La Jornada 4 de septiembre de 1996

Descarta Bonilla plan emergente para recuperar salarios y empleo

Andrea Becerril El gobierno de la república no cuenta con programas emergentes para recuperar el poder adquisitivo del salario ni para generar los empleos perdidos ni los nuevos que se requieren, reconoció el secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Bonilla García, durante la reunión de análisis del Segundo Informe de Gobierno realizada en la Cámara de Diputados.

No existen esos programas ``porque no creemos que pudieran llevarse a cabo'', agregó Bonilla ante legisladores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) que, con sus matices, cuestionaron una y otra vez la falta de una política social encaminada a detener la caída de los ingresos obreros y el desempleo.


Javier Bonilla, durante su comparecencia en la Cámara
de Diputados.
Foto: Ernesto Ramírez

El funcionario dijo que estos son los dos problemas más graves del país, cuya solución requiere programas de muy largo plazo en los cuales participen todos los sectores, no sólo el gobierno.

Flanqueado por los presidentes de las comisiones de Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados y Senadores, José Ramírez Gamero y Juan S. Millán, respectivamente, agregó que en los últimos 20 años el salario mínimo ha sufrido una reducción sistemática que lo aleja del ideal constitucional, pero ``no se puede mejorar por decreto'' porque no es problema de voluntad política, sino de la incapacidad de la economía para crecer de manera sostenida.

Nervioso, Bonilla se vio obligado a cambiar el tono de su discurso inicial --en el que aludió a la posibilidad de que a mediano plazo descendiera la tasa de desempleo-- luego de las intervenciones de diputados y senadores de los tres partidos que en cifras demostraron la crítica situación de los trabajadores.

Los números evidencian que por cada mexicano con empleo estable, otro vive en la economía informal; 17 millones de trabajadores son subempleados; 50 por ciento de la población trabajadora recibe un salario mínimo o menos del mínimo, y en los últimos diez años sólo se han creado 400 mil empleos estables.

El senador panista Francisco Javier Salazar comparó a Bonilla con Mario Vázquez Raña, el presidente del Comité Olímpico Mexicano, ya que, dijo, el ahora secretario del Trabajo tampoco logró conseguir una medalla en los años que estuvo al frente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, de 1973 a 1976 y de 1982 a 1988.

``Lamento no haber podido ganar una medalla'', respondió Bonilla mientras se quitaba los lentes y rebuscaba entre sus papeles para tratar de responder a los cuestionamientos de los legisladores.

De entrada comentó las cifras sobre justicia laboral incluidas en el informe del presidente Zedillo, y luego aludió a ``la drástica caída en el ritmo de la actividad económica registrada durante 1995'', la que ``ocasionó nuevamente un grave deterioro a las remuneraciones de los trabajadores''.

Expuso que el salario mínimo, que había permanecido prácticamente constante durante 1993 y 1994, disminuyó 13.1 por ciento entre diciembre de 1994 y agosto de 1995. No obstante, ``entre esa fecha y agosto del presente año fue posible atenuar su ritmo de deterioro y reducirlo a un nivel del 5.7''. Asimismo, dijo que el salario de cotización de los trabajadores inscritos al IMSS tuvo una pérdida mayor, ya que entre el último bimestre de 1994 y el cuarto de 1995 su deterioro fue de 17.6 por ciento y el del salario manufacturero, de 10 por ciento.

Señaló que otras de las manifestaciones más agudas de la crisis vivida a partir de diciembre de 1994 la sido la pérdida de empleos permanentes y la elevación de las tasas de desocupación, que se habían mantenido en 4 por ciento y en agosto de 1995 alcanzaron el 7.6 por ciento.

Sin embargo,afirmó, a partir de esa fecha y como consecuencia de la reactivación económica, ``fue posible su reducción gradual, hasta llegar a un nivel de 5.6 por ciento en junio de 1996''.

Con ese tono optimista manifestó que a partir de agosto se confirma la tendencia ascendente del empleo --se recuperaron, indicó, el 82 por ciento de los derechohabientes dados de baja en el IMSS-- y que ``en la medida en que la tasa de crecimiento económico se consolide'' es razonable esperar la disminución del desempleo a mediano plazo.

La intervención del perredista Armando Quintero, de la Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados, dio otro panorama. Señaló que en el informe ``no observamos ni la mínima intención de impulsar un programa emergente de empleo'', pese a que debería ser un tema de atención urgente del gobierno.

En lo inmediato, a fin de pagar la gran deuda social con los trabajadores, el PRD propone, precisó Quintero, un incremento salarial de emergencia del 10 por ciento, eliminar la carga fiscal a los ingresos de hasta cinco salarios mínimos, eliminar el impuesto a las prestaciones sociales y un programa emergente de inversión pública y privada dirigido a estimular el empleo en la micro, pequeña y mediana industrias.

El senador priísta Manuel Montalvo Medellín, dirigente de la CTM en Morelos, expuso que el 10 por ciento de las familias más ricas del país concentran el 41.2 por ciento del ingreso total de los mexicanos, mientras por cada empleo formal hay otro en la economía subterránea y no se generan los empleos suficientes.

Los panistas Consuelo Botello y Francisco Javier Salazar Sáenz cuestionaron la falta de programas inmediatos para mejorar los ingresos obreros y crear empleos.

Salazar aludió a una investigación universitaria en la cual se advierte que hasta el año 2020 los salarios podrán recuperar el nivel que tenían en 1977. ``Usted no ha querido fijar fechas'', dijo a Bonilla, y le preguntó dónde está la política social del gobierno, porqué no se ha reconocido la deuda con los trabajadores y se pretende dar una solución economicista al problema salarial.

Los sindicatos, manejados por gángsters: PAN

Bonilla seguía inquieto, confundió el cargo del diputado Carlos Aceves del Olmo, a quien llamó senador, y provocó las risas de muchos de los asistentes cuando respondió al diputado Cuauhtémoc Paleta, dirigente de la Confederación Regional Obrero Mexicana (CROM), que luego le enviaría los datos que le requirió.

Paleta, quien tiene más de 50 años en la actividad sindical, le preguntó cuántos trabajadores perciben el salario mínimo en el país. ¿Con tantos años de líder y no lo sabe?, rieron socarrones algunos cetemistas.

Sin embargo, los diputados obreros se pusieron muy serios cuando el panista Pedro Sánchez Ascencio dijo que uno de los grandes problemas laborales es que los sindicatos ``están manejados por gángsters''.

José Ramírez Gamero, quien aspira a suceder a Fidel Velázquez y ayer actuó como presidente de debates exigió al panista que se retractara. Se determinó tratar el punto en comisiones.

Al final, en entrevista, Bonilla García dijo que la propuesta perredista de un aumento emergente el 10 por ciento no es algo que deba considerar, pues para eso está la CNSM, la que ``no tiene prevista una reunión extraordinaria''.