La Jornada 5 de septiembre de 1996

Hussein: el nuevo bombardeo, contra posiciones en Bagdad Dos muertos y 11 heridos, luego del segundo envío de misiles

Afp, Reuter, Ap, Dpa y Efe, Bagdad, 4 de septiembre Nutridos disparos de la defensa antiaérea se escucharon esta noche en Bagdad, poco después que se registrara una explosión, en lo que Irak denunció como un tercer ataque misilístico de Estados Unidos. El segundo bombardeo, aseveró el gobierno del país árabe, dejó un saldo de dos muertos y 11 heridos.

A primera hora y poco después del segundo bombardeo, el presidente Saddam Hussein se trasladó a la sede del estado mayor de la defensa antiaérea, donde dio instrucciones para la ``defensa de Irak'', señaló la agencia Ina.

El gobernante, añadió, ``dio instrucciones para defender la tierra y el espacio aéreo de Irak'', y resaltó que los soldados de ese cuerpo del ejército ``tienen la moral alta y están dispuestos a hacer frente a objetivos enemigos''.

A su vez, los miembros de la fuerza antiaérea transmitieron un mensaje a Saddam Hussein en el que aseveraron: ``Oponiéndose a los misiles del enemigo, sus va-lientes hombres de las fuerzas de la defensa antiaérea proclaman en su nombre que la tierra de Irak es nuestra y que las zonas de exclusión (impuestas por Estados Unidos y sus aliados en el norte y el sur del país) no existen''.

Por lo pronto, el régimen de Saddam Hussein protestó oficialmente ante la Organi-zación Naciones Unidas, y el canciller Mohammad Said al Sahhaf envió una carta al secretario general Boutros Ghali en la que solicitó que el organismo mundial ``condene la agresión armada y haga asumir a Estados Unidos la responsabilidad total de este acto contra la soberanía de Irak y su integridad''.

El principal diario, Al-Juhmhouriya, aseguró que un avión de fabricación estadunidense, no tripulado y que sobrevolaba la región sur del país, fue derribado el martes por la defensa antiaérea. Ningún otro medio iraquí confirmó esta versión.

``A las 20:45 hora local (de este miércoles), el enemigo estadunidense disparó sus misiles contra nuestras bases militares y sectores civiles, y varios de ellos han caído en Bagdad'', informó la televisión iraquí, que citó al comando general de las fuerzas armadas; no precisó los daños.

Residentes de esta capital dijeron a las agencias de prensa internacionales que poco antes de que entraran en acción las baterías antiaéreas se escuchó una explosión en Bagdad, aunque no pudo determinarse la ubicación y origen de la misma.

En todo caso, a diferencia de lo ocurrido el martes, cuando Estados Unidos comenzó su operación Ataque del Desierto, la población sí mostró pánico la noche de este miércoles, cuando durante media hora se escucharon los disparos de la defensa antiaérea.

Peter Arnett, enviado de la cadena CNN, informó desde Bagdad que escuchó sirenas y disparos antiaéreos y agregó que también se podían observar fogonazos en el cielo como durante la Guerra del Golfo, en 1991, por cuya cobertura en directo, precisamente, Arnett cobró fama mundial.

El comando iraquí informó horas antes que dos personas murieron y 11 más resultaron heridas en el segundo bombardeo lanzado por Estados Unidos la madrugada de este miércoles, que sumados a las víctimas del primer ataque el martes, totalizan siete muertos y 30 heridos.

``El rencoroso enemigo estadunidense disparó a las 5:35 de la mañana del 4 de septiembre de 1996, 17 misiles crucero contra algunos sitios militares y lugares residenciales de civiles'', dijo el comando iraquí en un comunicado divulgado por Ina.

Aseguró, sin dar más precisiones, que las defensa antiaérea iraquíes derribaron varios misiles disparados contra objetivos en el sur del país.

La televisión divulgó imágenes de los daños provocados por un misil lanzado en el segundo bombardeo, y se apreciaba un edificio fuertemente afectado, así como a una mujer acusando a Estados Unidos de ``injusto y cruel''.

Maher Chmaytelli, de la Afp, reportó que los periodistas fueron llevados por las autoridades iraquíes a un barrio alcanzado la madrugada de este miércoles por un misil estadunidense, donde pudieron observar un cráter de 50 centímetros de profundidad y un metro de diámetro, en el asfalto de una calle de una decena de metros de ancho.

Una bicicleta retorcida, sin señales de esquirlas, se encontraba al lado del cráter; los vecinos dijeron que el ciclista murió en el bombardeo.