La Jornada 19 de septiembre de 1996

Listas negras, base para reprimir a opositores

Rosa Icela Rodríguez La guerra sucia ha comenzado, con la filtración de ``listas negras'' de luchadores sociales y líderes de oposición, ``involucrándolos falsamente con la guerrilla'', que el gobierno facilita a los medios de comunicación, denunció el diputado Juan Guerra, miembro de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa).

A ``título personal'', el legislador, miembro del Partido de la Revolución Democrática, manifestó su preocupación por que, ``a 18 días de que el presidente Ernesto Zedillo declarara que se aplicaría toda la fuerza del Estado contra la guerrilla y los grupos armados, sin violentar garantías constitucionales y sin afectar los derechos humanos, la guerra sucia contra la oposición ya es un hecho''.

En entrevista, dijo que, ``como toda guerra, además de las acciones y violaciones que pueda causar el Ejército con sus acciones y patrullajes, ahora se está empezando por la parte propagandística'', pues la inteligencia militar y los cuerpos de seguridad nacional ya filtraron listas, a revistas y periódicos, que involucran a diputados del PRD.

Así, dijo, es como comienzan ``las guerras sucias, involucrando gente que es inocente para ir dejando la sensación en la opinión pública de que algo tienen que ver'', y puso el ejemplo de las acciones emprendidas contra el senador Félix Salgado Macedonio, la diputada Leticia Burgos y presidentes del PRD en municipios de Guerrero.

Explicó que ya se está creando una sicosis en cuanto a que muchos perredistas y luchadores sociales pueden estar involucrados, y una vez que este mensaje ha madurado en la opinión pública, pasan a asestar golpes y detenciones, y que ese es el ejemplo en otros países.

Juan Guerra aseguró que la lista que han aparecido no son un invento de las revistas sino filtraciones de los cuerpos de seguridad nacional, y que los líderes de la oposición y luchadores sociales deben ponerse en estado de alerta, porque la configuración de las ``listas negras'' anteceden a las ``cacerías de brujas'' y a la represión indiscriminada, pues todo ciudadano que proteste y que tenga una afiliación de oposición se convierte en sospechoso para un régimen que ve como principal alternativa de estabilidad el uso de toda la fuerza del Estado.

Señaló que la seguridad con que cuenta el país es totalmente inconfiable porque es paranoica y maneja información distorsionada -o la distorsionan a propósito-, y que con esa información un gobierno puede cometer las peores locuras. Advirtió que, ``ante el avance de la militarización, hay el riesgo de un golpe de Estado''.

Precisó que los grupos de inteligencia tienen configuradas listas desde antes de las elecciones de 1994, y que, incluso, tuvieron la intención de hacer y de descabezar movimientos, suponiendo que se estaba preparando una rebelión. Hoy, dijo, se sigue trabajando con esa misma información, y esto es peligroso.

El legislador sinaloense señaló que, de esta forma, no puede existir confianza en que el Estado no desate una guerra sucia, en donde todo el que proteste se convierta en un sospechoso, en un delincuente, en un transgresor de la ley, en un conspirador, e indicó que el riesgo es no sólo de que siga la militarización sino que venga un golpe de Estado aceleradamente.

``Si le estamos viendo las orejas al ogro, cometeríamos un error, de no ponernos en guardia. Si de parte de inteligencia de Gobernación ya están las listas, y esto prefigura una guerra, necesitamos protestar y denunciarlo'', dijo.

-¿Con esto no estará llamando a los demonios? -se le preguntó.

-Los demonios no necesitan invitación, están siempre al acecho, lo único que buscan son coyunturas propicias. Y si de repente dicen que los opositores están involucrados con la guerrilla, ¿a dónde quieren llevar al Ejército y a la policía?