El Ejército se ``está metiendo a buscarnos en las montañas'', informa el comandante Ramón
Hermann Bellinghausen, enviado, Municipio Francisco Gómez, Chis., 11 de septiembre Otra voz de alarma: ``Todos los días hay peligro de enfrentamiento porque las tropas del Ejército federal se están metiendo a buscarnos a las montañas''. Habla el comandante Ramón, miembro tzeltal de la delegación zapatista en los diálogos de San Andrés. Revela que desde el 2 de septiembre ``los soldados no dejan de moverse. Están nada más provocando a los zapatistas y hay unidades nuestras en las montañas que ya los han visto a menos de mil metros de distancia''.
En un paraje arbolado próximo a La Garrucha, el miembro y delegado de CCRI insiste: ``Los comités siguen replegados, porque ahorita por lo que vemos, de menos de este lado, es que viene un ataque, aunque el gobierno diga que no. Cuando el gobierno dice que no va a atacar, es porque va a atacar. Si no, ¿para qué tanto movimiento en las montanas?''.
El comandante Ramón recuerda que el EZLN suspendió el diálogo el 2 de septiembre, ``y a partir de entonces las movilizaciones militares aumentan''. En referencia a la consulta que efectuaron las comunidades zapatistas la segunda quincena de agosto, dice: ``Cuando los delegados regresamos a las comunidades, informamos del diálogo de San Andrés. Allí se vio que de plano no hay voluntad del gobierno de llegar a nada. Entonces los pueblos discutieron mucho y dijeron que si no se resolvían los primeros acuerdos, entonces para qué avanzaban en otra mesa''.
Luego de una espera de varias horas, los periodistas consiguieron hablar con el comandante, quien detalla la situación militar de la región que comprende la cañadas de Ocosingo, incluidas las del municipio rebelde Francisco Gómez. ``Los días 3 y 4 de septiembre los federales rodearon los plantíos de maíz y frijol del Francisco Gómez. No dejaban pasar porque decían que había problemas con el EPR, y entonces empezaron a meterse al monte''.
Los movimientos de los últimos días han consistido en patrullajes desde Patihuitz rumbo a La Grandeza, y desde La Garrucha hasta Tierra Negra. Y abunda: ``Ahorita hay desplazamientos de tropa en todas sus posiciones (del Ejército federal) que tienen en la selva, en La Sultana, La Soledad, Ibarra, Jordán, San Caralampio y San Quintín. En el pueblo de Ibarra todas las noches los soldados rodean a la comunidad y empiezan a hostigarla gritando que van a matar a todos los zapatistas. En los demás lugares están patrullando las montañas. Nos están persiguiendo, pues''.
El comandante Ramón confirma el comunicado del CCRI del 8 de septiembre, que también habla del avance de tropas desde Guadalupe Trinitaria, Laguna Santa Elena y Las Tacitas ``hacia las posiciones de montaña del EZLN''.
Según Ramón, ``el gobierno no tiene capacidad ni voluntad para resolver los problemas. No quieren el diálogo y sólo nos están deteniendo para hacer tiempo y preparar un ataque''.
En respuesta al desplegado de la Secretaría de Gobernación, que desmiente al EZLN y argumenta que sí hay condiciones y voluntad gubernamental para sostener el diálogo y que ya se cumplen los primeros acuerdos, el comandante apunta: ``Nada de eso es cierto. En las comunidades no hay un solo peso''.
Otro argumento de Gobernación es que se están canalizando los recursos, pero los zapatistas impiden que lo acepten sus comunidades. A eso, replica: ``A veces vienen a ofrecernos mil pesos por familia para mejoramiento de vivienda, pero eso es una limosna, por eso no lo aceptamos, los zapatistas lo vemos como una burla''.
Después de la consulta, informa Ramón, ``los pueblos zapatistas decidieron resistir y aguantar''. Con su habla pausada, tranquila, dice: ``Mentira que tengan paciencia los del gobierno. Nosotros hemos sido los que ponemos la paciencia'', y el dirigente civil advierte:
``Si el gobierno quiere buscar al EZLN, que lo busque y que pelee con él, pero no con los pueblos; que peleen en las montañas, porque los pueblos dijeron que van a resistir''.
No sólo en esta parte de la selva chiapaneca se han intensificado los patrullajes militares. El trayecto Rancho Nuevo-Ocosingo es recorrido cada media hora por convoyes del Ejército. Pero el riesgo mayor parece estar en las montañas, según el comandante Ramón. ``Nos andan persiguiendo y, si nos llegan a caer, pues nos vamos a defender. Nos andan buscando por todos lados y nosotros no tenemos la orden de ninguna ofensiva, pero si nos atacan, qué le vamos a hacer. Ya no hay mucho para dónde replegarse''