El pueblo tiene hambre de pan y paz social: obispo Godínez Flores
José Antonio Román, enviado, Guadalajara, Jal., 6 de septiembre El tiempo que hoy vive el país se caracteriza por el miedo, la desconfianza y por tener una ``paz frágil'', afirmó aquí el secretario general del Episcopado Mexicano, Ramón Godínez Flores, quien también sostuvo que el pueblo ``tiene hambre de pan y paz social''.
Y agregó: ``Dondequiera que hay guerra, allí está lesionada la justicia. Donde hay mentira y abuso de poder, allí hay injusticias''.
Al participar en el primer Congreso de Ex Alumnos del Seminario de Guadalajara, a 300 años de su fundación, el jerarca eclesiástico insistió en que la sociedad mexicana enfrenta ``graves desniveles de miseria'', agudizados por la actual crisis económica y social. ``De aquí que vemos que no puede haber una verdadera y duradera paz, si no hay una vida digna y justa en quienes formamos la sociedad''.
Durante su ponencia titulada El papel de la Iglesia en el México de hoy, Godínez Flores presentó una seria reflexión sobre la situación que vive el país, la cual calificó de ``sumamente difícil''. En realidad, señaló, a todos nos llenan de temor los signos de violencia que recientemente ha padecido México en diversos lugares.
En el documento que presentó ante profesores, seminaristas y ex alumnos de la institución, Godínez citó algunas afirmaciones contenidas en el Proyecto Pastoral del Episcopado Mexicano 1996-2000. ``Vemos con gran preocupación que el creciente empobrecimiento en que están sumidos millones de hermanos nuestros, hasta llegar a intolerables extremos de miseria, es el más devastador y humillante daño que vive nuestra patria''.
Dijo también que hay una creciente ola de violencia y una gran inseguridad pública que en gran parte se debe, entre otros factores, a la pobreza, a la impunidad y a una deficiente impartición de la justicia. La deshonestidad y la corrupción afloran públicamente y parecen impregnar todos los estratos de nuestra sociedad, advirtió.
Hace falta recuperar la justicia por el camino del diálogo y del trabajo. Hace falta crear, incansablemente, relaciones de respeto, de apoyo, de reconciliación y de alegría para que haya un clima de auténtica paz. La paz del mundo se va fraguando en las familias, fundamentalmente, en el corazón de cada persona humana, dijo en su ponencia.
Hay que destacar que entre los ex alumnos de este seminario se encuentran no sólo 72 obispos, sino también algunos gobernadores de diversos estados, diez destacados juristas y tres presidentes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Godínez apuntó que otra de las características de la actual sociedad es que, en general, los mexicanos tenemos una ``insuficiente educación''. Es decir, existe una firme y sincera fe, pero insuficiente formación doctrinal, y muchos otros carecen también de una capacitación profesional para trabajar y para tener un empleo estable que permita una vida digna.
Es urgente, añadió, que en todas partes y en todos los sectores de la población se impulse una formación integral y así seguir colaborando con los organismos educativos de la Iglesia, lo mismo que con los centros oficiales de enseñanza.
``En efecto, es preciso completar así lo que no puede hacer la autoridad o las mismas familias.
``Aquí debemos destacar la labor fundamental de los maestros con verdadera vocación de educadores, y la de las comunidades religiosas que atienden a la educación integral de los niños y los jóvenes entre nosotros. De las escuelas y de la familia dependen mucho el presente y el futuro de nuestra juventud mexicana''.
Sobre la participación de la Iglesia en la sociedad, sostuvo que su presencia debe acrecentarse más aún, ante este difícil momento que se vive.
No obstante reconoció que la institución eclesiástica debe estar más abierta a los signos de los tiempos: ``La Iglesia debe intensificar los aspectos visibles que deben despertar en todos el gusto por la amistad y la reconciliación, el gozo del trabajo responsable y solidario, la experiencia de ir configurando una sociedad mexicana más justa y más solidaria.
Este primer congreso se realiza en las instalaciones del mismo seminario; hoy fue inaugurado por el arzobispo anfitrión, cardenal Juan Sandoval Iñiguez, y con un par de conferencias magistrales a cargo de José Guadalupe Martín Rábago, obispo de León y presidente de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, y de Efraín González Morfín, actual secretario de Educación del estado de Jalisco e ideólogo del panismo tradicional.
Posteriormente, los trabajos se dividieron en diez temas diferentes, que fueron desde el compromiso social de los ex alumnos del seminario, hasta la evangelización y pluralidad cultural, pasando por la ética y compromiso social y las alternativas del liderazgo cristiano, donde participaron obispos, académicos y reconocidos analistas de cuestiones religiosas.
Para este sábado se espera aquí la asistencia del nuncio apostólico, Girolamo Prigione, y la participación en conferencia magistral del cardenal Pío Laghi, prefecto de la Congregación para la Educación Católica de la curia vaticana, quien asiste como invitado especial