En información reciente del Departamento del Trabajo de Estados Unidos (Reforma, 3 de septiembre), se presenta la dinámica del salario manufacturero en casi 30 países para el periodo 1975-1995.
Dado que la evolución no ha sido homogénea, valdría hacer una clasificación por regiones geográficas, que refleja en orden descendente la dinámica observada de esa variable.
Por un lado tenemos a los famosos países del este asiático, quienes han visto crecer en la mayor magnitud porcentual su salario en dólares por hora. Así, Corea lo hizo en 2 mil 213, Taiwán en mil 355, Singapur en 767 y Hong Kong en 534 por ciento. Japón, por su parte, en 689 por ciento. Los países europeos miembros del área del libre comercio como Noruega, Suecia, Finlandia, Austria y Suiza lo hicieron en 260, 197, 438, 463 y 381 por ciento, respectivamente. Los países de Europa occidental como Francia, Italia, Reino Unido y España en 328, 253, 309 y 402 por ciento, respectivamente. Por último, tendríamos a Estados Unidos y Canadá, cuyos salarios en dólares crecieron en ese mismo periodo a la tasa más baja, en 170 y 169 por ciento.
Habría que advertir que desde 1985 el dólar se ha depreciado de manera considerable respecto a varias monedas europeas fuertes y el yen, por lo cual la evolución referida de algunos salarios en parte podría reflejar este fenómeno cambiario, más que una elevación tan alta como la referida. Sin embargo, las cifras anteriores demuestran que en todo caso ha habido un incremento salarial a pesar de que los indicadores de desempleo también han crecido, sobre todo en los países europeos. Así, para este grupo de países parecería que asistimos a un fenómeno de agotamiento en la generación de empleos, pero con trabajadores mejor pagados.
Llama la atención que los países de Norteamérica son los que menos han visto crecer su salarios, pero también sus tasas de desempleo.
El último lugar de la lista lo ocupa México, con un incremento de 3 por ciento, en la medida que el salario pagado en dólares pasó de $1.47 a $1.51 para el periodo de estudio. En todo caso, si elimináramos el fuerte efecto erosionador de la devaluación del año pasado, el valor en dólares, considerando que el tipo de cambio se encontraba con alta sobrevaluación, habría sido de alrededor de $2.8. Este valor no encuentra comparación con los datos de los países restantes.
Sin duda que un salario tan bajo en términos del dólar, en primera instancia, representa una fuente importante de competitividad en términos de costos de producción; sin embargo, habría que tomar en cuenta diversos factores para tener un mejor indicador de esa variable. Recordemos que hace algunas entregas comentábamos que de acuerdo con el Informe Anual de Competitividad Mundial que elabora el Instituto Internacional de Administración, la economía mexicana ocupaba el lugar 42 en una lista de 46 países, detrás de Colombia, Brasil, Chile y Argentina.
Esto nos hace ver que salarios bajos y estáticos, cuando no decrecientes, no es una fuente importante de la competitividad externa. Todos los países referidos al principio de este artículo se encuentran en los primeros lugares de ese informe, a pesar de haber tenido salarios crecientes.