La Jornada 2 de septiembre de 1996

La política económica, causa de la violencia: PAN, PRD y PT

Ismael Romero y Mireya Cuéllar Los actos de violencia en el país fueron condenados en la apertura del periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, minutos antes de que el presidente Ernesto Zedillo rindiera su segundo Informe de Gobierno. En sus intervenciones, representantes de PAN, PRD y PT se refirieron a la aparición de grupos armados -como el Ejército Popular Revolucionario (EPR)-, a las condiciones de pobreza y a la desigualdad, generadas estas últimas, dijeron, por las políticas gubernamentales.

En este sentido, la crítica central de los grupos parlamentarios panista, perredista y petista fue contra las medidas económicas del gobierno, sobre las cuales demandaron cambios sustanciales.

El Partido Revolucionario Institucional, en voz del diputado Oscar Villalobos Chávez, dijo diferir de las posturas opositoras, y sostuvo que ``hoy ya se aprecian los primeros avances'' en materia económica.

Se trata, señaló Villalobos, de avances significativos que comprueban que se está actuando con responsabilidad y acierto. Sin embargo, añadió que los priístas están conscientes de que no son resultados a corto plazo los que reclama México, sino un porvenir de certidumbre, de esperanza fundada, de crecimiento sostenido y prosperidad compartida.

En las intervenciones, después de que la sesión de Congreso General se declaró instalada con la asistencia de diputados y de senadores de todos los institutos políticos, Oscar González Yáñez, del Partido del Trabajo, dijo que el presidente Zedillo iba a rendir su segundo Informe de Gobierno bajo el signo de las crisis económica y política.

``Un balance objetivo de la marcha de la nación nos ofrece un escenario que podría resumirse en una mezcla de males no resueltos, con logros parciales y francos retrocesos... No hay ningún sector de la sociedad que esté convencido de la bondad o de la viabilidad del rumbo económico actual'', afirmó.

González Yáñez agregó que es insostenible la actual política que ha sacrificado el salario y la seguridad social de la mayoría. Además, cuestionó los resultados en materia de justicia, y sostuvo que las condiciones de miseria y de opresión son campo fértil para el descontento y la aparición de grupos radicales, como lo demuestra el surgimiento del EPR.

En consecuencia, señaló, el PT propone iniciar un debate sobre la política social, rectificar la política económica, recuperar los principios históricos de la política exterior mexicana, acelerar la reforma del Estado, concretar la paz y que el Congreso de la Unión convoque a las fuerzas insurgentes y al Ejecutivo a un diálogo que detenga los actos violentos.

Pedro Etienne Llano, coordinador de la diputación del Partido de la Revolución Democrática, pidió en su turno respeto mutuo entre poderes, y advirtió sobre la ``preocupante militarización''.

Reiteró que su partido no está en favor de la violencia y que sí le apuesta a la democracia y a la lucha política. ``Queremos una transición por los cauces constitucionales'', añadió.

Criticó después que la actual política económica se esté sosteniendo con ``terquedad'', y advirtió que con esta vía lo único que se propicia es que se propague la violencia y se utilice la militarización y la represión para poder mantener el modelo económico.

Urge entender, dijo, que se requiere una política económica para recuperar la confianza de la mayoría de los mexicanos y para resarcir la capacidad de autodeterminación. Asimismo, manifestó, se necesitan cambios democráticos para que la sociedad pueda ejercer sus derechos.

El senador Gabriel Jiménez Remus, en nombre del Partido Acción Nacional, expuso que el Informe de Gobierno de Ernesto Zedillo se producía ``inmerso en una de las más agudas crisis económicas y sociales sufridas por el país en el último medio siglo''.

El político jalisciense aseguró que los mexicanos navegan, ``y todo hace parecer que es inexorable'', hacia una depauperación, y señaló que la responsabilidad no sólo es del actual régimen, sino de los anteriores, aunque este hecho se niegue de forma sistemática.

``Se quiera o no se quiera, se acepte o no se acepte, este gobierno es producto, es consecuencia, es resultado del régimen anterior que privilegió los indicadores macroeconómicos frente al sacrificio del bienestar del pueblo de México'', comentó en su turno el legislador panista.

Jiménez Remus aseveró después que México vive los efectos de una política económica ``equivocada e irresponsable'', que en 1994 subordinó la economía del país a los intereses electorales del gobierno y de su partido.

El panista no descartó que se estén obteniendo resultados macroeconómicos, pero subrayó que el costo es el ahondamiento ``inadmisible'' de las desigualdades entre los mexicanos. En este punto, se refirió a los recientes actos de violencia ocurridos en diversos estados.

La ronda la cerró el priísta Oscar Villalobos Chávez, quien utilizó su tiempo para hacer una defensa de las políticas del gobierno y hablar de los logros de éste durante el año.

Por ejemplo, mencionó los recientes resultados de la reforma política y los primeros avances en materia económica.

En una parte de su intervención, señaló que los priístas creen en el diálogo plural, incluyente y razonado, y que rechazan la violencia y el terrorismo.

Concluidas las intervenciones, el presidente de la sesión, el diputado priísta Héctor Hugo Olivares Ventura, declaró un receso para esperar el arribo del presidente Ernesto Zedillo.

Las sesiones ordinarias de las cámaras de Diputados y de Senadores iniciarán esta semana y se tiene previsto que se revisará un total de 38 iniciativas durante todo el periodo, el cual concluirá el 15 de diciembre.