La Jornada 2 de septiembre de 1996

Descarta Samper diálogo con la guerrilla

Dpa, Ap, Reuter, Afp, Ansa y Efe, Santafé de Bogotá, 1o . de septiembre El presidente de Colombia, Ernesto Samper, rechazó cualquier posibilidad de diálogo con la guerrilla luego de la escalada de este fin de semana que dejó al menos cien muertos, en su mayoría elementos de seguridad.

Mientras, el único capo del cártel de Cali que se encontraba prófugo, Helmer Herrera, se entregó a la justicia en esa ciudad para, según declaró, colaborar con el país en materia de justicia, lo que fue celebrado por el presidente.

Samper condenó anoche la ofensiva insurgente durante una conferencia de prensa en la que propuso un acuerdo básico de seis puntos para respetar el derecho internacional, protegiendo a los civiles, y señaló que estos puntos podrían acordarse parcialmente con la insurgencia, para garantizar un acercamiento entre la guerrilla y el gobierno en busca de lograr la paz, según informaron las agencias el sábado.

Pero Samper aclaró hoy que en este momento no hay ningún clima ni perspectiva alguna de diálogo o contactos, porque la guerrilla sólo ha dado muestras en las últimas horas de no querer sentarse a la mesa de negociaciones, sino de continuar con su escalada de violencia. Afirmó que lo que la guerrilla quiere es detener las pláticas con los campesinos cocaleros en el sur del país para destruir los cultivos de coca y amapola.

El jefe de Estado sostuvo que su propuesta para humanizar la guerra no significa un acercamiento a la mesa de diálogo. ``Lo que propuse fue una agenda para que en la medida que se den las posibilidades de hacer acuerdos, el gobierno avance para lograrlos'', dijo.

``Con esta propuesta, el país sabrá donde está la verdadera voluntad de paz, si en las huestes del gobierno o en la acción de la guerrilla'', indicó Samper, y advirtió: ``si lo que pretende la guerrilla con esa actitud delirante y bárbara es que se detengan a las acciones militares, éstas no se van a detener'', refirió Dpa.

Colombia vivió este fin de semana la más cruenta ofensiva guerrillera encabezada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con una ola de ataques a 26 poblados de once estados, además de Bogotá, cuyo saldo fue de al menos cien muertos. El ataque más grave se produjo en la base militar de Las Delicias, en Putumayo, por unos 500 guerrilleros. La cifra de muertos fue de por lo menos 34, de los 103 efectivos destacados en ese cuartel, según versiones del ministerio de Defensa, pese a que la víspera había reconocido más de 50. Pero las cifras son confusas; algunos medios de prensa afirman que los heridos son 20, y otras agencias, como Reuter, señalaron que son 40, y que el resto de los soldados de esa unidad estarían desaparecidos.

La mayor parte de los ataques se registraron en cuarteles militares, de policía y oficinas públicas, dando como resultado más de 60 víctimas mortales, en su mayoría elementos de seguridad, y 25 guerrilleros.

``Esta es una impresión de violencia, insensatez y locura que no tiene justificación'', dijo el ministro de Defensa, Juan Carlos Esguerra, quien informó que la fuerza pública --unos 100 mil soldados y 110 mil policías-- se encuentra acuartelada, y se está disponiendo todo lo necesario para la contraofensiva a fin de responder a la escalada guerrillera.

Coincidió con lo expresado por Samper en el sentido de que la ofensiva guerrillera, y principalmente el ataque a Las Delicias, fue una represalia de las FARC por los éxitos logrados por esa unidad militar en la destrucción de laboratorios y cultivos de coca. ``Las FARC están dedicadas a defender su negocio'', aseveró.

La escalada continuó en las últimas horas, luego de que anoche la guerrilla tendió en Cali una emboscada a patrullas de la policía, dando muerte a tres elementos, mientras una bomba destruyó una oficina del diario El Tiempo, en Bogotá, y otra estalló en un barrio popular sin causar mayores daños ni víctimas.

El aeropuerto de Valledupar, en el departamento de César, sufrió un ataque con morteros sin víctimas, aunque la torre de control, una sala de espera y una base policial sufrieron averías.

El comandante del Ejército, Harold Bedoya, reconoció que falló la inteligencia militar en Putumayo para detectar los planes de la guerrilla por el difícil acceso a la zona selvática.

El máximo líder del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Manuel Pérez, dijo, tras considerar que el gobierno es débil, ilegítimo y sin capacidad para maniobrar, que los diálogos por la paz son difíciles, pero no imposibles. En declaraciones a El Tiempo, explicó que el ELN desea construir una sociedad más justa, humana e igualitaria en la que no haya hambre y se garantice educación, salud, vivienda y trabajo.

El cártel de Cali, desmantelado

Helmer Pacho Herrera Buitrago, último de los siete líderes del cártel de Cali que permanecía prófugo, se entregó este domingo a las autoridades en el municipio de Jumbo, cerca de Cali.

El director y el subdirector de la policía, general Rosso José Serrano, y Luis Enrique Montenegro, recibieron a Herrera, cuarto en la jerarquía del cártel, quien por 16 meses evadió a la fuerza de élite que lo perseguía, luego de las gestiones que hizo su abogado, Vladimiro Mosquera, con la fiscalía general.

El abogado señaló que la rendición fue avalada también por Estados Unidos, y explicó que durante las negociaciones hubo contactos con las autoridades estadunidenses, porque quería que ``el acuerdo de entrega fuera amplio y no se diera lugar a equívocos''.

``Debo celebrar la entrega, con lo cual se elimina al cártel de Cali'', dijo Samper, al subrayar que todos los integrantes de la cúpula de la organización están presos; José Santacruz Londoño, fue ultimado por la policía tras escapar de la cárcel.

Herrera, de 45 años, fue trasladado a una cárcel de alta seguridad en Palmira, en donde dijo haberse sometido a la justicia porque quiere colaborar con el país en materia de seguridad. Aunque la rendición del presunto narco se realiza en momentos en que se debate en Colombia la conveniencia de restablecer la extradición, Herrera manifestó que no tiene miedo a esta, y descartó esa posibilidad. Al respecto, Samper dijo que el gobierno ha sido muy claro al plantear su posición negativa. ``Así lo hemos dicho ante el Congreso, y así lo mantendremos'', dijo.

El gobierno de Estados Unidos también celebró la entrega de Herrera a través de su embajador, Myles Frechette. ``Al gobierno de mi país le es grato saber de la detención de Herrera...y de la presión policial que lo forzó a entregarse''.