Acoso sistemático a organizaciones independientes en Guerrero
Matilde Pérez U. La persecución y el acoso a líderes sociales y dirigentes de organizaciones campesinas independientes pone en riesgo el desarrollo de 80 mil familias de las comunidades de Guerrero. El gobierno debe comprender que no es así como resolverá los problemas de miseria, marginación y atraso, señaló Arturo García Jiménez, fundador de la Coalición de Ejidos de la Costa Grande de Guerrero y de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras.
Indicó que en tres semanas todas las organizaciones campesinas e indígenas de Guerrero se agruparán en una sola --de la cual aún no han definido el nombre-- en busca de formas inovadoras para enfrentar las causas de la pobreza y aclaró que ninguna de ellas está a favor de las armas como el camino para lograr un cambio.
Luego de externar su preocupación por ``las diversas vías mediante las cuales se está atacando a las organizaciones rurales con una visión autónoma y autogestiva'', el también asesor de la junta directiva de la Unión de Productores de Café de Centroamérica, México y el Caribe, y presidente del consejo directivo de la Sociedad Cooperativa de los Pequeños Productores --con sede en Londres y que agrupa a 18 países--, advirtió del peligro que implicaría retornar a una ``guerra sucia similar a la de la década de los 70''.
Consideró que el acoso a las organizaciones autónomas y sus dirigentes es una muestra de que para ``el gobierno es peligrosa una organización y núcleo de dirigentes que generen cambios de mediano y largo plazos y conciban una cultura política diferente a la subordinación, el peticionismo y paternalismo. Pero no es válido el uso de la fuerza bruta contra este tipo de organización''.
En Guerrero, puntualizó, hay ``una verdadera cacería de brujas'' contra esos dirigentes y organizaciones. Se están utilizando prácticas primitivas de señalamientos falsos como una manera para desactivar el descontento social, amedrentar y contener la expresión de la gente, lo que posiblemente tenga repercusiones el próximo 6 de octubre, durante el proceso electoral.
Originario de Ocotillo, Coyuca de Benítez, García Jiménez habló sobre las ``tarjetas informativas de inteligencia militar'' mediante las cuales se le acusa de ser contrabandista de armas, de origen salvadoreño y narcotraficante. ``Las han utilizado en mi contra desde hace 16 años, al participar en la fundación de la Unión de Ejidos Alfredo B. Bonfil, que afectó intereses económicos y políticos de caciques regionales, ya que de manera independiente se comercializaron altos volúmenes de producción de copra, miel y café, entre otros. El delito fue no estar alineado a las estructuras gubernamentales ni participar en ningún partido político''.
Hace dos años, el secretario de Desarrollo Social, Carlos Rojas, me informó que aparecía en un memorándum de inteligencia militar. Junto con el padre Máximo Gómez se me señalaba como un personaje extranjero que estaba impulsando un movimiento de agitación radical, recordó. A partir de entonces el gobierno retiró totalmente los apoyos económicos a los miembros de la organización.
Consideró que los ataques a las organizaciones independientes y sus dirigentes continuarán si no hay una gran campaña de la sociedad que convoque al gobierno a la civilidad jurídica.
Al respecto, el asesor de la CNOC, Fernando Celis, externó su preocupación por el clima de señalamientos falsos en contra de organizaciones independientes. Eso sólo confunde a la opinión pública, dijo.