La Jornada 1 de septiembre de 1996

Invade Irak un bastión kurdo; ultimátum de EU

Afp, Ap, Ansa, Dpa y Reuter, Bagdad, 31 de agosto El gobierno iraquí confirmó hoy que sus tropas ingresaron al bastión kurdo de Erbil, en la zona norte del país con lo que violaron la ``zona de seguridad'' impuesta por Estados Unidos y sus aliados en 1991 tras la guerra del golfo Pérsico.

Washington conminó a Bagdad a retirar ``inmediatamente'' a su ejército del territorio autónomo kurdo, pues advirtió que de lo contrario sus tropas en la zona se reservan ``una reacción adecuada''.

El régimen de Saddam Hussein informó no obstante que pronto retirará sus tropas de la zona norte de su territorio y explicó que el objetivo de la ofensiva, la mayor desde la guerra que siguió a la invasión de Kuwait, fue defender un grupo rebelde kurdo de una facción rival pro iraní.

El presidente Bill Clinton reiteró que las tropas estadunidenses en Turquía y el Pérsico sólo esperan una orden suya para entrar en acción, pero afirmó que sería prematuro decidir una medida de ese tipo, y agregó que se pondría en contacto con otros miembros de la comunidad internacional.

El viernes pasado el Pentágono dijo haber detectado que tropas iraquíes se movilizaban hacia la zona norte, por lo que Washington anunció haber puesto en estado de alerta a sus tropas en la región.

Funcionarios estadunidenses dijeron hoy que más de 300 aviones y buques de guerra estacionados en Turquía y el golfo Pérsico estaban listos para incursionar en el norte de Irak en cuanto Clinton diera la orden; aviones ubicados en el Mediterráneo y fuerzas adicionales también están listas para partir desde Estados Unidos como refuerzo.

El secretario de Estado estadunidense, Warren Christopher, remitió una mensaje urgente a la canciller turca, Tansu Ciller y la urgió a persuadir a las tropas iraquíes a mantenerse fuera de la región norte para evitar una intervención estadunidense.

Efectivos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Erbil informaron que soldados iraquíes y combatientes irregulares del Partido Democrático de Kurdistán (PDK), lidereado por Massoud Barzani, tomaron el control de la mitad de la ciudad e izaron la bandera iraquí.

Jalal Talabani, líder de la facción rival del PDK, Unión Patriótica de Kurdistán (UPK) confirmó la versión.

La ONU afirmó que al menos 10 civiles murieron durante un bombardeo a una fábrica y una casa en Erbil. Pero en las últimas horas del sábado, los efectivos de la ONU dijeron que la ciudad había vuelto a la calma.

El pasado 17 de agosto comenzaron los combates entre el PDK y el UPK, que se disputan el control del Kurdistán iraquí. Desde entonces, el UPK acusó a sus rivales de recibir apoyo militar de Bagdad.

En los últimos días los grupos llevaron a cabo reuniones en Londres para consolidar un cese el fuego con la mediación de Estados Unidos. Hoy se informó que las conversaciones serían suspendidas ante la escalada en las hostilidades.

Mientras, Ahmed Allawi, dirigente del opositor Congreso Nacional Iraquí (en el exilio) acusó desde Dubai que las tropas iraquíes provocaron numerosos incendios en la ciudad y que hubo disparos de artillería durante cinco horas y media, sin hacer distinción entre áreas civiles y militares.

El viceprimer ministro iraquí Tarek Aziz aseguró que las fuerzas iraquíes prestaron ayuda al PDK ``para permitirles enfrentar la pervertida agresión'' del UPK, que mantiene desde 1994 el control sobre la ciudad y al que Bagdad acusa de tener nexos con Irán.

Aziz explicó que fue Barzani quien solicitó esta ayuda al presidente Saddam Hussein, y aseguró que ``en breve'' las fuerzas iraquíes retornarán a sus posiciones habituales, al explicar que se optó por una ``intervención militar en escala limitada y dentro del marco del apoyo, logística y movilización de la autodefensa''.

En tanto, el Ministerio del Exterior alemán reveló hoy que agentes de los servicios secretos iraníes allanaron la casa en Teherán del diplomático alemán Jens Gust, a quien interrogaron bajo amenazas, para después secuestrar a seis escritores iraníes que estaban invitados a cenar con el funcionario, informó el semanario Der Spiegel.

El ministerio convocó al embajador iraní en Alemania, Hossein Musavaian, para transmitirle una condena oficial y el enojo de Bonn por la acción, luego de verificar que los escritores fueron liberados.