitución, la ciencia e inclusive la convivencia de los guanajuatenses. ``Verticalismo, obediencia, intolerancia y autoritarismo'' son las características de su concepción y distribución, asegura.
Ese libro, subraya, es utilizado por el secretario de Educación como vehículo propagandístico de sus muy personales creencias educativas y religiosas, ``atentando contra el clima de libertades, de conocimiento científico y laico y de tolerancia que consagra la Constitución''.
Apenas el 21 de agosto, Rivera Barroso, a quien el líder magisterial Luis Manuel Hernández León identifica como miembro de los Legionarios de Cristo, declaró al periódico El Nacional de Guanajuato que las impugnaciones al libro buscan manipular la información y a la opinión ciudadana. ``Quienes se rasgan las vestiduras'' porque Así guía abre con una cita del papa Juan Pablo II, dijo, se cierran a la modernidad, ``hoy precisamente cuando en otras latitudes y otros ámbitos se reconoce la dimensión del líder mundial, del maestro Juan Pablo''.
Según él, las citas del libro reproducidas profusamente han sido sacadas de contexto pues, por ejemplo, lo relativo a ``El arte de castigar'' es apenas uno de los cerca de cien párrafos del volumen. Esas críticas, dice, no consideran que los siete maestros que participaron en su elaboración, abordan ese punto ``como algo que tiene que ser muy respetuoso de la persona humana y la dignidad de quien tiene que recibir una necesaria indicación sobre un comportamiento''.
Por otra parte y al glosar, apenas el pasado día 9, el primer Informe de Gobierno de Vicente Fox, el presidente de la Comisión de Educación del Congreso local, Juan de Dios Vargas (PRI) criticó casi toda la obra que en este sector ha realizado el panismo en Guanajuato y se refirió también al polémico libro y fue más lejos:
A Así guía, dijo, debe sumársele ``el seminario impartido por religiosas, los cursos de orientación familiar dados a maestros de Guanajuato y Dolores, donde también se habla mucho de los valores del espíritu, de llegar a la felicidad a través de éstos; es decir, (que no) buscamos una educación para la felicidad (sino que) tratamos de inculcar una felicidad basada en los valores y preceptos religiosos.
``Hay una corriente muy fuerte a nivel nacional que es Desarrollo Humano Integral, A.C., del cual no tenemos muy lejos ejemplos aquí en Guanajuato, pero vamos a agregarle algo más. Hace una semana, el sábado pasado, estuvo aquí para dictar una conferencia el vicerrector de la Universidad de Navarra. Se habló de valores de principio a fin. Sería necesario recordar que dicha universidad es un centro ideológico de esta corriente de valores y muy estrechamente ligada al Opus Dei. ¿Casualidad que esté aquí? ¿Casualidad los puntos que he señalado?...''
Arroyo Vieyra, a su vez, responsabiliza directamente al secretario de Educación de Vicente Fox Quesada y en el periódico El Centro, de Irapuato, dice que Rivera Barroso se ha permitido replantear al pueblo de Guanajuato el conflicto de la educación confesional que tanto sacrificio social ha costado superar.
``Por interés egoísta, absolutamente rechazable en un funcionario público, obligado antes que nada... a respetar y a aplicar los preceptos constitucionales, introduce ideas y opiniones personales y de su grupo confesional, de lo que `debe ser', según él, la educación, atropellando y queriendo anular su carácter público''