El texto gratuito, medio de control: Sandoval Iñiguez
José Antonio Román, enviado, Guadalajara, Jal., 7 de septiembre En México la educación se ha convertido en un instrumento en manos del Estado para ``mentalizar y controlar'' a la población, afirmó el cardenal Juan Sandoval Iñiguez.
Es por esto, dijo, que el gobierno ``cede muy poco'' en el terreno educativo. ``Están empeñados en el texto único porque es por ahí por donde filtran sus puntos de vista, sus ideas y cuadriculan la mente de la población. Por eso, en este momento, es muy difícil que luchemos por tener otros textos en las escuelas''.
Ante profesores, obispos, seminaristas y ex alumnos del Seminario de Guadalajara, consideró que sólo cuando en el país exista una verdadera democracia se podrá superar este problema, pues la sociedad, mayoritariamente católica, podrá exigir libros de texto católicos o de inspiración cristiana. ``Mientras esto no suceda nuestro deseo no podrá ser'', agregó.
Sostuvo que los concursos para dichos libros son un engaño, ya que textos muy bien elaborados por padres de familia y especialistas en el tema siempre quedan en segundo lugar. Además, pese a todo lo que se diga desde el gobierno, estos libros están muy lejos de ser gratuitos, pues son pagados por los impuestos de la población, señaló.
Por su parte, el prefecto de la Congregación para la Educación Católica de la curia vaticana, cardenal Pío Laghi, durante una conferencia magistral con motivo del primer congreso de ex alumnos del seminario, se refirió de manera directa al caso de México.
``Puede pensarse justamente que la legislación se ha resentido por mucho tiempo de las contradicciones que han señalado la historia política del país, con sus luchas de poder, las cuales han hecho uso del sistema educativo como de un mecanismos para el control social''.
Por eso, agregó, quien mire al horizonte sin aferrarse al pasado, debe sentir para este momento de México la necesidad de un sistema educativo más personalizado y más comunitario; ``modelado más por la sociedad que por el Estado''.
El cardenal Pío Laghi señaló que lo mismo puede decirse del contenido de las enseñanzas. Ellas quizás se han inspirado hasta ahora desproporcionadamente en el laicismo y en el positivismo.
El prelado, quien asistió como invitado especial a este congreso, presentó también un mensaje del papa Juan Pablo II, en que el pontífice resalta la importancia de los seminarios conciliares como respuesta certera a la urgencia de proveer de una sólida formación a quienes se confía el ministerio sacerdotal.
``El mundo, que se caracteriza por rápidas y profundas transformaciones sociales y culturales, un creciente pluralismo ideológico y nuevos retos para la evangelización, exige de los apóstoles una gran madurez humana, una fe robusta y un vigoroso espíritu misionero, alimentados constantemente por una intensa vida de oración y una sólida formación pastoral'', dice la carta del Papa, que fue leída por el cardenal Sandoval durante la sesión matutina de este segundo y último día del congreso que reunió, entre otros, a varios obispos surgidos de estas aulas.
Durante su ponencia magistral, el cardenal de la curia romana bosquejó un panorama general de la participación de la Iglesia a nivel mundial: hay actualmente más de 170 mil escuelas católicas que atienden a más de 42 millones de estudiantes. Las universidades católicas son más o menos 900 y las facultades eclesiásticas unas 150.
Sin embargo, reconoció que a nivel mundial la escuela católica se encuentra seriamente limitada por legislaciones que coartan la libertad de enseñanza. ``Al no recibir ayuda del Estado, la escuela católica debe sostenerse con las colegiaturas de los alumnos y el resultado es que la educación se ve confinada a los sectores económicamente privilegiados y se convierte en elitista'', consideró.
Recordó que en América Latina concretamente, aunque la Iglesia católica es responsable de sólo 13.48 por ciento de la población escolar, su liderazgo es notable por la calidad académica de sus planteles.
Dijo que entre las expectativas de la Iglesia latinoamericana en materia educativa está la distribución equitativa de los recursos de muchos gobiernos latinoamericanos que, ``olvidando intereses y conveniencias e intereses políticos, opte por la oferta no estatal, confesional o no, y la apoye con criterios de mayor justicia.
De esta manera se hará posible pensar en una preferencia por parte de los sectores poblacionales menos favorecidos, que les lleve mayormente los beneficios de la educación, afirmó Pío Laghi durante su conferencia, pronunciada en el auditorio del seminario.
El cardenal reconoció, sin embargo, los grandes esfuerzos que hacen los mexicanos y el Estado para dar respuesta a la creciente demanda de la población en materia educativa.
Ha sido verdaderamente impresionante y los buenos resultados están a la vista, afirmó.
Pero parece evidente que las deficiencias que se observan y las que subsisten todavía deben adjudicarse sobre todo a la forma como se ha concebido y como se opera la actividad educativa en el país.
Las duras, directas y fuertes declaraciones del cardenal Sandoval, quien acompañó a Pío Laghi durante su conferencia magistral, se produjeron durante la sesión de preguntas y respuestas, y provocaron una gran sorpresa entre los asistentes, pues no necesitó mucho tiempo para responder a la pregunta, que originalmente había sido formulada al cardenal de nacionalidad italiana.