La Jornada 19 de septiembre de 1996

Hoy se firma en la SRE el último acuerdo hacia la paz en Guatemala

Afp, Efe, Dpa, Ips y Cerigua, Guatemala, 18 de septiembre Mientras que entre el gobierno de Guatemala y la guerrilla todo quedó listo para la firma del último de los acuerdos sustanciales hacia la paz, en esta capital había preocupación de que algunos sectores militaristas pudieran tomar represalias por la destitución de nueve oficiales.

Representantes del gobierno de Alvaro Arzú y de la Comandancia General de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) firmarán este jueves el acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad Democrática, cuyo acto tendrá lugar en la cancillería de la ciudad de México.

La firma de este acuerdo será previo a la llamada fase operativa del proceso de paz, y contempla que para antes de 1997 se ponga fin a 36 años de conflicto armado en Guatemala, el más prolongado de Centroamérica y uno de los más costosos en cuanto a vidas humanas.

El acuerdo, cuyos detalles concluyeron en las últimas horas los negociadores de ambas partes, establece una reducción gradual del ejército guatemalteco de unos 45 mil soldados a unos 20 mil, en un periodo de cuatro años.

El ministro de Defensa, general Julio Balconi, dijo que ahora que se llega al final de la guerra se requiere de la restructuración del ejército, que en las últimas décadas estuvo conformado para la lucha de contrainsurgencia. El objetivo ahora, dijo, será cambiar además la mentalidad de guerra por una paz y de reconciliación.

El negociador gubernamental Gustavo Porras, comentó que el acuerdo establece las bases para la reconciliación, así como medidas puntuales para fortalecer la democracia en el país, básicamente para que los procesos sean más participativos y mejoras a las formas para resolver los conflictos por las vías legales e institucionales.

Al acto de firma se espera que acudan numerosos invitados especiales y de gobierno y el secretario general de la Organización de Estados Americanos, el colombiano César Gaviria.

Una vez que concluya esta firma, el siguiente paso será la apertura de un debate para comenzar una nueva agenda negociadora para una paz definitiva. En esa fase se tratará la incorporación de los guerrilleros a la vida civil y política, cuyo acuerdo se firmará en España, mientras que el cese del fuego final se firmará en Noruega.

Entre tanto, el presidente Alvaro Arzú recibió numerosas muestras de apoyo tras la destitución, la víspera, de 18 funcionarios, entre ellos nueve militares, en una acción para combatir la corrupción en las aduanas traducida en una red de extorsión, contrabando y defraudación fiscal.

El líder del Congreso, Carlos García, el canciller Eduardo Stein, y el vocero del ejército, coronel Otto Noack, rechazaron que debido a esto pueda darse un golpe de Estado. No obstante, admitieron que puedan ocurrir acciones ``desestabilizadoras''. Y es que entre los cesados y arrestados destaca el viceministro de Defensa, general César Augusto García.