Nombran fiscal del caso Colosio
Juan Manuel Venegas y Roberto Garduño E. Luis Raúl González Pérez, abogado de 39 años, es desde ayer el nuevo fiscal encargado de investigar el asesinato de Luis Donaldo Colosio. Con él, dijo el procurador Antonio Lozano Gracia durante su presentación, ``empieza una nueva etapa de revitalización'' de las pesquisas.
Sin mayor experiencia en el ámbito de la procuración de justicia, según su currículum, ajeno por completo a la estructura de la PGR y sin trayectoria en la investigación policiaca, González Pérez aceptó el cargo la mañana del viernes, cuando se comunicó con el presidente Ernesto Zedillo y con el procurador Lozano Gracia para hacerles saber su decisión de ser el cuarto fiscal que tratará de resolver el asesinato de Lomas Taurinas.
Luis Raúl González Pérez y Antonio Lozano
Gracia.
Foto: Carlos Cisneros
En ese momento dejó su oficina en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), donde ocupaba el puesto de primer visitador desde el año pasado.
Otros no quisieron aceptar la responsabilidad que asumió González Pérez, cuyo nombramiento salió de una lista que preparó Lozano Gracia --a partir de diversas recomendaciones-- y que revisó el presidente Zedillo. ¿Quiénes estaban en esa lista? La PGR guardó los nombres. Lo único cierto es que ``ningún otro le quiso entrar'', comentaron algunos funcionarios.
Pero antes de esa lista, desde que el 12 de agosto el Presidente de la República ordenara la remoción de Pablo Chapa Bezanilla del caso, otros nombres se barajaron. Y todos se descartaron públicamente: Luis de la Barreda Solórzano, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal; Mariano Albor, especialista en derecho penal; José Luis Soberanes, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, y el ex director del mismo, Ignacio Carrillo Prieto.
Nadie quiso hacerse cargo de una investigación que para los anteriores fiscales había significado el descrédito. El primero de ellos, Miguel Montes, desapareció de la escena política y, según él mismo se quejó, de ser ministro de la Corte pasó a ser ``el bufón de 80 millones de mexicanos''.
La siguiente, Olga Islas, figura menos pública que la de Montes, ha sido criticada por su ``paso gris e intrascendente'' en las pesquisas. El último fiscal, el policía-investigador Pablo Chapa Bezanilla, también fracasó sin poder probar que Othón Cortés Vázquez era el segundo tirador.
El nuevo fiscal González Pérez llegará, como dijo un funcionario de la PGR, a hacerse del prestigio público que ``quizás le falta frente a sus antecesores'', es decir, vendrá a hacer su propio nombre.
``Acepto esta gran responsabilidad --dijo ayer durante su presentación-- como la más delicada que jamás se hubiera puesto en mis manos. Lo hago convencido que el Estado mexicano requiere de la participación activa y decidida de sus ciudadanos, a fin de lograr el fortalecimiento de sus instituciones, del Estado de derecho y a la lucha frontal contra la impunidad''.
Agregó que quiere demostrar ``con actos, y no sólo con palabras y discursos'', su ``gran amor a México'' y el ``enorme compromiso que tengo con mi país''. Esto lo dijo ``con toda honestidad''.
Destacó que en conversaciones que sostuvo con el presidente Zedillo y el procurador Lozano, ambos le manifestaron ``su absoluto respaldo y apoyo en esta delicada tarea'', la cual, dijo, ``puede, debe y se llevará a cabo con absoluto respeto a la Constitución, la ley y los derechos humanos''.
El cargo que nunca buscó
Tranquilo se veía el abogado González Pérez, cuyo rostro amable contrastó con el gesto adusto del procurador Lozano, en la presentación anoche del primero en el auditorio México de la PGR.
Y con voz pausada confió al medio centenar de reporteros: ``Las últimas horas han sido para su servidor de una profunda reflexión y análisis. Reflexión, por la enorme responsabilidad que implica con la sociedad mexicana aceptar el cargo de subprocurador especial para el caso del licenciado Luis Donaldo Colosio, cargo que nunca busqué. Y análisis, por la gran complejidad técnica, jurídica y política del caso''.
Por ello, agregó, ``después de haber meditado detenidamente el alto honor que implica la invitación que me formulara el procurador general de la República, al considerar que puedo contribuir al esclarecimiento del caso, he decidido aceptar esta gran responsabilidad como la más delicada que jamás se hubiera puesto en mis manos''.
De formación netamente académica, González Pérez expuso que, ``en lo inmediato, la Fiscalía Especial buscará la metodología más adecuada que permita conocer e involucrarse rápidamente del caso, conformará el equipo de trabajo, analizará las conclusiones a las que arribaron quienes me precedieron en el cargo y buscará el contacto inmediato con los familiares de Colosio, así como con aquellas personas que han aportado información y documentación sobre el caso, cuando así se considere necesario''.
Fijó también su posición frente a los informadores: ``La política de comunicación social que estableceré será la de informar siempre que existan datos que la sociedad debe conocer y en tanto no implique obstaculizar el desarrollo de las diversas líneas de investigación''.
Llegó solo y salió con guaruras
González Pérez llegó a la PGR ayer pasado el mediodía. Quienes lo vieron destacaron su ``sencillez'' y ``amabilidad'' para tratar a la gente. Incluso, dijeron que durante su presentación con otros funcionarios de la procuraduría se mostró ``un poco tímido y reservado''.
Tras su presentación, a las 19 horas, todavía permaneció unos 60 minutos en el edificio de Reforma 75. Cuando salió, ya iba custodiado por tres guardaespaldas. Dicen que desde anoche ya visitó la oficina que ocupará en el edificio de la Fiscalía Especial.
Quedaría fuera el equipo de Chapa
Lozano Gracia fue parco en la presentación y lo que más destacó en su discurso de cuatro párrafos fue el énfasis que puso al advertir que con la llegada del cuarto fiscal se inicia ``una nueva etapa de revitalización de las investigaciones'' del caso Colosio.
Reiteró su apoyo al nuevo funcionario, al que dejó en plena libertad ``para nombrar a su equipo de colaboradores, revisar a conciencia el trabajo desarrollado hasta el día de hoy y determinar el camino a seguir''.
Dos líneas le bastaron para ``reconocer públicamente'' la labor desempeñada por la subprocuraduría ``mientras estuvo a su cargo Pablo Chapa Bezanilla''