Ultimátum para aclarar el caso Colosio y la expulsión de CSG, en el temario de la asamblea nacional priísta
José Ureña /II Si la consulta decidió el temario, la asamblea priísta deberá expulsar al ex presidente Carlos Salinas, enjuiciar la labor de la Procuraduría General de la República y a su titular, y lanzar un ultimátum para que sea esclarecido el asesinato de Luis Donaldo Colosio.
Estos reclamos, en especial la demanda de aclarar el crimen del ex candidato presidencial, son generales. Varían los tonos y las formas, por más que en algunos lugares los dirigentes estatales matizaron las expresiones en los documentos e ignoraron las condenas a Salinas.
``¿Por qué no se ha expulsado a Carlos Salinas, que dejó una nefasta herencia en los excesos del poder presidencial?'', pregunta la militancia queretana en su resolutivo. Toma la iniciativa: ``Exigimos que sea expulsado con todo el deshonor que corresponde al daño que ha hecho a la nación y al PRI''.
El priísmo bajacaliforniano le finca responsabilidad histórica al ex presidente y abre expectativas para la condena penal:
``Ahora mismo la imagen y la credibilidad de nuestro partido están serveramente afectadas, por la forma como se ejerció el poder en el sexenio anterior. Los priístas estamos dolidos, agraviados e indignados por la muerte de nuestro candidato Luis Donaldo Colosio y por los pésimos resultados en la aclaración de la autoría material e intelectual del mismo.
``La responsabilidad histórica, independientemente de que pudiera haber otra de carácter penal, recae en quien dirigía los destinos de la nación en ese momento. Por eso nos pronunciamos en apoyo de la demanda de 89 priístas, entre los cuales está incluido el actual presidente del comité directivo estatal (CDE) de Baja California, Humberto López Barraza, para que se le suspendan sus derechos de militante del partido al ex presidente Carlos Salinas.
``Ya basta. No volvamos a permitir que sigan ostentándose como priístas los que nunca lo fueron o los que no fueron leales. No debemos permitir jamás que a los traidores se les premie, que a los corruptos se les promueva y que se impulse a los oportunistas, compadres y amigos sin carrera partidista''.
Todos los priístas, de los 31 estados y el Distrito Federal, piden en sus conclusiones que se aclare el crimen. Empero, las condenas abiertas contra Salinas provinieron de Baja California y Querétaro, no de Sonora. De ahí la cúpula del partido esperaba un documento radical. Se medió, se atenuaron los reclamos y el testo se enfocó contra la dependencia del panista Fernando Antonio Lozano Gracia, a quien ni siquiera se menciona por su nombre:
``A dos años y medio del asesinato de nuestro candidato a la presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio, los sonorenses y los mexicanos en general no hemos escuchado una explicación clara y convinvcente sobre los móviles y causas del magnicidio.
``Por el contrario, nos enfrentamos a una averiguación penal en la que con infinita frialdad se partió de la version del asesino solitario, pasando después por la hipótesis de la acción concertada, para regresar de nuevo a la presunción original y finalmente a la teoría del complot, que ahora parece desvanecerse con la liberación del presunto segundo tirador.
``Dos años y medio de escuchar y confirmar que no exise una investigación seria y profesional, con verdaderas prácticas criminalísticas, y que el esclarecimento del crimen ha servido sólo a intereses personales y partidistas, generando equívocos, falsedades, confusiones y desaciertos que nos llevaron a desconfiar en extremo y a dudar que exista el profesionalismo de quien tiene delegada la alta responsabilidad de procurar justicia para los mexicanos.
``La Procuraduría General no ha sido capaz de resolver este artero crimen y lo más grave es que ha sido incapaz de convencer a los mexicanos de que las investigaciones avanzan o de que existen líneas de investigación prometedoras y creíbles''.
De la crítica a Lozano Gracia y su Procuraduría se sigue a censuras para el PRI y su dirigencia: ``Hemos transigido demasiado procurando la actuación pacífica y prudente, siendo testigos de un manejo poco eficaz de las diversas líneas de investigacion que se han abierto y de la hipótesis y supuestos que públicamente se han mencionado.
``Nuestra rebeldía contra esa contumaz actitud que flagela el rostro de la sociedad, nos hace hurgar con desesperación buscando el alegato cortante, seco e irrebatible que le ponga fin, porque no podemos tolerar bajo ninguna circunstancia que se relegue a segundo término el impero de la ley''.
Los sonorenses invocan la conciencia del priísmo nacional para que en la asamblea se adquiera ``el compromiso de los cuadros de dirigencias de nuestro partido en todos sus niveles de promover la movilización de la estructura partidista, exigiendo la solución al crimen de Luis Donaldo Colosio''.
Termina el documento:
``Es nuestra obligación histórica mantener viva la esperanza y nuestra fe en la justicia, y esto no se logrará en tanto no tengamos una respuesta clara y convincente sobre el crimen de Luis Donaldo Colosio''.
Las críticas hacia Salinas son diversas. En muchos casos simplemente se pide eliminar de la ideología priísta al liberalismo social, al que se describe como parche ideológico llevado a la fuerza a los documentos básicos en la 16 asamblea, celebrada en Aguascalientes, con el simple fin de ir con la moda sexenal.
Otros documentos de priísmos estatales, como los de Jalisco y Zacatecas, reclaman que se termine el autoritarismo y la influencia del presidente en turno sobre el partido, para lo cual proponen que en el futuro se sometan a consulta las modificaciones que pudieran intentarse a los documentos básicos.
Pero el priísmo queretano, comandado por Marco Antonio León, fue más lejos en la censura y extiende ésta a la dirigencia nacional del PRI: ``...la primera obligación de un Estado es el respeto a la vida humana. En este sentido, la falta de credibilidad de la sociedad tiene como punto de partida el no esclarecimento del asesinato de nuestro candidato presidencial.
``Nos parece una torpeza, un error y una ingratitud que en la convocatoria no se haya hecho mención a su sacrificio y a la obligación que tiene el partido en pugnar por el castigo a los culpables.
``Proponemos que en nuestro Programa de Acción se consagre como una obligación del partido el esclarecimiento de su crimen, hasta la plena satisfacción de la sociedad entera. No comprendemos en este mismo sentido por qué no se ha expulsado a Carlos Salinas, que dejó una nefasta herencia del poder presidencial.
``En virtud de que este personaje acusó incluso a miembros de nuestro partido de la comisión del crimen, en vano intento por desviar el jucicio de la historia, exigimos que sea expulsado con todo el deshonor que corresponde al daño que ha hecho a la nación y al PRI.
``En su carrera de abusos y arbitrariedades que realizó, los queretanos recordamos con especial indignacion las concertacesiones que maquinó en San Juan del Río...''.