¿Quién se esfuerza por la paz? El gobierno: 21.9%; el EZLN, 75.6%
La organización no gubernamental Alianza Civica, ``convencida de la necesidad de impulsar el diálogo como salida al conflicto (de Chiapas)'' realizó una encuesta nacional que implicó entrevistas a 3 mil 226 a ciudadanos y ciudadanas en 16 estados de la República. Según el organismo cívico, la muestra que a continuación presenta La Jornada ``refleja el sentir de la ciudadanía de nuestro país y es un llamado de atención a las partes, en especial al gobierno federal, para reformar el diálogo con una nueva actitud y con disposición de pactar cambios reales en la situación política, económica y social''. La encuesta, ``no plebiscito'', contó con la participación del Foro de Cambio Empresarial de Puebla, en tanto que la Fundación Arturo Rosenblueth fue responsable del diseño y procesamiento estadístico.
Desde el 1o. de enero de 1994 en que inició el conflicto armado con el levantamiento del EZLN, la sociedad civil mexicana ha buscado impedir la confrontación y abrir cauces para la paz. En los primeros días de enero, la sociedad expresó su rechazo a la vía militar y a la violencia, exigiendo cambios reales y urgentes para lograr las bases para la paz ``con justicia y dignidad''.
En subsecuentes ocasiones, como en diciembre de 1994 y en febrero de 1995, en que la fragilidad del diálogo y la vía política han amenazado con la ruptura de la tregua, sectores importantes de la sociedad han mantenido su actuación y su expresión para evitar la guerra y abrir cauces a la negociación.
A partir de esos acontecimientos, surge la ``Ley para el Diálogo para la Paz y la Reconciliación'', que obliga a los representantes del gobierno mexicano y de la comandancia del Ejército Zapatista, a reunirse para lograr un acuerdo de paz en un futuro cercano.
Desde el origen del conflicto, es evidente que la paz significa cambios de fondo en las condiciones sociales, económicas, culturales y políticas que han prevalecido en el estado de Chiapas, con implicaciones para todo el país, particularmente para las comunidades indígenas.
Sin embargo, la realización del diálogo, que ha evitado la confrontación armada y ha mantenido la tregua entre el gobierno federal y el EZLN, aún no significa ninguna modificación favorable a la justicia, la dignidad y las condiciones de vida de los indígenas de Chiapas o de los mexicanos en general.
En realidad, en muchos sentidos, la situación se ha agravado. En especial es preocupante la alta cantidad de muertos en enfrentamientos y asesinatos en muchas regiones de Chiapas. La militarización, además de un alto costo económico, genera tensión y serios problemas para la normalización de la vida productiva, social y política en el estado.
Finalmente, la sensación de que el diálogo no está implicando cambios efectivos en los temas sustantivos , como los ``Derechos Indígenas'' o ``Democracia y Justicia'', está desgastando el propio mecanismo, atenta contra el sentido y el espíritu de la ley y contra el sentir de la mayoría de los mexicanos.
Por eso, Alianza Cívica, convencida de la necesidad de impulsar el diálogo como salida al conflicto, decidió realizar una encuesta nacional para conocer el sentir de la sociedad. Es necesario resaltar que no se trata de una consulta ciudadana tipo plebiscito. En esta ocasión, se trata de un instrumento estadístico, de aplicación muestral en el que se entrevistó a 3 mil 246 ciudadanos y ciudadanas en 16 estados de la República.
Consideramos que esta muestra refleja el sentir de la ciudadanía de nuestro país y que es un llamado de atención a las partes, en especial al gobierno federal, para reformar el diálogo con una nueva actitud y con disposición de pactar cambios reales en la situación política, económica y social.
Los nuevos acontecimientos, desatados por la aparición del Ejército Popular Revolucionario (EPR), hacen aún más urgente y prioritario el éxito del diálogo de San Andrés. Podemos afirmar sin cortapisas, que la sociedad mexicana no quiere violencia, no acepta la guerra y no puede aprobar soluciones militares a graves problemas sociales y políticos acumulados.
La encuesta fue preparada y realizada por Alianza Cívica mediante las Coordinaciones Estatales y la participación del Foro de Cambio Empresarial en Puebla. La Fundación Arturo Rosenblueth fue responsable del diseño y procesamiento estadístico.
I. La importancia del diálogo
Las primeras preguntas hacen referencia al conocimiento y a la importancia concedida al diálogo de San Andrés. En ellas aparece una clara posición sobre la importancia del diálogo para el futuro de México concedido por el 86.3% de los encuestados.
Pregunta 1 ¿Está usted enterado del proceso de diálogo que llevan a cabo hoy el Gobierno Federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en busca de la paz? Respuestas:
SI 81.87 %
NO 14.79 %
NO SE 3.33 %
Pregunta 2. ¿Considera usted que los diálogos de paz entre el Gobierno y el EZLN son importantes para el futuro de México? Respuestas:
SI 86.36 %
NO 8.60 %
NO SE 5.15 %
II. Las causas del conflicto
Con los resultados de esta encuesta, se constató que la percepción generalizada, de que la población indígena de todo el país ha sido tratada injustamente es casi unánime (94.1 %), de que este trato continúa siendo injusto y que el movimiento zapatista ha logrado poner al descubierto esta situación.
De las respuestas a la encuesta, aparece con gran claridad la conciencia de los ciudadanos sobre la necesidad de realizar cambios serios para lograr la paz. En la pregunta particular, que hace referencia a atender las demandas de tierra, justicia y respeto a los derechos de las comunidades indígenas.
Se podría decir que hay un alto consenso de la sociedad mexicana en que para lograr la paz deben encontrarse salidas efectivas para atender los reclamos que dieron origen al conflicto. Esto explicaría la diferente valoración que los encuestados hacen de las actitudes del EZLN y el Gobierno en el diálogo, como se verá más adelante.
En las figuras siguientes resalta la homogeneidad de la respuesta encontrada en todas las entidades y por lo tanto la coherencia de las respuestas.
Pregunta 3. ¿Considera usted que la población indígena de todo el país es tratada injustamente? Respuestas:
SI 93.97 %
NO 5.36 %
NO SE 0.67 %
Pregunta 10. ¿Considera usted que para lograr la paz deben atenderse las demandas de tierra, justicia y respeto a los derechos de las comunidades indígenas? Respuestas:
SI 96.25 %
NO 2.99 %
NO SE 0.76 %
III. La conversión del Ejército Zapatista en movimiento politico
Hace un año, el 27 de agosto de 1995 se realizó en todo el país una gran consulta popular convocada por el propio Ejército Zapatista, en el que un porcentaje muy alto de los participantes se declaró en favor de que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional se convirtiese en un movimiento político, dejando a un lado las formas de lucha armada.
Pregunta 4. ¿Está usted de acuerdo en que los zapatistas se conviertan en un movimiento político para continuar defendiendo sus causas? Respuestas:
SI 72.3 %
NO 26.41 %
NO Sé 1.29 %
IV. Percepcion de la sociedad civil respecto a la
actuacion del Ejercito Zapatista para lograr la paz
Las respuestas a la encuesta nos permiten afirmar que la conducta y las propuestas del Ejército Zapatista, han sido captadas por la sociedad mexicana, la cual considera que la comandancia del EZLN está haciendo un gran esfuerzo por alcanzar la paz a través del diálogo (75.6 %). Esta percepción es ratificada en un índice ligeramente menor, en la pregunta 11 en que el 68.5 % considera que la presencia y la actividad del Ejército Zapatista no constituye un riesgo para la población civil de Chiapas o de otras entidades, tal como se observa en las figuras 7, 8 y 9. Por otra parte un 22.7 % de los ciudadanos considera que los zapatistas debieran hacer un esfuerzo mayor para lograr la paz, esta posición varía en intensidad en algunas entidades siendo más crítica hacia el EZLN en Sonora, Tlaxcala, Chihuahua y Aguascalientes.
Pregunta 5. ¿Considera usted que la comandancia del Ejército Zapatista está haciendo su mejor esfuerzo por alcanzar la paz a través del diálogo? Respuestas:
75.65 % SI
22.85 % NO
1.5 % NO SE
La opinión de que el EZLN constituye un riesgo, especialmente para la población civil de Chiapas, parece estar difundida en algunos sectores de la sociedad, y en algunas entidades, especialmente en Tamaulipas y Tlaxcala, y en menor grado en Aguascalientes, Sinaloa y Chihuahua tal como se observa en la figura siguiente, sin embargo la gran mayoría de la población opina que este riesgo no existe, tal como se observa en la figura 9.
Pregunta 11. ¿Considera usted que la presencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional constituye un riesgo para la población civil de Chiapas o de otras partes de México?
Respuestas:
29.8 % SI
68.5% NO
1.6 % NO SE
V. Percepción de la sociedad civil respecto a la actuación del gobierno para lograr la paz.
La imagen que la sociedad tiene de la actuación del gobierno en relación a los diálogos no es nada buena y existe una visión crítica respecto a su disposición para lograr la paz a través del diálogo. El 76.7 % de la población encuestada, se muestra insatisfecha con el comportamiento de los representantes gubernamentales y del gobierno en general.
Pregunta 6. ¿Considera usted que el gobierno de la República está haciendo su mejor esfuerzo por alcanzar la paz a través del diálogo?
Respuestas:
SI 21.9 %
NO 76.7 %
NO SE 1.3 %
Esta percepción sobre la grave responsabilidad del gobierno y su falta de voluntad para lograr la paz mediante el diálogo, se ratifica con dos preguntas más, en donde los ciudadanos expresan su opinión sobre la presencia del Ejército mexicano en las comunidades indígenas y sobre las agresiones de grupos políticos locales, guardias blancas o gobierno del estado sobre la población indígena de Chiapas.
En el primer caso, la opinión sobre el efecto negativo de la presencia del Ejército, afectando los derechos y las posibilidades mismas de sobrevivencia de las comunidades es mayoritaria (76.3 %). Nuevamente la percepción por estados es muy similar.
Pregunta 8. ¿Considera usted que la presencia del Ejército mexicano en las comunidades indígenas, afecta sus derechos y las posibilidades mismas de sobrevivencia de esas comunidades? Respuestas:
SI 76.38%
NO 22.32 %
NO SE 1.30%
Según los ciudadanos, el problema es aún más grave respecto a la acción de los grupos locales, guardias blancas y el gobierno del estado. La coherencia entre el total de las respuestas y su comportamiento por entidades ofrece un panorama muy claro sobre la grave responsabilidad que pesa sobre el gobierno federal para generar condiciones propicias para alcanzar la paz mediante el diálogo.
Pregunta 9. ¿Considera usted que la población indígena de Chiapas está siendo agredida o afectada por grupos políticos locales, por guardias blancas, o por el gobierno del estado?
Respuestas:
SI 80.7 %
NO 16.8 %
NO SE 2.3 %
VI. Demandas de la sociedad civil
Han pasado ya 32 meses, desde que se produjo el levantamiento zapatista y más de 16 a partir de que se aprobó la ley para la paz y el diálogo. En este tiempo se han logrado avances cuya importancia no podemos soslayar. Desafortunadamente el proceso no ha estado exento de problemas y de riesgos graves de rompimiento de las mismas pláticas, los cuales pudieron ser evitados por las comisiones de intermediación (CONAI) y de concordia y pacificación, (COCOPA).
Para la sociedad mexicana, hoy queda claro que el único camino válido para México debe pasar necesariamente y pronto por la firma de un acuerdo de paz que le permita al Ejército Zapatista convertirse en un movimiento político, para continuar defendiendo sus causas por ese medio.
La sociedad mexicana coloca la responsabilidad principal del lado del gobierno federal. Se exige coherencia entre el discurso oficial que propugna la paz y la importancia del diálogo y las acciones. A pregunta expresa, el 93.2 % de los ciudadanos opinan que el Gobierno Federal debe dar muestras claras de solución a las demandas y problemas, para llegar a la firma a corto plazo de un acuerdo de paz con el EZLN.
Esta encuesta fue realizada antes de que la aparición del EPR en diferentes partes del territorio nacional, agravara los riesgos de violencia y enfrentamiento entre los mexicanos. La conclusión sigue siendo pertinente y se vuelve urgente, para cerrar el camino a la confrontación se requieren soluciones reales, eficaces y claras. El gobierno está emplazado a mostrar su disposición de acordar y comprometerse.
El desgaste del diálogo, en opinión de una gran mayoría de ciudadanos, ha corrido a cargo del gobierno federal.
En el fondo, la petición es clara y directa: El gobierno debe dar muestras claras de solución, porque en sus manos están una gran parte de los problemas y demandas a atender.
Asimismo, la sociedad está consciente que la guerra de baja intensidad que se ha desarrollado en contra de los indígenas de Chiapas, intentando someter por hambre y enfermedad la zona de conflicto, debe terminar de inmediato, y que la situación de estos hombres, mujeres, niños y ancianos es tan grave que requiere una atención humanitaria de emergencia en materia de alimentos, medicinas, ropa y materiales para sus viviendas.
Pregunta 7. ¿Considera usted que el Gobierno Federal debe dar muestras claras de solución a las demandas y problemas, para firmar a corto plazo un acuerdo de paz con el EZLN?
Respuestas:
SI 93.2 %
NO 5.8 %
NO SE 0.9 %
Pregunta 12. ¿Considera usted que la población indígena de Chiapas, requiere hoy una ayuda humanitaria de emergencia?
Respuestas:
SI 94.2 %
NO 5.01%
NO SE 0.7 %
En pocas palabras, la campaña propagandística en contra del EZLN no ha dado el resultado esperado. La actitud golpeadora de la representación gubernamental y las permanentes provocaciones de los grupos locales, guardias blancas y el gobierno del estado, repercuten en la percepción mayoritaria sobre la responsabilidad principal del gobierno que dificulta el avance del diálogo.
Alianza Cívica exige al gobierno de la República un claro viraje político de su posición en el diálogo, al que está obligado por ley. Está emplazado a demostrar su voluntad política con acciones contundentes y claras. Sin cambios reales y de fondo no habrá paz. Sin respeto a la dignidad de los pueblos indígenas, y del EZLN en particular, no puede haber auténtico diálogo. La oportunidad de un nuevo aire para la paz está dada y se ha vuelto acuciante en los últimos días. Señores del gobierno, ustedes ya dieron su palabra, cumplan.
Septiembre 2 de 1996.