La Jornada 5 de septiembre de 1996

CORTEJO DE VENDEDORES AMBULANTES

La Jefa murió y con ella la historia de los primeros comerciantes ambulantes del Centro Histórico. Guillermina Rico, lideresa y matriarca de vendedores informales, murió ayer a consecuencia de un derrame cerebral y dejó inconclusas las negociaciones para reubicar a 12 mil agremiados.

La noticia corrió por la plazas comerciales alrededor de las 14:00 horas. Las ventas no se suspendieron, pero en ningún momento cesó el comentario que ocupó durante horas a los comerciantes. El ambiente se impregnó de incertidumbre y de olor a flores en la calle de Roldán, donde vivió desde la edad de 15 años.


Recorrido del cuerpo de Guillrmina Rico por Plaza Roldan.
Foto: Carlos Cisneros

La atención de los vendedores se concentró en la vieja calle donde a decir de los comerciantes más antiguos y vecinos, Guillermina empezó su carrera comercial, con un montón de limones que cargaba en un pedazo de tela amarrado a la cintura.

``Era buena gente, nos ayudaba a todos y la queríamos porque era bien honesta''.

Un grupo de hombres dirigidos por Domingo, su colaborador más cercano, iniciaron los preparativos para recibir a la Jefa. Cuatro grandes lonas cubrieron de Manzanares a Corregidora la calle de Roldán.

Dos moños negros que colgaban del número 14 y 16 de Roldán anunciaban el luto de la familia Rico. En el número 15A, donde se ubicaban las oficinas de Guillermina la actividad fue intensa. Había que organizar el funeral. En ese momento nadie recordó las fotografías con el presidente Zedillo, con Roberto Campa, con Manuel Camacho, con Luis Donaldo Colosio, ni con Schulemburg.

Su agonía fue larga. El 25 de agostó ingresó al Hospital Angeles a consecuencia de una embolia. Pasó más de una semana en estado de coma y finalmente ayer, alrededor de las 11:00 horas, se le rompió un aneurisma, lo que le ocasionó un derrame cerebral y posteriormente su deceso.

La primera propuesta para su velorio fue una elegante funeraria de las calles de Félix Cuevas. Sin embargo, no sería posible recibir a los miles de agremiados que irían a despedirla, por lo que sus hijos, Margarita, Silvia, Isabel y Salvador, decidieron trasladar el cuerpo en la calle donde vivió y se inició como dirigente.

De repente, una llamada de Juan José Castillo Mota, dirigente del Frente Nacional de Organizaciones Ciudadanas (FNOC), retrasó los planes. Después de 40 años de lideresa e inducir el voto de sus 12 mil agremiados en favor del PRI en todas las elecciones locales y federales, los priístas decidieron rendirle un homenaje.

A las cinco de la tarde cerca de tres mil personas, acudieron al auditorio Luis Donaldo Colosio de la FNOC, a bordo de microbuses. Entre porras y consignas en recuerdo de la lideresa, la clase política hizo su aparición.

El primero en llegar fue el presidente del PRI capitalino, Roberto Campa Cifrían, quien dijo que la muerte de Guillermina Rico fue un suceso lamentable y triste, pero que no era motivo para detener las negociaciones que había encabezado.

Paloma Villaseñor expresó que se sentía consternada, ya que Guillermina fue siempre ``muy priísta, dedicó prácticamente toda su vida al partido''. También acudió al auditorio el delegado de la Cuauhtémoc, Alejandro Carrillo Castro, lamentó la muerte ``de una mujer que siempre se distinguió como una líder natural''.

Carrillo descartó que la muerte de la dirigente pudiera provocar conflictos entre los vendedores ambulantes; ``son meras especulaciones'', y consideró que faltando ella tendrían la posibilidad de encontrar fórmulas para resolver sus problemas, y dejó entrever que Silvia Rico sería la próxima dirigente de los ambulantes.

El cuerpo de Guille salió del auditorio en medio de una fuerte lluvia, de porras y de lamentaciones. Mientras, en Roldán más de tres mil personas la esperaban. La lluvia y las lonas caídas por el peso del agua no movieron a nadie.

Casi a las ocho de la noche, la Jefa llegó a Roldán. La lluvia arreció. El agua de la calle inundada llegaba hasta las rodillas. Sus agremiados hicieron una cadena humana para recibirla. Fueron más de cinco minutos de aplausos y una sola palabra: ``Guille, Guille, Guille''.

El féretro gris fue colocado en un templete mientras decenas de coronas y ramos de flores adornaban la calle.

Guillermina pasó su última noche en la calle donde vivió y creció como la máxima dirigente del Centro. El próximo viernes, probablemente, entre sus hijos inicie la disputa por el control de los agremiados a la Unión de Comerciantes de la Antigua Merced. (Miriam Posada, Gustavo Castillo y Pascual Salanueva)


Guillermina Rico, en cifras

Nombre: Guillermina Rico González

Actividad: Vendedora ambulante desde los 15 años.

Productos que comerciaba: Aguacate y limones.

Sitio de venta: Roldán y Manzanares.

Edad a su fallecimiento: 63 años.

Antigüedad como dirigente: 40 años.

Número de agremiados en sus inicios: 30.

Residencia: Habitante de la vecindad de la calle Roldán número 40.

Número de hijos: Cuatro: Silvia, Margarita, Isabel y Salvador.

Propiedades: Cinco puestos de tacos en la calle de Corregidora y de la manzana que forman las calles de Roldán, Manzanares y Corregidora.

Adicciones: Alcohólica jurada: sólo bebía el día de su cumpleaños y ocho días más.

Dirigencia actual: Control de más del 80 por ciento del comercio ambulante en el Centro Histórico.

Numero de ambulantes controlados: Entre 9 y 12 mil.

Cuotas por comerciante al año: Entre 5 y 10 mil pesos.

Cuotas diarias: Entre 50 y 300 pesos diarios, si se trata de alimentos y aparatos electrónicos.

Calles de influencia: Todo el centro de la ciudad, principalmente la zona de La Merced y calles aledañas al Zócalo.

Compadrazgos: Más de 4 mil ahijados, hijos de comerciantes.

Militancia política: Priísta.

Aportación partidista: Entre 9 mil y 12 mil votos cautivos.

Influencia política: Con todos los regentes, excepto Uruchurtu.

Característica: Líder negociador.

Característica en el vestir: Siempre de delantal.

Religión: Católica.

Devoción: Santos y vírgenes.

Principales delegaciones de influencia: Venustiano Carranza y Cuauhtémoc.

Costo de ser dirigente: ``Chingas, madrazos y cárcel''.

Acompañantes: Siempre un grupo de comadres que servía como bloque de ``choque''.

Orgullo: ``Pregunte a los padres de las iglesias del Centro quién los ayuda. Vaya a los asilos. También ayudo a drogadictos y alcóholicos en rehabilitación''.

Asistentes a su sepelio: Más de cinco mil comerciantes.

Probable sucesora: Silvia Sánchez Rico (su hija).

(Datos proporcionados por la ARDF)


De sus seguidores

La desconfianza

Mientras las mujeres comerciantes esperan a que el cuerpo de su lideresa llegue a la calle de Roldán surge la duda inevitable: ¿qué va a pasar si las hijas de Guille resultan ambiciosas y nos pasan a perjudicar? No creo, su madre nunca fue ambiciosa; no creo que ellas salgan así.

Cuestión de jerarquías

Entre el bullicio y el ajetreo para recibir el féretro en el que Guillermina Rico estaría por última vez en la calle donde vivió más de 60 años, uno de sus seguidores escucha una transmisión radiofónica y consulta con uno de sus compañeros ¿Oye, que no se escucha muy feo eso de que le digan lideresa, está mal, o no?

Nunca lo había pensado

En la mañana mi esposo me dijo que la señora había muerto. No lo creí, nunca me había puesto a pensar que ella se podía morir. Ahora no sabemos qué va a pasar; lo más seguro es que su hija se quede al frente, pero la verdad es que ahorita no estoy para pensar en eso. De verdad, es una gran pena.

En camino

Los comerciantes de La Merced agremiados con Doña Guille continuaron sus ventas hasta pasadas las 6 de la tarde. ``Claro que vamos a ir al funeral, no podemos faltar, pero ella ya se fue y nosotros tenemos que sacar para completar la cuota y el gasto''.

Las coronas

Jefa Rico, que Dios la tenga en su Gloria: los toreros de Guatemala. A la familia Rico todas nuestras condolencias: familia Betancourt. Guille amiga, el Centro está contigo.