Miguel Angel Rivera
Clase política

Carlos Salinas de Gortari es, sin duda, un hombre ambicioso. No se trata sólo de cuestiones económicas sino de poder, y en ese terreno alcanzó el puesto más alto al que puede ambicionar un ciudadano mexicano: la Presidencia de la República. Pero una vez alcanzada esa elevada posición, tenía otra más grande: pasar a la historia. Y también esta meta la conquistó, pero no como él deseaba, sino en el lado contrario, del lado de los ``malos''.

Cuando presidente, Salinas de Gortari, conocedor profundo de la historia de nuestro país, hacía constantes referencias a la grandeza como mandatarios de Plutarco Elías Calles y, un poco menos, de Lázaro Cárdenas del Río. Sus interlocutores no tenían que hacer un gran esfuerzo para descubrir el proyecto : ``Antes y después de Calles'', ``antes y después de Cárdenas'', ``antes y después de Salinas''.

A dos años de distancia del fin de su mandato, efectivamente, se habla de ``antes y después de Carlos Salinas de Gortari'', pero el balance es totalmente negativo. Basta un solo dato para ubicarlo: antes de la celebración de las fiestas patrias, en la televisión nacional aparecieron con frecuencia unos comerciales en los que se destacaba la obra de los gobiernos nacionales, pero de los presidentes de la etapa más reciente sólo aparecía la figura de Miguel de la Madrid Hurtado. Antes de él, sólo Adolfo López Mateos, y después de éste ni Gustavo Díaz Ordaz, ni Luis Echeverría Alvarez, ni José López Portillo ni, obviamente, Carlos Salinas de Gortari.

El comercial fue hecho en oficinas gubernamentales y obviamente refleja una visión oficial de esa parte de la historia de México. De los últimos presidentes del país el único que soporta la mirada inquisidora del pueblo es Miguel de la Madrid. A su lado están los ``buenos'', para los ``malos'' sólo quedó el anonimato.

Para desgracia de Salinas todavía no pasa lo peor. Aún le queda pendiente un horror que seguramente no concibió ni en sus peores pesadillas: presentarse o ser presentado ante una barandilla judicial para ser interrogado acerca de un crimen.

Esta vez no se trata de meras especulaciones. Ayer, la comisión especial del Poder Legislativo para dar seguimiento al asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio pidió formalmente al nuevo fiscal especial, José Luis Pérez, que se cite a declarar al ex presidente, así como a su asesor principal, el hombre que fuera calificado de ``vicepresidente'', José Córdoba Montoya.

Del dicho al hecho hay mucho trecho, dice un viejo refrán popular. Mucho se había hablado de esa posibilidad, pero hasta ahora no se había formalizado la demanda. Una comparecencia del ex primer mandatario ante el Ministerio Público equivale casi a una acusación y, por ello, en los altos niveles del gobierno federal no se había actuado en ese sentido.

¿Por qué se habla de una virtual acusación?

Sencillamente porque el hecho de pedir una declaración formal ante el Ministerio Público significa que el ex presidente se guardó información cuando estaba al frente del gobierno nacional y, por ley, era el jefe de los responsables de perseguir a los presuntos responsables del atentado contra su amigo y hechura política, Luis Donaldo Colosio.

Es decir, en principio, la presunción de los legisladores es que Carlos Salinas fue un encubridor. Hasta ahora, al menos formalmente, no se le acusa de homicida, simplemente se sospecha que sabe más de lo que hasta ahora ha dicho.

Asunto no personal

``El Partido Acción Nacional en el Distrito Federal urgió al presidente Ernesto Zedillo a cumplir con su compromiso de marcar una ``sana distancia'' con el partido oficial, sobre todo de cara a la décimoséptima Asamblea Nacional priísta.

``En conferencia de prensa la secretaria general del PAN DF, Cecilia Romero, recalcó que el sistema político mexicano está en crisis, por lo que demandó al PRI definir su rumbo con claridad, así como su independencia del Ejecutivo''.

Los anteriores conceptos fueron tomados de un boletín del Comité Regional del partido albiazul en el DF . Es una demostración de la capacidad crítica de la organización que en esta capital dirige Gonzalo Altamirano Dimas y que tiene como secretaria general a la ex diputada federal, Cecilia Romero, quien fue precisamente la que hizo el análisis de la situación interna del PRI a unos días del inicio de su 17 Asamblea Nacional.

Pero, al mismo tiempo, estas declaraciones son una evidencia de la calidad que tiene el PRI, que va más allá de su condición de partido político y que, a pesar del disgusto de la oposición, se puede considerar como una ``institución'' dentro de la vida política del país. La propia declaración panista es una confirmación de lo anterior. Sin duda, el Partido Acción Nacional no haría ningún análisis de la situación interna del PRD o de los partidos minoritarios, a los que despectivamente los dirigentes y legisladores panistas contribuyeron a calificar de ``la morralla'' o ``los paraestatales''.

Esta es la doble condición del PRI. Por un lado es un partido que participa en el juego por el poder y, por el otro, está tan vinculado con el gobierno que sus detractores lo han llegado a denominar la ``secretaría de las elecciones''. A final de cuentas, esa dualidad hace que el tricolor y lo que le sucede se conviertan en cuestiones de interés nacional, que no sólo incumben a sus militantes y simpatizantes, sino al resto de la sociedad.

La cosecha

El gobernador de Jalisco, Alberto Cárdenas Jiménez, tendrá una dura prueba hoy, cuando tenga frente a sí a la prensa de la ciudad de México. El mandatario ofrecerá, en compañía de la secretaria de Turismo, Silvia Hernández, una conferencia de prensa para dar a conocer los detalles de la celebración anual de las Fiestas de Octubre, en Guadalajara. No se requiere ser muy ducho en la materia para anticipar que ese tema pasará a un segundo plano y que la nota central serán los problemas de inseguridad en la Perla de Occidente, y los problemas que le han ocasionado a Cárdenas Jiménez algunos de sus colaboradores... Al fin, la directiva del PRI en el estado de México lanzó ayer la convocatoria para el registro de precandidatos a las 122 presidencias municipales de la entidad, las cuales se decidirán en las elecciones programadas para noviembre venidero. En principio circuló la versión de que las nominaciones serían después de la Asamblea Nacional del partido, que se realizará el próximo fin de semana, con lo cual ese proceso sería el primero en que se aplicaran las nuevas normas partidistas. Sin embargo, la presión interna y externa --los partidos de oposición ya tienen en campaña a sus candidatos- determinó que se abriera el proceso... Una de las novedades en la convocatoria priísta consiste en el hecho de que, en los casos en que se registren dos o más aspirantes, éstos serán los que decidan entre sí quién será el nominado. Es obvio que el propósito de esta mecánica es evitar las divisiones internas que en otras ocasiones se han traducido en derrotas para los candidatos del tricolor. Al margen de la cantidad de aspirantes registrados, se puede adelantar que varios de los ahora diputados federales se convertirán en candidatos a alcaldes, y uno de los más seguros es Roberto Flores González, quien ya ha adelantado mucho al conseguir el respaldo de importantes sectores priístas de Naucalpan, que se anticipa será uno de los municipios más disputados... La multimencionada Asamblea Nacional del PRI será televisada a todo el país, por medio de una red privada que lleva las siglas XHPRI. Esto se confirmó ayer durante la ``teleconferencia'' que concedieron Santiago Oñate y Juan Millán, presidente y secretario general del partido. Ese evento sirvió precisamente de prueba para afinar la red organizada por el secretario de Información, Héctor González Escobar, quien por cierto tuvo que sacrificar sus aspiraciones de postularse para la presidencia municipal de Atizapán.