La Jornada 13 de septiembre de 1996

CNDH: se envía a funcionarios sancionados a otros cargos

La Coordinación General de Seguimiento de Recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ``se ha percatado de que a algunos servidores públicos que fueron sancionados al acreditárseles conductas irregulares y que merecieron sanciones administrativas y penales, se les encontró trabajando en dependencias distintas a aquellas en las que cometieron la infracción'', lo que confirma que la impunidad en diversos niveles del aparato gubernamental no solamente continúa vigente, sino que se solapa.

Por lo anterior, Eduardo López Figueroa, encargado de la Primera Visitaduría General de la CNDH, en lugar de Luis Raúl González Pérez, recién designado cuarto fiscal especial en el caso Colosio, considera que sería conveniente que los datos personales y administrativos de esos funcionarios amonestados ``aparecieran en el Registro Nacional de Personal de Seguridad Pública'', para comprobar si se cumplió o no lo aconsejado por el ombudsman nacional.

Recordó que, a partir de las recomendaciones emitidas por la CNDH contra servidores públicos deshonestos, hasta el momento se han impuesto medidas disciplinarias o penales a un total de dos mil 507 personas, de la cuales mil 277 son empleados federales y 83 municipales, mismos que han sido boletinados ante los procuradores de Justicia del país, incluido el procurador general de la República, con el fin de que tomen las medidas necesarias para impedir que dichos empleados vuelvan a ser contratados.

López Figueroa menciona que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, durante su visita a México en julio pasado, ``observó que la impunidad aún constituye un problema grave, a pesar de que en algunos casos se ha procesado y separado de sus cargos a funcionarios que han violado derechos humanos, e insistió en la importancia esencial del combate a la impunidad como un requisito indispensable de la seguridad pública''.

Luego de decir que el trabajo de la CNDH no puede quedar restringido solamente a lograr la solución de las múltiples quejas ``particulares y concretas'' que a diario se presentan, enfatizó que la subcultura de la violencia ``es uno de esos factores que de manera importante generan violaciones a los derechos humanos'', al grado que ``la ola de conductas violentas que afligen a nuestra comunidad, ha roto una buena parte de los genuinos valores del hombre''.

Triunfo Elizalde