Posible, paz digna en Chiapas ``sin vencedores ni vencidos''
Oscar Camacho Guzmán El secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet Chemor, advirtió ayer que el gobierno de la República ``no tendrá clemencia para combatir el terrorismo'', pues sostuvo que nada, ni la pobreza en que viven millones de mexicanos, justifica la violencia a la que recurren los grupos armados que pretenden socavar el Estado mexicano.
Al comparecer ante senadores y diputados del Congreso de la Unión, el responsable de la política interior rechazó que México viva una situación de ingobernabilidad, y negó que a los problemas nacionales el gobierno esté respondiendo con la militarización del país. El Ejecutivo --dijo- sólo ejerce sus facultades constitucionales para garantizar la seguridad pública de los mexicanos.
Ofelia Medina y Gloria Benavides, frente a las oficinas
de Gobernación, en donde entregaron un texto de los
asesores del EZLN y de abogados democráticos.
Foto: Carlos Cisneros
En el Salón Verde del Palacio Legislativo de San Lázaro, Emilio Chuayffet sostuvo que las dificultades económicas no harán que el gobierno asuma una actitud de inmovilismo en el terreno político, ni que pasada la crisis vaya a regresarse al ``viejo status'' de hacer política.
``La reforma del Estado es un compromiso capital de esta administración, porque el gobierno sabe que sólo a través de consensos que generen nuevas reglas e instituciones, y que propicien un nuevo tipo de conductas, México fundamentará en la estabilidad las bases para su desarrollo sostenido y justo''.
En ese sentido afirmó que ``la reforma es una exigencia social y no una medida de contingencia'', por lo que de manera reiterada formuló constantes llamados a revalorar la política y el diálogo como formas supremas para ``reconciliarnos'' y para la solución de controversias.
En su comparecencia anunció que se han iniciado ya las pláticas entre los partidos para concertar las reformas al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe); informó que para el año 2000 estará funcionando la cédula de identidad ciudadana, y dijo que el gobierno no caerá en la tentación de influir en los resultados electorales de 1997, porque ello ``sería un crimen''.
Sobre Chiapas, reiteró que continuará la política del diálogo con el EZLN, sobre el principio de que ``es posible una paz digna sin ganadores ni vencidos'' y que resuelva las causas profundas del conflicto.
``Hoy el diálogo está suspendido pero no roto, y el gobierno mantiene su compromiso que ha acreditado con hechos inequívocos durante toda la negociación, de seguir haciendo su parte para buscar cauces que agilicen la solución del problema chiapaneco'', ofreció Chuayffet.
La comparecencia del secretario de Gobernación duró cuatro horas y veinte minutos, tiempo en el que sostuvo un intenso diálogo con diputados y senadores del PRI, PAN, PRD y PT, sobre temas como el EPR, Chiapas, militarización del país, inseguridad pública, reforma electoral, compromisos del gobierno para los próximos comicios y federalismo, entre los más recurrentes.
Sin embargo, fue la frase y la intención presidencial de utilizar ``toda la fuerza del Estado'' para combatir el terrorismo, lo que mayor discusión y controversia provocó entre el funcionario y las fracciones de oposición.
En su mensaje inicial, Chuayffet aseveró que los tiempos actuales del país son ``tiempo para la política'', y que por ello mismo ``resulta inaceptable la antipolítica que encuentra en el terrorismo el método más condenable''.
El terrorismo, explicó el funcionario, busca producir miedo, zozobra, desquiciar la economía, agravar los problemas sociales, convertirlos en problemas políticos, generar una acción represiva por parte del Estado, aumentar el miedo y así perfeccionar el círculo vicioso.
El terrorismo, sostuvo, ``no es un delito más. El terrorismo causa encono, no entendimiento; desintegración, no unidad; énfasis en las contradicciones, no diálogo ni construcción de acuerdos. En suma, destruye, no edifica''.
Luego y ante los cuestionamientos de la oposición aclararía que para el gobierno, no existe guerrilla buena ni guerrilla mala, y que la política hacia Chiapas y hacia el EPR está definida por los hechos que ``impone la realidad''.
De ahí pasó a destacar los avances de la reforma electoral, sin perder de vista --según comentó-- que aún hay pendientes como el desarrollo de la legislación secundaria, la integración de los órganos electorales y ``quizá lo más importante: el fortalecimiento de una cultura de apego a la legalidad electoral que destierre definitivamente suspicacias y conflictos''.
Al respecto, Chuayffet señaló que ``ni las buenas leyes ni las instituciones pertinentes bastan para asegurar elecciones limpias; el tema central no es el único en la agenda de la reforma del Estado, éste comprende también la renovación de equilibrios entre los poderes públicos y el impulso al federalismo''.
Chuayffet consideró que se ha avanzado en materia de federalismo y citó la creación de la Comisión Intersecretarial para el Impulso del Federalismo, al tiempo en que reiteró a los legisladores la necesidad de dictaminar la iniciativa presidencial para crear un órgano superior de fiscalización de la Federación.
En materia de seguridad y protección civil reconoció que ``el problema de la seguridad pública es grave en el país'' y que para atenderlo se han tomado acciones como la expedición de una ley de coordinación entre autoridades de los tres órdenes de gobierno, la instalación del Consejo Nacional de Seguridad Pública y el Programa Nacional en la materia.
El titular de Gobernación indicó que se requerirán mayores recursos económicos porque el rezago en este campo ``es enorme'', toda vez que --según informó-- durante la última década sólo se ha destinado ocho milésimas de un punto porcentual del PIB a las áreas de seguridad.
De la relación entre el gobierno y las iglesias señaló que se ha dado en un plano de respeto mutuo, aunque posteriormente en la sesión de preguntas y respuestas aceptó que ha habido ``excesos'', pero que éstos se deben a lo reciente de la nueva legislación, y que con ``buena fe'' se podrán corregir los aspectos en que ha habido fricciones.
En el aspecto de desarrollo y crecimiento poblacional, dijo que deberá reducirse la tasa de natalidad de 1.7 por ciento anual a .96 por ciento, ya que de no lograrlo ``estaremos desbordando nuestra convivencia con satisfactores'' aceptables para los mexicanos.
Con relación a la política migratoria señaló que tres son los objetivos fundamentales: vigilar nuestras fronteras para evitar intervenciones que no cumplan con los requisitos de ley; alentar el ingreso de extranjeros que contribuyan al desarrollo nacional, y elevar la calidad de los servicios migratorios. En este rubro destacó que se ha emprendido la reestructuración y modernización del Instituto Nacional de Migración (INM).
También durante el diálogo con los legisladores, Chuayffet hizo una precisión sobre este aspecto, al señalar que no sería congruente pedir en el norte lo que no somos capaces de ofrecer en el sur.
En la parte final de su mensaje, el secretario de Gobernación puso énfasis en su llamado a revalorar y redimir la política.
``Por graves que sean las diferencias que nos separen, nuestro campo común de acción y de pensamiento tiene que ser México. De ahí que la política se constituya una vez más como la mejor vía para reconciliarnos. En política no debe haber ilusos, pero tampoco desilusionados. Para redimirnos de nuestros problemas, la política debe redimirse a sí misma para no ser sinónimo de elitismo, corrupción, negligencia o exclusión''.
Y por ello, concluyó, ``reformar al Estado con la fuerza inmensa de la política nos alejará del riesgo de la pérdida del rumbo, pero también de la funesta verticalidad del autoritarismo. Hay que hacer política para que el legado de nuestra generación sea la concordia, la democracia, la cultura de apego a la legalidad y el progreso real''.