La Jornada 20 de septiembre de 1996

Preparan México y Alemania acciones contra la Helms-Burton

Elena Gallegos, Ismael Romero y David Aponte Los gobiernos de México y Alemania tomarán medidas contra la ley Helms-Burton, al concluir los comicios presidenciales en Estados Unidos. Por el momento consideran que no es oportuno hacer una declaración pública, dijo ayer el canciller alemán, Helmut Kohl.

Durante sus conversaciones privadas, el presidente Ernesto Zedillo y el jefe del gobierno alemán dialogaron sobre los efectos extraterritoriales de la legislación estadunidense.


El canciller alemán Helmut Kohl y el presidente
Ernesto Zedillo.
Foto: Raúl Ortega

``Desde luego hemos hablado sobre este problema y lo hemos hecho con el mismo disgusto...'', expuso.

En conferencia de prensa informó que los gobiernos de México y Alemania llegaron a un acuerdo para firmar en breve un convenio de promoción y protección recíproca de la inversión. La idea fundamental es ampliar los nexos y ``esto representa una buena señal''.

Kohl dijo que Alemania tiene confianza en el futuro de México y, en consecuencia, apoyará las negociaciones para el Acuerdo de Asociación Económica y Concertación Política con la Unión Europea (UE).

La ampliación interna de la comunidad europea no deberá ser un ``pretexto para aplazar sine die la negociación'' con los mexicanos, agregó.

Hay química con Zedillo: Kohl

Al iniciar la visita oficial, el jefe del Ejecutivo mexicano dio la bienvenida a Kohl en Palacio Nacional. Posteriormente, ambos mandatarios sostuvieron sus primeras conversaciones.

El estadista alemán dijo a los miembros de las dos comitivas: ``Con el presidente Zedillo me sucedió lo que dicen los norteamericanos: se nos dio la química''.

En ese marco, el mandatario mexicano recibió una invitación para visitar Alemania en 1997.

Ambos dignatarios acordaron reforzar las relaciones bilaterales sin menoscabo del esfuerzo que harán para que tengan éxito las negociaciones para un Acuerdo de Asociación Económica y Concertación Política entre México y la UE.

En la reunión de las comitivas el subsecretario de Comercio, Jaime Zabludovsky, advirtió que si el acuerdo con la UE no se logra, habrá fuerzas que impedirán el libre comercio entre México y Europa, ya que tanto el TLC signado con Estados Unidos y Canadá, como el proceso mismo de integración en aquel continente agudizarán el tratamiento diferencial y discriminatorio para los países que no pertenezcan a la región. De ahí que sea urgente negociar el convenio.

La bienvenida al canciller federal alemán tuvo lugar en el patio central de Palacio Nacional. Después de los honores y los discursos para el acercamiento, Kohl y Zedillo conversaron en privado.

Al mismo tiempo, en el Salón Panamericano las dos comitivas sostuvieron su primer encuentro.

Ahí, el subsecretario de Asuntos Migratorios, César Becker, explicó con largueza el acuerdo para la reforma política nacional signado en julio pasado.

Después los empresarios alemanes, quienes representan a 11 de las compañías más poderosas de ese país, hablaron de sus temores en torno a la seguridad pública; se interesaron también por las paraestatales que siguen en turno para ser privatizadas y en los proyectos de infraestructura (sobre todo en las áreas de comunicaciones y transportes).

Los subsecretarios Jaime Zabludovsky, Juan Rebolledo y José Julián Sidaui quedaron de entregarles las listas en los dos casos, por si les interesa invertir.

Luego, empresarios y funcionarios se trasladaron al Salón Embajadores, donde se encontraron con el Presidente y el canciller Kohl. Se efectuó un breve intercambio en el que Zedillo ofreció, ante la reiterada inquietud de los inversionistas germanos, que él intervendría personalmente para que se proceda a concluir el acuerdo de protección de inversiones que se negocia con aquel país.

Más tarde, el jefe del gobierno alemán asistió a la Cámara de Senadores para participar en una sesión solemne.

En esa tribuna, dijo que desde el punto de vista alemán el comercio mundial es una condición previa para poder asegurar el futuro, en alusión a la ley estadunidense Helms-Burton.

Y lo importante, agregó, es que ningún país, por más grande que sea, puede tomar soluciones en forma de reglas solitarias para limitar las actividades y gestiones de otras naciones.

Kohl fue recibido por el presidente de la Gran Comisión, Fernando Ortiz Arana, y los coordinadores de los grupos del Partido Acción Nacional, Gabriel Jiménez Remus, y del Partido de la Revolución Democrática, Héctor Sánchez.

La bienvenida la ofreció el presidente de la mesa directiva, José Murat, quien comentó al visitante, entre otras cosas, sobre la reciente aprobación de la ley antídoto mexicana.

Ante la globalización, dijo Murat, se acrecenta la exigencia de acatar el derecho internacional para preservar la soberanía de las naciones. El dignatario alemán dijo que las relaciones entre los dos países son excelentes y aseguró que la economía de su país tiene gran confianza en el futuro desarrollo económico, político y democrático de México.

En su primer día en territorio mexicano, el canciller Kohl recibió las llaves de la ciudad de México en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento. Este viernes tendrá un desayuno con empresarios mexicanos y, posteriormente, viajará a la ciudad de Puebla para visitar la planta Volkswagen.


Elena Gallegos Luego de que el presidente Ernesto Zedillo refrendara el interés de México en negociar de inmediato la liberación gradual, progresiva y recíproca de sus intercambios económicos, el canciller alemán, Helmut Kohl, habló de la construcción de la ``casa europea'' mediante los tratados de Maastricht, pero dijo que esa casa debe tener las puertas y las ventanas abiertas, porque la integración de zonas económicas no significa la formación de fortalezas con fronteras cerradas.

Enseguida, el visitante definió que tanto Europa como América Latina se hallan inmersas en una trascendental fase de transformación: la paz y la libertad, el Estado de derecho y la democracia, la estabilidad económica y el respeto a los derechos humanos han iniciado una marcha triunfal sin precedentes, dijo.

Esto ocurrió en la cena que el presidente Zedillo ofreció a su invitado en el Salón de Recepciones de Palacio Nacional. Ahí, Kohl, de muchas maneras, aludió al sentimiento de confianza con que se observa el futuro de México en el exterior.

De hecho por la mañana, en otro salón de Palacio, los empresarios alemanes habían dicho al presidente Zedillo que ellos, pese a la crisis, seguían con sus planes de inversión en México: de esta fecha al año 2000, éstas ascenderán a más de 2 mil millones de dólares.

Durante la cena, los dos mandatarios calificaron con insistencia su reunión como un ``encuentro de amigos''. Antes, saludaron a los comensales. Ernesto Zedillo mostró, al introducirlos con el canciller alemán, especial deferencia a tres personajes: Luis Téllez, de quien dijo a Kohl: ``El será el hombre que viaje a Alemania a hacer el trabajo''. Esto es, definir con la oficina del canciller los puntos que formarán parte de la agenda en la que se basará el reforzamiento de las relaciones entre los dos países, uno de los acuerdos a los que llegaron ayer.

Para el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez hubo también elogios y, sobre todo, para José María Pérez Gay, ``uno de nuestros intelectuales más connotados y uno de los grandes estudiosos de la cultura alemana'', le dijo Zedillo a Kohl.

Cuando ya iban a pasar al salón en el que se serviría la cena, el presidente Zedillo condujo al canciller a uno de los balcones de Palacio para ver, desde ahí, el Zócalo. Le habló del estilo barroco de la Catedral. Comentó: ``Nos sentimos muy orgullosos de este lugar. A unos 200 metros, los aztecas construyeron uno de sus más importantes centros ceremoniales, el Templo Mayor'', le señaló al visitante.

Bajo la llovizna, la enorme plancha iluminada por las figuras multicolores de Hidalgo, Morelos y Josefa Ortiz de Domínguez, lucía espléndida. El canciller alemán lo hizo notar.

Más tarde, en la cena, los dos mandatarios hablaron de la reciedumbre de las culturas alemana y mexicana.

Ernesto Zedillo se refirió a la vieja relación entre alemanes y mexicanos. Aludió a que si bien fue un italiano, Juan Pablos, el que trajo la primera imprenta a América en 1539, fue un alemán quien financió la iniciativa. Luego citó a Goethe.

Kohl aprovechó el comentario para bromear: ``Siempre nos pasa. Los italianos son los que quedan bien y nosotros pagamos los proyectos. Ha resumido usted la historia de la Unión Europea''. Después parafraseó a Octavio Paz.

Finalmente, el presidente Zedillo Ponce de León insistió en el particular interés de México de promover y profundizar sus vínculos bilaterales con Alemania y agradeció al canciller Kohl ``su resuelto apoyo'' a las negociaciones que México emprenderá el próximo mes para lograr con la Unión Europea un Acuerdo de Asociación Económica y Concertación Política.