En Más allá de las nubes, la excelente película que Michelangelo Antonioni realizó con ayuda de Wim Wenders, el tema central es el elusivo arte de contar historias. Un director viaja por distintas ciudades en busca de un asunto para su nueva película. Antonioni ofrece los borradores, los intentos fallidos, los restos que normalmente no quedan fuera de la versión definitiva y sin embargo conforman su trama esencial. Sin esas historias descartadas, el cine sería imposible. Para muchos, se trata de la más personal cinta del autor de La noche. Sin embargo, en esta bitácora íntima hay una cita proveniente de otro buscador de historias que no está registrado en los créditos. En un café de París, una mujer se acerca a la mesa de un hombre para contarle una historia. Antonioni sitúa la anécdota en un México imposible donde hay pirámides incas. En realidad, la historia proviene de África y fue recogida por el escritor inglés Bruce Chatwin. Ofrecemos el pasaje de Chatwin, en traducción de Rafael Vargas: "Un explorador blanco en África, ansioso de seguir adelante con su viaje, le pagó a sus cargadores para avanzar a marchas forzadas. Pero ellos, casi a punto de llegar a su destino, depositaron en el suelo sus paquetes y se negaron a moverse. Ninguna cantidad extra de dinero los convencería de hacer otra cosa. Dijeron que tenían que esperar a que sus almas los alcanzaran." Más allá de las nubes, también Bruce Chatwin espera que su alma llegue a los créditos de la película.
El tomate decente
Aunque usted no lo crea, las coles de Bruselas ya pertecen a los confines rigurosamente vigilados por el moralismo tapatío. Hace unos días, el ayuntamiento panista propuso erradicar las "malas palabras" en el mercado de abastos de la Perla de Occidente. La verdad sea dicha, ignoramos el vocabulario con el que los tapatíos se dirigen a sus legumbres, pero de ahora en adelante tendrán que pedir un "dilecto nabo", un "ínclito camote" o una "gentil papaya". Después de luchar contra la minifalda, los calendarios de Gloria Trevi y el pernicioso hedonismo de la televisión nacional (sic), el panismo busca que quienes ofertan pepinos traten al público con "un lenguaje decente". El ayuntamiento tendrá facultad de verificar que el locatario cumpla de con estas obligaciones. Obviamente, una pregunta se alza entre el olor del cilantro y las cebollitas de Cambray: qué es el lenguaje decente? Cuál es la fórmula pía para decirle al marchante de uñas ávidas que se abstenga de mayugar lo que no compra? Por lo visto, los panistas esperan que hábitos arraigados desde el tianguis azteca sean reescritos por un Carreño de verdulería. Y aquí se impone otra pregunta: por qué es necesario vigilar las bocas del abasto? Es de suponerse que el espíritu tapatío no soporta que lo insulten al surtirse de plátanos dominicos, de modo que las ofensas lingüísticas no pueden ser tan terribles. Acaso la ciudadanía se soltó llorando, se puso chipil, contrató un mariachi vengativo o se traumó por las léperas transacciones de los comerciantes? Para innumerables decisiones, el PAN se ampara en la "decencia". Tal vez en el futuro descubra que El hombre en llamas, de Orozco, es indencente porque está desnudo y trate de hacer una versión con "llamas vestidas". Por lo pronto, en el mercado donde el ayuntamiento espera que los apios se vendan con decencia, se escucha una frase de Luvina: "El gobierno no tiene madre."
Alcaraz y Monterroso
Por segunda ocasión, José Antonio Alcaraz ha puesto en escena las fábulas de Augusto Monterroso. Con la entusiasta participación de los alumnos de la escuela de teatro de la UNAM, Alcaraz ha logrado unas felices bodas de la música, el teatro y la mejor literatura. Durante cincuenta funciones, una fauna plena de humor e imaginación se presentará en el Centro Cultural Universitario. De sobra está decir que las ovejas negras son bienvenidas. |
Imagina a Velázquez (II)
4) En el cuadro La Venus del espejo, pintado en Italia, el tema es un lugar común: la mujer desnuda se contempla en el espejo que sostiene un amorcillo o Cupido. Tiziano, El Veronés y Rubens lo habían tratado. Sólo Velázquez la tiende en el lecho. El maestro elude la franqueza veneciana y la pinta de espaldas, ondulante y descansada, en eterna promesa de sonriente sensualidad. Ya la tenemos ahí y preguntemos ahora con sencillez: quién es la modelo? "Se trata de Lavinia Triunfi, una pintora que retrató Velázquez? adelanta Julián Gállego, es este desnudo, al mismo tiempo casto y seductor, reservado y coquetón, una declaración amorosa?" Con dama hemos topado, querido amigo, y de paso con el feminismo. Quién es esta Lavinia de exaltante apellido? Había mujeres pintoras en la ruda Italia de Caravaggio? Sabes de alguna? A ver, empecemos a barajar nombres. Ahí van (y juro que no invento nada): Sofonisba y Lucía Anguissola, hijas de un noble viudo que educó a la prole en los ideales del Renacimiento. Sofonisba es la más conocida. Fue su maestro Bernardino Cambi y murió en Palermo en 1625. Es notable su autorretrato tocando el clavecín. La siguiente es Lavinia Fontana, que empezó a pintar hacia 1570 bajo la guía de su padre y maestro, Próspero Fontana. Casó con Gian Paolo Zappi, también pintor, tuvo muchos hijos y trabajó en Roma bajo protección de varios pontífices. De un cuadro suyo que ardió en 1823 se conserva un grabado de 1611 hecho por el gran Callot. Siguen las dos más conocidas: Elisabetta Sirani (1638-1665) y Artemisia Gentileschi (1593-1652), ambas hijas de pintores. El arte de Sirani deriva de Guido Reni, maestro de su padre. Murió joven. A su entierro asistió una gran multitud y su epitafio la califica de Pittrice Famosissima. En mayo de 1606 el maestro Caravaggio huyó de Roma acusado de haber dado muerte a puñaladas a un hombre. No se fue solo. Entre los que lo acompañaban figuraban su discípulo Orazio Gentilschi y la hija de éste, Artemisia, destinada no sólo a ser gran pintora, sino santa de la veneración feminista. La documentación sobre ella, que es abundante, incluye un célebre juicio en el que el asistente de Orazio y maestro de Artemisia, Agostino Tassi, es acusado de haber seducido a la muchacha de 19 años con promesas de matrimonio y haberse fugado con ella, sin cumplirlas, y con algunos cuadros que al parecer no eran suyos. La pintura de Artemisia tiene todo el claroscuro y desbordante dramatismo operático de los Caravaggisti que revolucionaron el arte de la época. Se dice que ella superó a todos los epígonos. Famosas son sus obras con tema y tratamiento protofeminista como Susana y los viejos o Judith decapitando a Holofernes donde se representan, acaso por vez primera, no sólo al cuerpo y el gesto sino también la interioridad de la mujer. De Properzia de Rossi se informa que es la única mujer del Renacimiento que hizo esculturas de mármol. Vasari asegura que fue muy hermosa. Hasta aquí llego. De Lavinia Triunfi no pude averiguar nada. Pero imagina a Velázquez pintándola, muy sentadita. O imagínala a ella pintándolo a él, de pie, la mano en el pecho. O imagínalos pintándose mutuamente, imagina esas miradas reconcentradas, fijas, de retratista, sobre el pliegue de la ropa o el músculo del cuello, y ahora imagina que esas miradas frías, técnicas, reconcentradas, de pintores de retratos, se encuentran en el aire, chocan un momento, como floretes, los ojos en los ojos mirándose... 5) Hacia el mediodía del 31 de julio de 1660, Velázquez se siente mal. Tiene escalofríos, sed, náuseas, y pide permiso para retirarse de palacio. El rey se preocupa y envía a sus médicos. Se diagnostica lo siguiente: "Terciana sincopal minuta sutil", es decir, está gravísimo. Resistió sólo unos cuantos días y murió. Tenía 61 años. Qué sería esa tan calificada dolencia, la "terciana sincopal minuta sutil" que parece salida de un poema surrealista? 6) Pero imagina a Velázquez, imagínalo pintando. De eso que está haciendo tu imaginación, un contemporáneo, o casi, dijo: "El primor consiste en (con) pocas pinceladas obrar mucho, no porque las pocas no cuesten, sino que se ejecuten con liberalidad, que el estudio parezca acaso y no afectación. Este modo galantísimo hace hoy famoso (a) Diego Velázquez, pues con sutil destreza, en pocos golpes muestra cuanto puede el arte, el desahogo y la ejecución presta..." Me gusta mucho eso de que "el estudio parezca acaso y no afectación", a ti no?
La amenaza de los clones
En noviembre de 1993, los doctores Jerry Hall y Robert Stillman del Centro de Investigación sobre Fertilidad de la Universidad George Washington, desataron un escándalo de proporciones mundiales cuando anunciaron que habían logrado clonar embriones humanos. Lo que hicieron fue tomar embriones humanos con defectos que les hubieran impedido desarrollarse totalmente, los hicieron crecer por unos días y una vez que se habían dividido alrededor de ocho veces, los investigadores los partieron en dos. Las dos mitades del embrión se multiplicaron una vez más. De no haber interrumpido su desarrollo, estos embriones se hubieran convertido en gemelos; en vez de eso, fueron divididos otras 48 veces. El temor desatado por ese logro técnico entró en resonancia con una larga tradición de historias de terror en torno a la clonación y la experimentación genética, presentes en la imaginación desde hace varias décadas en novelas famosas como Un mundo feliz de Aldous Huxley, o bien en Los niños del Brasil de Ira Levin (llevada al cine por Franklin Schaffner en 1978), con su amenaza de hitleritos de probeta. Los clones han servido de materia prima para numerosas películas de ciencia ficción de serie B, como aquella inepta Parts, The Clonus Terror (Roger Fiveson, 1979), en la que los clones visten con ropa Adidas, o bien el fusil de Alien producido por Roger Corman, Mutant/Forbbiden World (Allan Holzman, 1983), la infame Metamorfosis/The Alien Factor (Glen Takakjian, 1993) y Clones de (Paul Hunt, 1973) entre otras, así como para filmes de mayor prestigio, como las diversas versiones y secuelas de La mosca y el reciente remake de John Frankenheimer de La isla del Dr. Moreau (filmada en 1977 por William Witney), la cual era a su vez un remake de la película de culto clásico The Island of the Lost Souls (Eric Kenton, 1933), inspirada en una obra de H.G. Wells.
A cada quien sus embriones
La ectogenesis (creación de vida fuera del cuerpo humano) dejó de ser hace mucho tiempo materia de ciencia ficción; hoy es una técnica que se utiliza para la fertilización in vitro. El útero materno se ha convertido en un espacio cada vez menos necesario para el desarrollo de la vida humana. Se pueden fertilizar óvulos fuera del cuerpo o bien extraer un feto de cinco meses para que continúe su desarrollo en una incubadora. De hacer a un lado una serie de códigos éticos, morales y religiosos, la técnica de clonación, añadida a estas posibilidades, ofrece una serie de opciones sin precedentes para la preservación de la especie. Por ejemplo, si uno tiene un hijo y a los cinco años decide que está muy complacido con él y que quiere otro igual, bastará descongelar un embrión idéntico al suyo (dividido y propiamente almacenado a 198 grados C poco después de la inseminación), depositarlo en el útero y dejar que la naturaleza se ocupe del resto. A toda persona se le puede asignar su mitad de embrión para que haga con ella lo que quiera, incluyendo desarrollarlo a manera de granja de órganos de repuesto (riñones, hígado, médula, ojos, corazón), los cuales obviamente serán absolutamente compatibles.
Los márgenes de lo aceptable
En muchos países, a algunas futuras madres se les pratica rutinariamente la prueba de la amniocentesis, a partir de las 12 semanas de embarazo. Esta prueba, que consiste en extraer una muestra del líquido amniótico (a través del abdomen con una jeringa) y analizarla para detectar desórdenes genéticos o bioquímicos, podría considerarse hasta cierto punto como una especie de práctica eugenésica; no obstante, poca gente podría cuestionar el valor de la información que provee. No es difícil imaginar que tras una intensiva campaña de propaganda, algunas corporaciones farmacéuticas lograran ampliar aún más los márgenes de lo aceptable y se dedicaran a la comercialización de embriones de seres humanos superiores. Así uno podrá evitar la incertidumbre de la paternidad, al poder elegir entre varios modelos humanos patentados, garantizados y listos para salir del refrigerador e ingresar al útero.
Este mundo feliz
El multipromocionado Proyecto del Genoma Humano, es un programa que tiene por objetivo descifrar y catalogar en un periodo de 15 años las millones de parejas de genes de base que integran el ADN del hombre. Muchos grupos de activistas primermundistas temen que este conocimiento conduzca en menos de una década a la creación de una raza de esclavos felices (epsilons aptos para los trabajos más ingratos y para la guerra). Cualquiera que se haya paseado por las miserias del tercer mundo y naciones bananeras anexas, no puedeestar tan preocupado ante esa perspectiva. Es obvio que hace mucho habitamos un mundo feliz en el que hay una inmensa planta productiva hambreada y oprimida, que no sólo está dispuesta, sino que está desesperada por ser esclavizada a cambio de unos cuantos dólares. ¤ Naief Yehya ¤ [email protected]
|