Suspenden yaquis el bloqueo de un acueducto al lograr puntos de acuerdo
Jesús Moreno Durazo, corresponsal, y Matilde Pérez Los indígenas que mantenían bloqueado el acueducto Yaqui-Guaymas, en Sonora, determinaron levantar ``temporalmente'' su protesta, luego de lograr algunos puntos de acuerdo con el gobierno estatal. Sin embargo, otro grupo de yaquis continúa en plantón permanente en la zona de bombeo de Boca Abierta que, advierten, sólo desalojarán si son resueltas sus peticiones.
Entre los acuerdos logrados por las autoridades tradicionales de los ocho pueblos yaquis, encabezados por José Bajeca Nieves, gobernador de Vícam, con el secretario de Gobierno del estado, Roberto Sánchez Cerezo, y con Ernesto Gándara Camou, delegado de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap) en Sonora, destacan la canalización de un millón y medio de pesos, a través de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), para proyectos productivos en tierras de la etnia.
También los funcionarios prometieron llevar agua potable a las comunidades de Pótam, Huiribis, Belem, Oros y Ráhum; reparar los caminos vecinales de sus comunidades, y dotar de becas y desayunos escolares a todos los niños de la tribu.
Sin embargo, Bajeca Nieves expuso que aún está pendiente una serie de puntos del pliego petitorio firmado por el Consejo Indígena de los ocho pueblos. Entre estos, subrayó, más atención del sector salud en sus comunidades y el pago de lo que les corresponde por concepto de producción agrícola de tierras de los yaquis.
Respecto al patronato de la carretera de cuatro carriles, recordó que existe un convenio en el que se estipula que los yaquis tienen derecho a cierto porcentaje de lo recabado por las cuotas, puesto que la carretera cruza por comunidades indígenas.
Bajeca Nieves señaló que otro de los reclamos de la etnia es la delimitación de su territorio para poner fin a las invasiones contra la tribu, y que se les respete la zona marina de Bahía de Lobos, área del territorio yaqui que, según ellos, se encuentra invadida por pescadores ajenos a sus comunidades. Hasta entrada la noche de hoy, se aún estaban discutiendo éstos y otros puntos con funcionarios estatales.
Asuntos pendientes desde 1979
``No queremos entrar en un conflicto con el gobierno'', habían advertido hace nueve meses los ocho gobernadores de la tribu yaqui, al pedir la intervención de la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca para resolver definitivamente el problema de contaminación en Bahía de Lobos, Sonora, y la reubicación de los pescadores de la cooperativa Abelardo Sánchez, pendiente desde 1979.
Al gobernador Manlio Fabio Beltrones y a la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) les habían insistido en que volvieran a realizarse los trabajos de deslinde de su territorio, apegándose al decreto presidencial de 1936 para que se les restituyan 5 millones de hectáreas.
En diversos escritos y reuniones con representantes de la Semarnap, los gobernadores de Vícam, Torim, Potam, Ráhum, Bacum, Huirivis, Cocorit y Belem subrayaron que desde 1979 existe el compromiso del gobierno de Sonora y un convenio aceptado por los pescadores de la cooperativa Abelardo Sánchez de reubicarse y trabajar en los esteros de La Anastacia y Los Mélagos, los cuales nunca se cumplieron.
Las bahías de Lobos, Las Guásimas, Los Esteros de Yasicuri, Las Tortugas, Tecolote, Las Cruces, Algodones, El Camapochi, Siuti, Las Palomas, La Luna, San Francisco, La Culebra y Las Piedras son desde 1973 --por decreto presidencial-- de explotación pesquera exclusiva para la tribu yaqui y su cooperativa de producción.
``Demandamos respeto a los convenios. No es sólo la contaminación, sino el azolve del dren que está enterrando la bahía; ahora tiene entre metro y medio y dos metros de altura'', explicó el gobernador de Cocorit, Angel Cota Pérez.
Recordó que en agosto, en Hermosillo, las autoridades tradicionales del pueblo yaqui sostuvieron una reunión con personal de la Semarnap, encabezados por el coordinador de delegaciones, Marco Antonio Carbajal. ``Allí les dijimos que esperábamos que las autoridades iniciaran el diálogo, que dijeran su palabra. Este es un problema serio. No es un capricho de nosotros'', destacó.
En esa reunión, los representantes de la Semarnap --según una grabación, cuya copia tiene La Jornada-- informaron a las autoridades tradicionales del pueblo yaqui: ``Hemos asistido a los diálogos porque (Julia) Carabias (titular de la Semarnap) recibió una llamada de la Cámara de Diputados solicitando se atendiera a un grupo de yaquis'', y puntualizaron que a la dependencia sólo le correspondía atender cuestiones referentes a pesquerías y contaminación de agua.
Aclararon: ``Como autoridad medioambiental y pesquería se trabajará en lo que nos compete, siempre de acuerdo con el gobierno del estado, y no haremos nada que éste no apruebe. No buscaremos salirnos de la ley ni armar ningún programa en el que no esté de acuerdo el gobierno estatal''.
Indicaron que el gobierno de Sonora y la Semarnap trabajaban en un proyecto de plantas tratadoras de aguas residuales --cuyo avance es de 20 por ciento y estará terminado en marzo de 1997--, con el cual se saneará la calidad de agua vertida por el dren.
Agregaron que el programa de ordenamiento pesquero incluye en una de sus partes la pesca ribereña, la cual se regulará en términos de disponibilidad de recursos, áreas de pesca, número de pescadores y procederá a identificar a las personas autorizadas para exlcuir a quienes no tienen derecho.
En esos programas que está por aplicar la Semarnap se tocará el control de la producción para evitar la pesca furtiva y se asignarán áreas exclusivas de desembarque.
A la advertencia de los yaquis, los representantes de la Semarnap contestaron: ``No queremos que esto desemboque en un conflicto; si ustedes creen que va a derivar en eso, nosotros lo entendemos...