$130 millones, el botín por fraudes con tarjetas de crédito y cheques
Roberto González Amador El uso fraudulento de tarjetas de crédito y la emisión de cheques falsos ha provocado quebrantos en la banca privada por 130 millones de pesos en el transcurso de este año, informó el presidente de la Asociación de Banqueros de México (ABM), José Madariaga Lomelí.
Afirmó que el incremento en el número y monto de los fraudes a las instituciones de crédito se ha convertido en uno de ``los temas prioritarios de atención'' para banqueros y autoridades financieras.
De los 130 millones de pesos defraudados, por lo menos 19.5 millones, 15 por ciento del total, corresponde a recursos obtenidos en asaltos a usuarios de tarjetas de crédito o a operaciones realizadas con plásticos robados.
El resto, 110.5 millones de pesos, han sido defraudados a través de la emisión de cheques falsos o en transacciones directas en ventanillas bancarias.
Madariaga Lomelí explicó que los fraudes son cometidos por bandas de delincuentes que cuentan con equipo sofisticado con el que reproducen con gran fidelidad tarjetas de crédito y cheques.
En cuanto al fraude con el llamado dinero de plástico, que afecta principalmente a empresas prestadoras de servicios turísticos, aseguró que existen bandas internacionales que han comenzado a operar en México y se dedican a falsificarlas.
Otra forma común para cometer fraudes con tarjetas de crédito, según Madariaga, es el asalto a los usuarios ya sea en los cajeros automáticos o en las calles. Por ello, las instituciones bancarias refuerzan sus medidas de seguridad.
Información de funcionarios bancarios revela que en 1995 fueron detectados fraudes en una de cada 100 operaciones con tarjetas de crédito, cuando el promedio internacional es de un fraude por cada mil.
No habrá prórroga al ADE
En conferencia de prensa ofrecida después de la comida mensual de la ABM, Madariaga Lomelí descartó una ampliación del Acuerdo de Apoyo a Deudores de la Banca (ADE), vigente desde hace 12 meses, y cuyas tasas preferenciales de interés dejarán de aplicarse a partir del primero de octubre.
Hasta el 30 de agosto pasado, un mes antes de que venza el acuerdo, fueron restructurados 232 mil 419 millones de pesos en créditos, explicó en el mismo acto Steven Saide Azar, director de Crédito de la ABM.
Las cifras ofrecidas señalan que hasta el 31 de agosto pasado habían sido renegociados bajo las condiciones del ADE un millón 907 mil 283 contratos de crédito bancario, cantidad que representa el 90.39 por ciento de los 2 millones 110 mil préstamos sujetos a ser restructurados.
Saide comentó que del monto total restructurado en el ADE, el 66 por ciento --139 mil 451.4 millones de pesos-- correspondió a Unidades de Inversión (Udi), y el 34 por ciento a otros esquemas.
Aseguró que una vez que los bancos dejen de cobrar las tasas preferenciales de interés previstas en el ADE --38.5 por ciento anual para el caso de las deudas menores a 5 mil pesos en tarjeta de crédito, por ejemplo-- los usuarios no verán incrementada en una proporción significativa la mensualidad que pagan a su banco.
``Las tasas de interés van a ser muy similares a las que prevalecen bajo el ADE'', precisó, aunque a partir del mes próximo los usuarios de crédito deberán pagar la tasa de interés de mercado.
Explicó que, aunque no es posible cuantificar por ahora el monto de los intereses que fueron descontados como parte del ADE, ``el ahorro que tuvieron los usuarios de crédito en estos 12 meses fue muy importante y permitió hacer descuentos en el capital de los préstamos''.
Madariaga Lomelí afirmó, en tanto, que el ADE cumplió la función para la que fue creado, de convertirse en un ``puente'' que permitiera a los usuarios de crédito cumplir con el pago de sus obligaciones en medio de la crisis --el año pasado las tasas primarias de interés llegaron a rebasar el 100 por ciento--, mientras eran diseñadas fórmulas concretas para sectores como el hipotecario, industrial y agropecuario, y mejoraba la economía del país.
El presidente de los banqueros manifestó que a 20 meses del estallamiento de la crisis del peso, el problema para las instituciones de crédito ya no es el ritmo de crecimiento de la cartera vencida, que llegó a 160 mil millones de pesos en junio pasado, sino contar con clientes solventes a quienes canalizar préstamos.
``Hoy el problema es de sujetos de crédito y no de recursos, porque la banca tiene suficiente dinero para prestar'', aseguró Madariaga.