La Jornada 18 de septiembre de 1996

Rechaza Reynoso que la educación religiosa sea ajena a la ciencia

David Aponte La educación y formación religiosa de ninguna manera es ``ajena, o peor aún, opuesta a la ciencia'' , ni es exclusiva del hogar y el templo, considera el obispo Luis Reynoso Cervantes, miembro del Consejo Permanente del Episcopado Mexicano.

Quienes califican de ``conservadurismo'' la exigencia de la enseñanza religiosa en las escuelas no oficiales, ``ignoran o desconocen'' los derechos de los padres de familia plasmados en convenios internacionales firmados por el gobierno de México, argumenta.

El titular de la diócesis de Cuernavaca afirma que prescindir de la educación religiosa en el sector oficial es ofrecer una enseñanza ``parcial'' que se resentirá fuertemente en la personalidad de los educandos.

En el texto Derechos de los padres y los hijos en documentos internacionales, opina que las autoridades mexicanas han cumplido en parte las normas y protocolos internacionales en materia de educación, con la reforma constitucional sobre asociaciones religiosas y culto aprobada por el Congreso en enero de 1992. Pero desde marzo de 1981, ``le quedan por cumplir no pocos de ellos'', agrega el obispo .

Entre los convenios internacionales firmados por México que tocan de manera directa o indirecta el tema de la educación de los niños y la facultad de los padres de familia para escoger el tipo de enseñanza, Reynoso cita la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y la Declaración Universal de los Derechos del Niño. De este último, aclara que no le consta que la autoridad mexicana se haya adherido al documento.

Destaca también artículos sobre el caso y considera pertinente distinguir entre instrucción y enseñanza. La primera se refiere a ofrecer conocimientos de ciencias como matemáticas, química, geografía y física, entre otras orientadas a la inteligencia. La segunda, a formar la voluntad en el uso de la libertad, detalla.

El obispo transcribe también algunas notas del especialista Teodoro Ignacio Jiménez Urresti sobre el artículo tercero de la Constitución y la educación que prescinde de cualquier doctrina religiosa:

``Pero con ello imparten una educación sustancialmente muy parcial, con lo que se resentirá fuertemente la personalidad de sus educandos y el bien común moral, pues aunque imponga penas a los comportamientos ilegales, ello tiene algún valor de inmediato para mantener algo en orden público, pero no da fundamento serio y suficiente''.

El obispo manifiesta además que al Estado no le compete ofrecer educación religiosa, pero sí facilitar y fomentar que los educandos reciban una enseñanza completa en los centros oficiales, según las convicciones de sus primeros educadores: sus padres.

``Es de esperarse que el contenido de este instructivo sirva para precisar los conceptos sobre este tema tan importante y evitar tantas afirmaciones superficiales que se suelen expresar en los medios de comunicación'', señala también el obispo de Cuernavaca.

Más aún, agrega el religioso, espero que los mismos legisladores tengan muy presentes tales conceptos ``para producir en nuestro estado de Morelos una ley sobre educación avanzada, abierta, que favorezca la instrucción y educación del verdadero ciudadano mexicano que anhela nuestra sociedad''.