Cien muertos en escalada guerrillera en Colombia; llama Samper al diálogo
Afp, Ansa, Reuter, Dpa y Efe, Santafé de Bogotá, 31 de agosto Por lo menos cien personas murieron en las últimas horas, entre ellos 70 miembros de las fuerzas de seguridad, enmedio de la más severa ofensiva guerrillera en el país que obligó al presidente colombiano, Ernesto Samper, a hacer un llamado a los grupos armados para humanizar la guerra. Propuso también una agenda para entablar diálogos encaminados al logro de la paz.
La sorpresiva arremetida de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) llevó al ministro de Defensa, Juan Carlos Esguerra, a declarar a las fuerzas armadas en estado de máxima alerta, tras sotener una reunión de urgencia con altos mandos para evaluar la situación del orden público.
En Guatemala, el comandante de las FARC, Juan Antonio Rojas, indicó que las recientes acciones militares en Colombia forman parte de una ofensiva que responde al ``terrorismo de Estado'', que ahora se manifiesta en el secuestro de sus familiares.
La mayor parte de las acciones guerrilleras ocurrieron en 26 pequeñas y apartadas poblaciones de 11 de los 33 departamentos, así como en Bogotá, donde fueron atacados cuarteles policiales y militares y las oficinas públicas.
El hecho más grave ocurrió en la base militar de Las Delicias, ubicada en la frontera entre los departamentos de Putumayo y Caquetá, que fue arrasada por unos 400 guerrilleros de las FARC, dando muerte a por lo menos 40 militares, mientras otros 45 se encuentran desaparecidos. No obstante, Esguerra dijo no tener confirmación plena del número de muertos, ya que entre la víctimas se encontraban 113 personas, entre oficiales, soldados y civiles.
El ministro, quien explicó que la escalada de violencia se inició la noche del jueves y se acentuó entre la noche del viernes al sábado, añadió que en otras regiones del país habían muerto 33 militares y policías, y que el número total de víctimas fatales, entre las que se encuentran 25 guerrilleros, además de un número menor de civiles, podría aumentar en las próximas horas.
El presidente Samper, que visitó la localidad de Turbo, en la violenta zona de Urabá, condenó los atentados guerrilleros y propuso un acuerdo básico de seis puntos para respetar el derecho internacional humanitario, protegiendo a la población civil. Samper, que dio inicio a la semana por la paz por iniciativa de las ONG, propuso crear zonas de reserva campesina; sacar a los niños del conflicto armado, ya que la guerrilla ha sido acusada de reclutar a la fuerza a menores de edad para que formen parte de sus filas. También pidió proscribir las matanzas y los actos atroces, principalmente en Urabá; exigió la liberaciónde secuestrados, y prohibir los actos armados, en especial contra la industria petrolera, además de que reclamó atención a los desplazados, que por el conflicto suman más de 600 mil.
El mandatario indicó que estos puntos se pueden acordar parcialmente con las organizaciones guerrilleras, a fin de garantizar una aproximación entre los alzados en armas y el gobierno en busca de lograr la paz. Dijo que la escalada subversiva que ha afectado a su país es prueba de que ``la barbarie no tiene límites'', y criticó que todavía existan sectores empecinados en el terrorismo.
En Guatemala, Rojas, de la comisión político-diplomática de las FARC, dijo a la agencia Dpa que la guerrilla se ha visto obligada a iniciar esa ofensiva a gran escala porque el Estado colombiano, a través de sus grupos paramilitares, ha convertido en objetivo de guerra a los familiares de los comandantes de las FARC. Acusó al general Harol Bedoya de ser el autor intelectual de la política represora del Estado que, indicó, ``no tiene más objetivo que liquidar a cualquier precio a los grupos opositores''.
En tanto, los delegados del gobierno y los campesinos de Caquetá hicieron un receso en sus negociaciones, para que los cultivadores de hoja de coca y amapola informen a sus comunidades sobre las mismas, y se reanudarán el próximo lunes.