Niega EU la versión de Irak de un tercer ataque
Afp, Ap, Reuter, Dpa y Efe, Washington, 4 de septiembre La Casa Blanca aseveró hoy haber constatado el inicio del retiro de las tropas de Saddam Hussein del Kurdistán, al norte de Irak, tras los dos bombardeos efectuados en las últimas horas contra posiciones en el sur de esa nación árabe, y desmintió haber lanzado otro ataque, como lo aseguró Bagdad esta noche.
Por lo pronto, un caza F-16 atacó con cohete una rampa de misiles antiaéreos en Irak, informó el Pentágono, añadiendo que otro incidente se presentó cuando dos Migs de la aviación iraquí volaron hacia el paralelo 33 en desafío a la ampliación de la zona de exclusión al sur de Irak, aunque se retiraron antes de llegar a ese punto.
Pese a que el jefe del Pentágono, William Perry, sostuvo que la coalición antiiraquí ``no se ha debilitado'', a lo largo de la jornada trascendieron informes encontrados entre Washington y París en torno a los mecanismos para patrullar la zona sur de exclusión en Irak. Francia desmintió un informe de Estados Unidos sobre su participación en esa misión, aunque después confirmó que sí apoyó a la aviación estadunidense en la llamada operación Vigilancia del Sur.
``Hemos observado movimientos y una cierta dispersión de las fuerzas, que es quizá defensiva... pero no hay una clara indicación de las intenciones'' de Saddam Hussein, declaró el vocero de la Casa Blanca, Mike McCurry, al señalar que se constató el inicio del repliegue de las tropas de Bagdad del Kurdistán iraquí.
La Casa Blanca y el Pentágono rechazaron que se hubiera lanzado un tercer ataque misilístico contra Irak, luego de que el país árabe denunció que su capital fue sometida esta noche a un bombardeo, y que la agencia Ap informó en un alerta noticioso emitido a las 11:29 GMT (14:29 horas en Irak), que Estados Unidos seguía atacando instalaciones iraquíes con cohetes.
El Pentágono informó desde anoche sobre un segundo ataque misilístico, registrado en Irak en la madrugada del miércoles, en el que fueron lanzados 17 proyectiles Crucero contra los blancos atacados durante el primer bombardeo.
Perry precisó hoy que los misiles lanzados en los dos últimos días ``completaron con éxito la misión de alcanzar 14 instalaciones de la defensa antiaérea iraquí''. En conferencia de prensa conjunta con su homólogo británico, Michael Portillo, Perry agradeció el apoyo de Londres en esta crisis, y señaló que Irak ``desafió'' en dos ocasiones a las fuerzas aliadas, que desde el fin de la Guerra del Golfo mantienen dos zonas de exclusión en Irak: una al norte del paralelo 36, para proteger a la población kurda, y otra al sur del 32, donde se concentra la minoría chiíta.
La legalidad de ambas zonas de exclusión no ha sido aprobada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero el presidente Bill Clinton amplió ayer la zona sur de exclusión al paralelo 33, medida que cobró vigencia desde este mediodía.
``Dos Migs se aproximaron a nuestros aviones desde el norte, pero ambos se regresaron hasta llegar a los 33 grados norte'', en la frontera de la zona de exclusión aérea, indicó Perry, sin hacer más comentarios. Los cazas iraquíes, aseguraron fuentes del Pentágono, al parecer trataron de captar en sus pantallas de radar a los aviones estadunidenses, maniobra acostumbrada antes del ataque, pero no pudieron hacerlo.
Previamente, el Pentágono afirmó que un F-16 de la Fuerza Aérea estadunidense disparó un cohete Harm contra un emplazamiento de radar que comenzó a rastrear a la nave estadunidense, y aunque oficialmente no se informó sobre la ubicación de este incidente, trascendió que fue al sur del paralelo 33, es decir, en la ampliada zona de exclusión.
``No sabemos si el radar recibió el impacto'', señaló Joe March, vocero del Pentágono.
Perry dijo que en la misión de patrullaje de la zona sur de Irak participaron Mirages de la aviación francesa, pero casi de inmediato el vocero de la cancillería francesa, Jacques Rummelhardt, desmintió ese reporte y explicó que los aparatos franceses, basados en Dahran, Arabia Saudita e Incirlik, Turquía, no habían efectuado ``desde hace varios días'' misiones en el marco de Vigilancia del Sur. Más tarde, Rummelhardt confirmó que aviones franceses participaron en la misión de patrullaje, pero subrayó que lo hicieron al sur del paralelo 32, y reiteró que París analiza las ``implicaciones'' de la decisión de Clinton de ampliar la zona de exclusión al paralelo 33.
El general Joseph Ralston, del Estado Mayor Conjunto, al ser interrogado sobre la versión iraquí de que sus fuerzas antiaéreas derribaron un caza estadunidense, respondió: ``no nos consta'', e insistió en que aún se considera un eventual nuevo bombardeo contra Irak. Y mientras Turquía no descartó la posibilidad de crear una zona de seguridad en suelo iraquí para combatir a presuntos guerrilleros kurdo-turcos, la proiraní Unión Patriótica del Kurdistán aseveró que fuerzas iraquíes atacaron de nuevo Shamcshamal y Suleimaniya, y ONG confirmaron que las tropas de Saddam Hussein abandonaron Erbil, principal ciudad del Kurdistán iraquí.
Afp, Ap, Ansa, Dpa y Reuter, Washington, 4 de septiembre El presidente Bill Clinton proclamó hoy el ``éxito'' de la operación bélica lanzada contra el sur de Irak cuyo propósito, explicó, era frenar el ``amplio patrón de violencia y temeridad'' del gobernante iraquí contra la población kurda del norte de ese país árabe.
Clinton ordenó dos ataques misilísticos contra el sur iraquí el lunes y martes pasados alegando que Irak violó las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) cuando sus tropas ingresaron, el fin de semana, a Erbil, la principal ciudad del Kurdistán iraquí, para respaldar a una de las dos fracciones kurdas. Washington y sus aliados impusieron dos ``zonas de seguridad'' en el norte y sur de Irak, a fin de proteger a las minorías kurda y chiíta.
Aunque el jefe de la Casa Blanca insistió en que los ataques con 44 misiles Crucero fueron para proteger a esas minorías y a los vecinos de Irak, el Departamento de Estado y el Pentágono indicaron este miércoles que con el operativo se pretendió proteger los intereses estadunidenses.
``Nuestros intereses nacionales vitales en Irak están el el sur, no en el norte'', declaró el secretario del Departamento de Defensa William Perry, quien añadió: ``Nuestros objetivos, primero que todo, son proteger nuestro interés estratégico vital, lo que significa proteger a nuestros amigos y aliados en la región: Israel, Jordania, Kuwait, Arabia Saudita. Segundo, mantener el flujo libre del petróleo en el golfo (Pérsico)''.
Todavía más explícito fue el Departamento de Estado, cuyo vocero Glen Davies informó que las bases para decidir los ataques fue la seguridad nacional estadunidense y la intención de promover la estabilidad regional ``en el contexto de las resoluciones del Consejo de Seguridad'' de la ONU, incluyendo las aprobadas tras la derrota de Irak en la Guerra del Golfo.
Davies se refirió así a la resolución 688, que condena la represión de civiles y demanda a Bagdad permitir el acceso de grupos internacionales de ayuda humanitaria en todas las áreas del país, pero no especifica el uso de la fuerza ni establece zonas protegidas en Irak, que fueron impuestas por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. Sin embargo, este argumento no ha logrado convencer a París, reticente a respaldar la acción militar estadunidense, mientras Rusia ha indicado que la misma no cuenta con el respaldo de la ONU.
Davies destacó que las zonas de exclusión son controladas por Washington, París y Londres por lo que, subrayó, la responsabilidad el Consejo de Seguridad ``no es algo que Estados Unidos deba contemplar''.
Las justificaciones de Clinton
Durante una conferencia de prensa esta mañana, el mandatario demócrata justificó los ataques en el sur iraquí, cuando la operación del ejército iraquí contra los kurdos se produjo en el norte. Clinton recordó que fue precisamente de la zona sur de donde salieron las tropas de Saddam Hussein para invadir Kuwait, en agosto de 1990 y subrayó que el ejército iraquí realizó una concentración en 1994.
``Me complace anunciar.... que nuestra misión está cumplida. Los ataques aéreos, los ataques de misiles realizados los últimos días han sido un éxito'', proclamó Clinton, y señaló que ``la situación militar ha quedado modificada, en particular en el sur de Irak'', donde la posición estratégica del régimen de Bagdad ``es peor ahora que antes de estos ataques''.
Sin referirse a su decisión de ampliar la zona de exclusión del sur, que llega ahora hasta los suburbios de Bagdad, Clinton sostuvo que ``no podemos decir lo que va a hacer Saddam Hussein, pero a partir de ahora sabe el precio que tendrá que pagar por cruzar la línea amarilla''.
Clinton no es Bush
Hasta ahora la Casa Blanca no ha logrado la sanción del Consejo de Seguridad a su operación en Irak, y los republicanos comenzaron a manifestar escepticismo en cuanto a los alcances de la operación Ataque en el Desierto.
``El contraste entre Tormenta del Desierto (ordenada por el republicano George Bush) y el actual nivel de apoyo (aliado) es fuente de preocupación'', advirtió el titular de la Cámara de Representantes, el republicano Newt Gingrich, al referirse al respaldo internacional logrado por Bush en 1990 para comenzar la guerra contra Irak, en contraste con el escaso apoyo de los aliados logrado ahora por Clinton.
El candidato presidencial republicano, Bob Dole, quien ha recordado insistentemente su participación en la Segunda Guerra Mundial, donde fue herido, no ha hecho una crítica abierta a la política seguida por Clinton en los últimos días, y ha insistido en su respaldo a los soldados estacionados en el golfo Pérsico.
Así, las interrogantes políticamente riesgosas quedan a cargo de Gingrich y otros republicanos, que aunque hace una crítica velada a Clinton tampoco pretenden deslucir la imagen del poderío de su país. ``Estamos apoyando a las tropas estadunidenses en Medio Oriente. Pensamos que es importante que estemos unidos en momentos de tensión internacional'', dijo Gingrich.
Mientras, Arnold Kanter, quien fue subsecretario de Estado durante la administración Bush, recalcó que la condena rusa a la operación militar es ``inquietante'' para las relaciones entre Moscú y Washington.
Aunque el 80 por ciento de los estadunidenses apoyan la decisión de Clinton de atacar posiciones iraquíes en el sur de Irak, el candidato presidencial independiente Ross Perot sostuvo que ``la guerra no es un lugar para que los políticos creen una imagen positiva y acrecienten su popularidad''.
Haciendo hincapié en que debe haber un compromiso nacional antes de que Estados Unidos se involucre en una guerra, el multimillonario texano destacó que de llegar a la Casa Blanca presentará una propuesta de un ``impuesto bélico'' para los civiles que no vayan al frente.