Combate a pobreza y terrorismo: Zedillo
Roberto Garduño E. y Andrea Becerril El gobierno y el pueblo de México habrán de emprender una ``lucha sin cuartel contra los terroristas que intentan atemorizar y dividir a los mexicanos'', advirtió el presidente Ernesto Zedillo, quien anunció asimismo la puesta en marcha de un programa nacional para combatir coordinadamente la pobreza.
Al inaugurar la 120 asamblea de la CTM, el mandatario informó que su gobierno destina 54 por ciento del presupuesto federal al gasto social.
El líder del Senado, Fernando Ortiz Arana;
el dirigente
de la CTM, Fidel Velázquez, y el presidente Ernesto
Zedillo, durante la asamblea de la central obrera.
Foto:
Francisco Olvera
Este rubro tendrá un incremento en 1997, al aumentar las contribuciones del sector público a la seguridad social, informó por su parte el secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez.
En el auditorio Fernando Amilpa de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), el primer mandatario enfatizó que en el país se cerrará el paso a ``quienes asesinan con cobardía'' y recurren al terrorismo para atemorizar y dividir a los mexicanos:
``Ustedes y yo sabemos que esos terroristas no lograrán sus crueles propósitos; no lo lograrán porque contamos con instituciones sólidas. Y contamos, también, con la unidad y el patriotismo de las organizaciones sociales que rechazan toda forma de violencia''.
Frente a los representantes del cetemismo tradicional, que tuvo ayer en las figuras históricas de Fidel Velázquez y Emilio M. González a sus más fieles exponentes, el Ejecutivo federal abordó el tema de la política social y de sus efectos inmediatos, y anunció la puesta en marcha de un programa que atenderá al final de su mandato a 4 millones de familias en extrema pobreza.
``La política social se dirige a todos los mexicanos, pero es preciso que hagamos más para atender a aquellos que viven en pobreza extrema. Por ello, en las próximas semanas daremos comienzo a un programa que unifica esfuerzos que hoy se hacen por separado, para las familias más pobres de México.
``Este programa proporcionará a las niñas, a los niños de las regiones con más pobreza, a través de las madres de familia, apoyos para adquirir alimentos básicos, servicios de salud completos, becas y materiales escolares para que puedan terminar su educación primaria y secundaria'', puntualizó.
Ernesto Zedillo dijo que con una vigorosa política de apoyo social, el Estado mexicano amplía los servicios básicos de nutrición, salud, vivienda y desarrollo rural y urbano.
Mientras el primer mandatario daba énfasis a sus palabras, el auditorio, abarrotado desde las 9 de la mañana por mujeres y hombres cercanos a los dirigentes sindicales que se apersonaron en el acto, guardaba silencio. A esos cetemistas, el presidente Zedillo les recordó que el gasto social en el país equivale a 54 por ciento del gasto programado por el gobierno federal.
Que ese dinero se destina, entre otros programas, a la atención médica de 60 millones de personas; a la distribución de 2 millones 650 mil desayunos escolares; al pago de 745 mil becas para niños en edad escolar; a 30 millones de personas que consumen tortillas; a 5 millones de niños que todos los días toman leche; y al estudio de 27 millones de escolares.
El tercer tema que abordó el primer mandatario fue el de la lucha contra la inflación, mediante la cual deberá impedirse que continúe la constante erosión de los salarios y su negativo impacto contra los bolsillos de los más pobres:
``Con medidas realistas, sin engaños, sin demagogia, sin falsas soluciones, cumpliremos nuestros compromisos con el bienestar de los trabajadores. La plena recuperación de los niveles de vida, sólo se logrará cuando la reactivación se transforme en crecimiento sostenido año tras año, y cuando este crecimiento sea claramente varias veces mayor al del crecimiento de la población''.
Ponderó la estrategia económica del gobierno, la cual, señaló, ``está comenzando a ofrecer pruebas claras de que vamos en el camino correcto'' y que se ha reflejado en la producción, que se recupera en prácticamente todos los sectores de la economía.
El Presidente de la República enunció el crecimiento de 12 por ciento de la actividad industrial. También recordó la reactivación de la industria de la construcción, que ya genera nuevos empleos. Resaltó en ese sentido que los niveles de ocupación se han recuperado en 100 por ciento, un año después que se registró la tasa más alta de desempleo abierto. ``De hecho, ahora tenemos ya más trabajadores permanentes registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que en diciembre de 1994''.
Al término de la ceremonia, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez, se refirió al incremento del gasto social y a la inversión pública:
``Vamos a buscar para el año próximo dos elementos. Uno es el incremento del gasto social a través del aumento de las contribuciones del sector público. Otro elemento que queremos tener presente en el presupuesto es que aumente la inversión pública y la inversión pública asociada'', señaló el funcionario federal.
La historia de Fidel Velázquez, inseparable de la CTM: Zedillo
El preámbulo de la inauguración de la Asamblea General de la central obrera transcurrió como siempre, enmedio de gritos aislados, porras, la ``tocada'' de un grupo musical que se encargó de amenizar la espera. Enmedio del templete, el hombre con 96 años sobre su hombros, Fidel Velázquez, permanecía impasible; sin inclinarse siquiera, bromeaba con sus compañeros cetemistas: ``Aquí nadie puede levantarse porque nos ganan el lugar'', les dijo.
Enfundado en un traje gris, Fidel Velázquez fue el centro de todo: de las miradas, de los comentarios, de los saludos. Hasta él llegaron uno por uno los cetemistas que aspiran a heredar el puesto de secretario general de la CTM: José Ramírez Gamero, Juan S. Millán, Arturo Romo, Leonardo La Güera Rodríguez Alcaine, Gilberto Muñoz Mosqueda y hasta Emilio M. González.
En un momento dado, Velázquez levantó el tono de su voz y pidió -se escuchó como una orden- al presidente del Congreso del Trabajo, Víctor Flores, que diera un mensaje a todos sus compañeros congregados en el auditorio de la CTM.
Flores, notable desde su participación en el zafarrancho de la Cámara de Diputados, cuando arrancó una máscara de cerdo al perredista Marco Rascón, escuchó una voz que salió de la gradería: ``Cuidado Víctor, que por ahí la máscara te anda buscando''.
Faltaban siete minutos para que arribara el Ejecutivo federal. En el presidium conversaban Genaro Borrego Estrada, director del IMSS, y Manuel Jiménez Guzmán, dirigente de la Asamblea de Representantes del DF. Del otro lado bromeaban Humberto Roque, líder de la mayoría priísta en la Cámara de Diputados; Guillermo Ortiz Martínez, secretario de Hacienda, y Juan S. Millán, secretario general del PRI.
La llegada de Ernesto Zedillo fue acompañada con un minuto de aplausos. Poco después el Presidente correspondió a la bienvenida y, deferente, habló sobre el compañero Fidel y su paso por esa central de trabajadores, todavía la más grande del país:
``La historia de la CTM es inseparable de su líder, el compañero Fidel Velázquez, quien merece nuestro reconocimiento muy especial. Con patriotismo y dedicación, don Fidel Velázquez integró la CTM, paso a paso, recorriendo el país y aglutinando las fuerzas obreras, los sindicatos y las federaciones, hasta organizar la central de trabajadores más grande de México.
``Durante estos años don Fidel Velázquez ha seguido encabezando a la CTM con una gran visión, conciliando el interés de los trabajadores con el interés nacional'', dijo.
Esas frases provocaron un prolongado aplauso, el más largo de la sesión. Fidel Velázquez trataba de acortar las palmas mediante una señal con su brazo izquierdo, pero en esta ocasión nadie le hizo caso y, entonces, mostró su agradecimiento a Zedillo. Con su mano izquierda palmeó la cintura del Presidente de la República y, de inmediato, ordenó a su ayudante Alfredo García que lo incorporara. Este lo hizo. Apoyando sus dos puños sobre la mesa, Velázquez permaneció encorvado.
La autoridad moral de la CTM no está en tela de duda: Gaspar Valdez
El secretario general de la Federación de Trabajadores de Coahuila, Gaspar Valdez, fue el encargado por la asamblea para dirigir el mensaje obrero. Aseguró que la autoridad política y moral de la central no está en duda, porque cada vez será más vigoroso el apoyo de la CTM al gobierno del presidente Zedillo.
Y Valdez resumió las inquietudes de la dirigencia obrera: ``Nos preocupa el desempleo, nos preocupa la pérdida del poder adquisitivo del salario real, la seguridad social en materia de salud, y por lo que se refiere a vivienda, los trabajadores no estamos satisfechos con los resultados que se han logrado en este renglón de cáracter social, pues todavía se necesitan medidas o mecanismos más eficaces que resuelvan esta demanda urgente de los trabajadores.
``Nos preocupa, en síntesis, combatir la inflación y lograr con ello la recuperación económica del país en forma gradual y sostenida para avanzar en el bienestar social de los mexicanos''.
Pero, precisó, el movimiento obrero no está dispuesto, mientras dure la crisis, a someter a revisión y discusión los derechos y conquistas de los trabajadores.
Valdez indicó que es ``urgente la búsqueda de medios apropiados para acabar con la violencia y anarquía que algunas gentes irresponsables y antipatrióticas pretenden seguir reproduciendo''.