La Jornada 12 de septiembre de 1996

SEP: la educación pública es ``laica, y punto''

El asunto no está a discusión, señaló el subsecretario Carlos Mancera Los posibles cambios sólo se darían en el marco de la Constitución, advirtió Más de 20 millones de niños no tienen acceso a la primaria en AL: UNICEF

José Antonio Román La educación pública que imparte el Estado no está a discusión: ``es laica y punto'', afirmó el subsecretario de Planeación Educativa de la SEP, Carlos Mancera Corcuera, quien resaltó el espíritu del artículo tercero constitucional, y dijo que ésta es la posición oficial del gobierno.

Entrevistado luego de inaugurar, en representación del secretario de Educación Pública, el Encuentro Latinoamericano de Innovaciones Educativas en el Medio Rural, el funcionario reconoció que el país enfrenta grandes retos en esta materia, pero será dentro del marco de la Constitución y no al margen de ella como se intente resolverlos.

Dijo que es en el área rural donde el gobierno enfrenta los ``mayores rezagos'' educativos, por lo cual este tipo de encuentros con países latinoamericanos son prioritarios para intercambiar opiniones y experiencias. ``El reto es que todos los niños vayan a la escuela y reciban una educación de calidad, así de preciso''.

Otros funcionarios de la dependencia declinaron hacer comentarios en torno de las declaraciones de algunos sectores conservadores, entre ellos miembros de la jerarquía católica que piden revisar el carácter laico de la educación. Argu- mentaron que hoy jueves comparecerá el titular de la SEP, Miguel Limón Rojas, ante las comisiones legislativas del Congreso, y será ahí donde seguramente se abordará el tema con amplitud.

Por su parte, el representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) para México y Cuba, José Carlos Cuentas-Zavala, presentó durante la ceremonia inaugural una serie de cifras que demuestran las dimensiones de los problemas sobre la enseñanza y su intensidad en América Latina.

Dijo que el número de niños que demandan educación continúa en aumento. Para el año 2000, más de 88 millones estarán en edad de cursar la enseñanza primaria en nuestra región. De ellos, 36 millones serán menores de las áreas rurales; más de 35 millones demandarán educación secundaria, y de ellos 14 millones serán niños de zonas rurales.

En el umbral del siglo XXI, más de 20 millones de niños y niñas no tienen acceso a la educación primaria. De esos 20 millones, 60 por ciento son niñas y, por supuesto, la mayoría viven en las zonas rurales.

``El fracaso escolar está presente, pero sobre todo en las escuelas de nuestros campos''. El 47 por ciento de quienes se matriculan en primer grado no consigue completar el ciclo de educación básica. Y quienes lo concluyen no pueden, en su gran mayoría, estar seguros de haber adquirido los conocimientos y capacidades para ser parte activa y participante de los procesos sociales.

Afirmó que la exigencia del desarrollo económico y social es contar con poblaciones que hayan alcanzado ciertos mínimos educativos. No sólo en las ciudades, sino también en las áreas rurales. ``La viabilidad política y la gobernabilidad de nuestros países exige que la responsabilidad de garantizar el derecho a la educación de calidad, oportuna y pertinente sea compartida por el Estado, la sociedad civil y la familia''.

Cuentas-Zavala se refirió específicamente a México, el cual -dijo- ha dado a la educación un especial y muy relevante lugar en los movimientos políticos que configuraron a la nación moderna. Es de justicia reconocer que en este país la educación ha recibido siempre una prioridad significativa.

Sin embargo, señaló que los problemas de la educación son aún desafiantes. Algunas entidades han avanzado hasta dar cobertura universal educativa a todos los menores, pero otros tienen ``rezagos importantes''. Se afirma, por ejemplo, que a nivel nacional no tienen acceso a la educación básica unos 2 millones de niños, lo cual es preocupante.

Los estados en los que predomina la población indígena presentan mayores problemas en términos de cobertura y de calidad. Por ejemplo, la deserción promedio en primaria a nivel nacional es de 3.7 por ciento, mientras que en Chiapas llega a 7.6 y en Guerrero a 9.6; ambas, entidades con alta concentración de población indígena.

La eficiencia terminal a nivel nacional para el ciclo 93-94 fue de 61.1 por ciento; en cambio, en Chiapas alcanzó 33.7 y en Guerrero 41.2. Para el mismo ciclo escolar, la reprobación fue de 8.3 a nivel nacional, en tanto que en Oaxaca alcanzó 14.2 por ciento y en Chiapas 13.3.

El mismo fenómeno ocurre en todos los países de América Latina. En aquellas regiones en las que hay mayor proporción de población indígena, tanto la cobertura como la calidad de la educación son más deficientes en todos los niveles. Esa es una inquietud que debe corregirse para contribuir a la gobernabilidad de nuestro continente, agregó