La Jornada 5 de septiembre de 1996

Otro fracaso de respuesta conjunta en el Consejo de Seguridad Rusia, Francia y China, en contra; se violan leyes: el Kremlin

Afp, Ap, Reuter, Dpa, Efe y Ansa, Nueva York, 4 de septiembre Rusia, Francia y China tomaron distancia hoy de los ataques estadunidenses contra el sur iraquí, y el Kremlin advirtió que estos violan las leyes internacionales, por lo que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas fracasó en su segundo intento de lograr una respuesta conjunta a la crisis.

De los cinco miembros permanentes del órgano ejecutivo de la ONU, sólo Gran Bretaña ha brindado total apoyo a Washington en la crisis. Londres presentó un proyecto de resolución que condena a Irak por la irrupción de sus tropas en la localidad de Erbil --principal ciudad del Kurdistán iraquí-- y demanda la retirada inmediata de las tropas de Bagdad del norte del país. Pero no menciona los dos ataques con misiles ordenados por el presidente Bill Clinton en el sur de dicho país árabe.

Para justificar esos ataques, Washington citó la resolución 688 del Consejo de Seguridad, adoptada el 5 de abril de 1991, luego de que Irak atacara a los disidentes kurdos tras su derrota en la Guerra del Golfo. Aunque la resolución condena la represión de civiles y demanda a Bagdad permitir el acceso de grupos internacionales de ayuda humanitaria en todas las áreas del país, no especifica el uso de la fuerza, ni establece zonas protegidas en Irak.

Las ``zonas de protección'', en el norte para los kurdos y en el sur para la población chiíta, fueron determinadas por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, al margen de las instancias del Consejo de Seguridad.

Los representantes francés y ruso ante la ONU rechazan el argumento estadunidense de que la intervención iraquí en el norte de su territorio es violatoria de la resolución 688, y ambos sostienen asimismo que la aplicación del plan petróleo por alimentos --que permitiría a Bagdad vender petróleo limitadamente para adquirir alimentos-- debe ser emprendida lo antes posible, a lo cual se oponen Washington y Londres.

Desde el martes, los 15 miembros del Consejo de Seguridad han estado discutiendo la resolución propuesta por Gran Bretaña, pero la misma ha encontrado resistencia, la cual se ha visto incrementada tras el segundo ataque misilístico estadunidense. El jefe del gabinete del Kremlin, Anatoli Chubais, calificó la situación de ``dramática'', y advirtió que la situación podría tener consecuencias ``muy peligrosas''.

En una declaración oficial, el gobierno ruso indicó que ``el aumento de la tensión en torno a Irak continúa... y Washington se ha atribuido el papel de juez, lo que provoca preocupación''. Sostuvo que Estados Unidos se habría apropiado de las competencias del Consejo de Seguridad, y que la ampliación de la zona de exclusión, dispuesta ayer por Estados Unidos, es un juego peligroso. En este contexto el canciller ruso, Yevgueni Primakov, advirtió que su representante en la ONU vetaría la propuesta de resolución presentada por Londres, tras indicar que ``hay fuerzas que desean preparar un mundo unipolar (donde) un solo superpoder impondría sus términos a todos los demás''. El segundo ataque estadunidense contra posiciones iraquíes fue ``inaceptable'' añadió el canciller, quien demandó un inmediato cese de dichas operaciones militares.

El gobierno francés adoptó una postura más cauta, y tras recordar el ingreso de las tropas iraquíes a Erbil --violando la zona de exclusión en el norte--, señaló: ``Estados Unidos procedió a un ataque de represalias, y estos acontecimientos suscitaron la inquietud del gobierno francés''. Subrayó que, aunque este ataque fue ``limitado'', debe reinstaurarse el diálogo, pues sólo así podrá volver la calma al Kurdistán iraquí y ``podrá seguirse evitando la escalada''.

El gobierno alemán dijo ``compartir la preocupación'' expresada por París, mientras que el primer ministro británico, John Major, justificó el segundo ataque estadunidense. Estas posturas también han impedido a los 15 países miembros de la Comunidad Europea pronunciarse oficialmente en torno a la nueva crisis, y trascendió que Londres ha estado cabildeando para que la CE exprese un fuerte respaldo a Washington.

China lanzó a Estados Unidos una advertencia contra otras acciones bélicas en Irak, pero no condenó abiertamente las lanzadas hasta ahora por las fuerzas estadunidenses. ``Tememos otra acción por parte de Estados Unidos, y esperamos que la situación no siga deteriorándose'', indicó el gobierno en Pekín, el cual destacó que ``la soberanía y la integridad territorial de Irak deben ser respetadas''.

En un comentario atribuido a ``un experto militar oriental'', la agencia Xinhua comentó que Clinton está utilizando los ataques contra Irak para fortalecer su presencia militar en el Pérsico y la propia imagen presidencial estadunidense de cara a las próximas elecciones.

Similar pronunciamiento formuló Teherán, al considerar que Clinton ``ataca Irak sólo para obtener votos'' en noviembre. Siria, a su vez, advirtió sobre los riesgos de una escalada de tensión, señalando que ``la agresión estadunidense contra objetivos iraquíes amenaza la integridad territorial y la soberanía'' de ese país.

Japón reiteró su apoyo a la operación estadunidense, mientras que India y Pakistán externaron preocupación por el incremento de la tensión; Indonesia y Corea del Sur instaron a una solución rápida del conflicto, y Vietnam condenó el uso de la fuerza. En América Latina, Argentina fue el único país que justificó la acción militar, y su presidente, Carlos Menem, calificó de ``dictador sangriento'' a Saddam Hussein.

En todo caso, Gran Bretaña indicó que analizará las objeciones planteadas a su proyecto de resolución, que este jueves será analizado nuevamente en el Consejo de Seguridad