La inequidad en la distribución del ingreso en México se encontraba ya, desde hace algunos años, entre las más desproporcionadas de todo el mundo, pero los listados de Forbes y los datos oficiales de cómo se reparte la riqueza en el país confirman que el abismo entre ricos y pobres se amplía en forma aberrante.
Según un estudio del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), basado en información del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el 10 por ciento de los ricos posee el 41 por ciento de la riqueza del país, mientras la mitad de la población recibe sólo el 16 por ciento del ingreso nacional.
Es sintomático que a partir de diciembre de 1994, mientras millones de mexicanos han sido severamente golpeados por la crisis, la élite multimillonaria relacionada por Forbes aumentó 50 por ciento: de 10 a 15 familias que concentran el poder y el dinero. En 1995 los 10 mexicanos más ricos (Slim, Azcárraga, Peralta y Zambrano, entre otros no menos importantes) concentraron fortunas por un total de 16 mil 400 millones de dólares, monto que representó 6.9 por ciento del PIB.
Según el análisis, en el año en curso la riqueza total acumulada por los 15 mexicanos más ricos (25 mil 600 millones de dólares), equivale al 9 por ciento del PIB estimado para 1996. Es decir, que mientras se recrudecen las condiciones salariales para la mayoría de los 34 millones que integran la Población Económicamente Activa (PEA) del país, este reducido número de mexicanos incrementó considerablemente sus fortunas.
En el exclusivo club de ricos mexicanos se encuentran familias ya tradicionalmente acaudaladas como los Azcárraga, los Garza y los Zambrano, a los cuales se han sumado en los últimos años ``aquellos que amasaron sus fortunas al amparo del poder político y de la ola privatizadora de empresas estatales, que se dio fundamentalmente durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari''.
El estudio menciona a ``Carlos Slim, Ricardo Salinas Pliego, Roberto González Barrera, entre otros, todos ellos beneficiados con las privatizaciones de Telmex, Imevisión, la banca y parte de Conasupo. En el caso de Salinas Pliego y González Barrera, hoy enfrentan procesos legislativos de investigación sobre la `legalidad' en la conformación de sus fortunas''.
La existencia de 15 mexicanos en la lista de los más ricos del mundo, mientras el país atraviesa por la crisis económica más severa desde la gesta revolucionaria de 1910, constituye a nivel mundial un hecho moralmente condenable y escandaloso, dice el estudio.
De aquí, de allá y de todas partes
Los 15 multimillonarios de Forbes (1996) acumulan en dólares el equivalente a los ingresos anuales de 23 mil 893 salarios mínimos anuales, o bien podrían pagar también ingresos anuales de 11 millones 948 mil 115 mexicanos que ganan hasta dos salarios mínimos. La riqueza de Raúl Salinas Pliego --según el estudio del Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM-- dueño de TV-Azteca y de la cadena de tiendas Elektra, alcanza para construir y equipar a 5 mil 615 escuelas de nivel básico (preescolar, primaria y secundaria) en el país. Serían 175 escuelas por entidad federativa.
La fortuna del dueño de Telmex, apunta el documento, alcanzaría para construir y equipar a 4 mil 951 hospitales generales (cada uno con 30 camas) totalmente equipados; es decir, 154.7 por entidad federativa, o bien 2.2 hospitales generales por municipio en el país. También tendría la opción de construir y equipar totalmente 34 mil 294 escuelas de nivel básico.
Con la de Roberto González Barrera (mil 100 millones de dólares), dueño del Grupo Maseca y de Banorte, se podrían construir 263 mil 302 nuevas casas habitación de interés social, cubriendo el 25 por ciento del déficit de los municipios conurbados del estado de México.
Los 2 mil 500 millones de dólares de Alejo y Carlos Peralta, propietarios de Iusacell, equivalen al monto total de las pensiones del IMSS y del ISSSTE por más de tres años, en tanto que los mil millones de dólares que ha acumulado Jerónimo Arango (dueño del Grupo Cifra) equivalen al costo total de 3 mil 422 guarderías urbanas para 100 niños o 107 guarderías para cada entidad federal.
El presidente Zedillo, a raíz de su viaje a Canadá, anunció que el costo de la actual crisis económica asciende a 70 mil millones de dólares. Dicho monto representa el 25 por ciento del PIB estimado para 1996, mientras en 1992 el impacto de la crisis en el PIB fue de apenas 3 por ciento.
Coincidentemente, la proporción de las remuneraciones a los asalariados en el PIB actualmente se estima también en 25 por ciento, por lo que con el dinero que costó la crisis (por concepto de déficit en cuenta corriente, pago de servicio de la deuda externa, fuga de capitales, etc.), se pudieron haber aumentado en 100 por ciento los ingresos anuales del total de los asalariados mexicanos. (continuará el lunes)