La Jornada 3 de septiembre de 1996

Cuestionan Obeso, Hirales y el priísta Monreal el término ``terrorista''

Salvador Guerrero Chiprés La caracterización del Ejército Popular Revolucionario (EPR) como ``grupo de terroristas'' es ``un poco forzada'' y es un factor de la ``guerra de propaganda'' entre el gobierno y el grupo armado, con el propósito de obligarlos a deslindarse de ``tentaciones efectivamente terroristas'', concretadas en eventuales actos dirigidos contra la población, expresó Gustavo Hirales, fundador de la Liga Comunista 23 de Septiembre y asesor de la delegación gubernamental ante el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Activista de la liga hasta que fue detenido meses después de la fundación de la misma, Hirales sostuvo que no existe ningún dato objetivo que impida pensar en el Procup-Pdlp como el núcleo central de la fusión guerrillera que es el EPR, según ha dicho la comandancia general que irrumpió en el vado de Aguas Blancas el 28 de junio pasado.

Indicó que a pesar de la renuencia oficial a aceptarlo ``son guerrilleros'' y se han constituido, al menos por ahora, ``en el principal problema de seguridad nacional'' enfrentado por el gobierno.

En entrevista con este diario y antes de partir a Chiapas, Hirales consideró que el EPR ``no tiene intención de negociar'', y consideró que difícilmente ``se sentaría con el gobierno después de años y años de rumiar su guerra''.

-¿Qué tan amenazante para el gobierno es el EPR, para justificar esta afirmación presidencial de que se les aplicará todo el peso del Estado?

-El problema de la gravedad no es el problema de las posiciones, es el problema de las acciones, y si un grupo político militar puede organizar ataques en ocho o diez lugares, en cuatro o cinco estados de la República, pues evidentemente ya se convirtió, en ese momento, en el principal problema de seguridad nacional. A lo mejor en el mediano y largo plazos no es el principal problema de seguridad nacional, pero ahorita júralo que lo es.

``Rebasó y dejó a un lado a todos los demás, al narco y al EZLN, porque éstos como sea pero siguen sentados y estos cabrones -los integrantes del EPR- no han dado el menor indicio de negociar y han demostrado que son capaces de putear a las fuerzas del Estado, a las fuerzas de seguridad, y que no les pasa nada.''

La estructura del EPR es una estructura de células guerrilleras, evaluó Hirales. ``En ese sentido, es igualito a lo que nosotros fuimos en los setenta: un montón de células en un montón de lugares. Si la liga hubiera querido hubiera hecho lo mismo que el EPR ahora''.

La diferencia es que la liga, agregó, nunca pretendió atacar los objetivos militares, se planteaba crear organización política, social, en barrios, fábricas, comunidades. El enfrentamiento con las fuerzas militares derivaba de ese tipo de acciones de propaganda, de reclutamiento, de construcción de organización, acciones expropiatorias que para la liga no eran un objetivo en sí mismo, eran un medio, pero para el EPR lo que es un objetivo en sí mismo es el ataque de posiciones militares. ``Para nosotros eso era militarismo'', señaló.

-¿Por qué la renuencia del gobierno federal a hablar de una guerrilla?

-Por la sencilla razón de que quien se ganó ese apelativo de guerrilla fue el EZLN, y no a cualquiera le vas a reconocer la misma legitimidad. Sí es una guerrilla pero como que el EZLN hizo que las mismas concepciones sobre guerrila se transformaran. Decir que son guerrilla los equipara y los legitima. Para no hacerlo tienes que entrar en explicaciones, que son ésto o lo otro.

-¿No hay un exceso en llamarlos terroristas?

-No. Bueno, sí puede haber un exceso. O sea, hasta antes de los ataques del 29 de agosto hubiera sido un exceso llamarlos terroristas. Después que vemos que atacaron objetivos militares sin objetivo militar, es decir, que no tomaron la plaza ni nada, o sea, fue nomás para golpear, ¿qué valor militar tiene eso? Ninguno.

``Me parece un poco forzado llamarles terroristas pero han hecho cosas de terrorismo esos cabrones. Ahora, hay una guerra de propaganda entre el gobierno y el EPR y se trata de ganar puntos en esa guerra, pero por otra parte se trata de prevenir que efectivamente se abracen en definitiva posiciones más terroristas. Se trata de vacunarlos, de conjurar, de obligarlos a decir `no somos terroristas' y `no hemos puesto bombas y no las vamos a poner'', comentó Hirales.


Salvador Guerrero Chiprés La caracterización del Ejército Popular Revolucionario (EPR) como ``grupo de terroristas'' es ``un poco forzada'' y es un factor de la ``guerra de propaganda'' entre el gobierno y el grupo armado, con el propósito de obligarlos a deslindarse de ``tentaciones efectivamente terroristas'', concretadas en eventuales actos dirigidos contra la población, expresó Gustavo Hirales, fundador de la Liga Comunista 23 de Septiembre y asesor de la delegación gubernamental ante el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Activista de la liga hasta que fue detenido meses después de la fundación de la misma, Hirales sostuvo que no existe ningún dato objetivo que impida pensar en el Procup-Pdlp como el núcleo central de la fusión guerrillera que es el EPR, según ha dicho la comandancia general que irrumpió en el vado de Aguas Blancas el 28 de junio pasado.

Indicó que a pesar de la renuencia oficial a aceptarlo ``son guerrilleros'' y se han constituido, al menos por ahora, ``en el principal problema de seguridad nacional'' enfrentado por el gobierno.

En entrevista con este diario y antes de partir a Chiapas, Hirales consideró que el EPR ``no tiene intención de negociar'', y consideró que difícilmente ``se sentaría con el gobierno después de años y años de rumiar su guerra''.

-¿Qué tan amenazante para el gobierno es el EPR, para justificar esta afirmación presidencial de que se les aplicará todo el peso del Estado?

-El problema de la gravedad no es el problema de las posiciones, es el problema de las acciones, y si un grupo político militar puede organizar ataques en ocho o diez lugares, en cuatro o cinco estados de la República, pues evidentemente ya se convirtió, en ese momento, en el principal problema de seguridad nacional. A lo mejor en el mediano y largo plazos no es el principal problema de seguridad nacional, pero ahorita júralo que lo es.

``Rebasó y dejó a un lado a todos los demás, al narco y al EZLN, porque éstos como sea pero siguen sentados y estos cabrones -los integrantes del EPR- no han dado el menor indicio de negociar y han demostrado que son capaces de putear a las fuerzas del Estado, a las fuerzas de seguridad, y que no les pasa nada.''

La estructura del EPR es una estructura de células guerrilleras, evaluó Hirales. ``En ese sentido, es igualito a lo que nosotros fuimos en los setenta: un montón de células en un montón de lugares. Si la liga hubiera querido hubiera hecho lo mismo que el EPR ahora''.

La diferencia es que la liga, agregó, nunca pretendió atacar los objetivos militares, se planteaba crear organización política, social, en barrios, fábricas, comunidades. El enfrentamiento con las fuerzas militares derivaba de ese tipo de acciones de propaganda, de reclutamiento, de construcción de organización, acciones expropiatorias que para la liga no eran un objetivo en sí mismo, eran un medio, pero para el EPR lo que es un objetivo en sí mismo es el ataque de posiciones militares. ``Para nosotros eso era militarismo'', señaló.

-¿Por qué la renuencia del gobierno federal a hablar de una guerrilla?

-Por la sencilla razón de que quien se ganó ese apelativo de guerrilla fue el EZLN, y no a cualquiera le vas a reconocer la misma legitimidad. Sí es una guerrilla pero como que el EZLN hizo que las mismas concepciones sobre guerrila se transformaran. Decir que son guerrilla los equipara y los legitima. Para no hacerlo tienes que entrar en explicaciones, que son ésto o lo otro.

-¿No hay un exceso en llamarlos terroristas?

-No. Bueno, sí puede haber un exceso. O sea, hasta antes de los ataques del 29 de agosto hubiera sido un exceso llamarlos terroristas. Después que vemos que atacaron objetivos militares sin objetivo militar, es decir, que no tomaron la plaza ni nada, o sea, fue nomás para golpear, ¿qué valor militar tiene eso? Ninguno.

``Me parece un poco forzado llamarles terroristas pero han hecho cosas de terrorismo esos cabrones. Ahora, hay una guerra de propaganda entre el gobierno y el EPR y se trata de ganar puntos en esa guerra, pero por otra parte se trata de prevenir que efectivamente se abracen en definitiva posiciones más terroristas. Se trata de vacunarlos, de conjurar, de obligarlos a decir `no somos terroristas' y `no hemos puesto bombas y no las vamos a poner'', comentó Hirales.