``De palabra'', la única distensión que hay en Chiapas: EZLN
Elio Henríquez, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 19 de septiembre El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) declaró que la voluntad gubernamental ``está muy lejos de reanudar'' el diálogo de San Andrés, y añadió: el gobierno pretende ``presionarnos militarmente para obligarnos a regresar a una mesa inútil y engañosa''. Dijo que el Ejército Mexicano ``avanza a la guerra (y) nosotros esperamos''.
Afirmó que la única distensión que hay ``es de palabra'', pues en los hechos ``la lógica militar sigue su marcha'', y recalcó que ``el supremo gobierno miente cuando dice que no realiza movimientos militares en la llamada zona de conflicto y cuando señala que no se han modificado las posiciones que tiene desde hace un año y medio''.
En un comunicado dirigido al pueblo de México y a los pueblos del mundo, fechado el 17 de septiembre, la organización rebelde aseguró que la guarniciones federales ubicadas en La Garrucha y Patiwitz, en Ocosingo, ``continúan en su avance hacia las posiciones de montaña del EZLN''.
Al respecto, manifestó que el 13, 14 y 15, patrullas gubernamentales se internaron en las sierras de la cañada de Patiwitz, mientras que las tropas acantonadas en los ejidos de San Caralampio y El Calvario avanzaron el 17 ``en movimiento que llaman `envolvente' y cercaron la comunidad de San José, en la cañada del río Perlas''.
Firmado por el subcomandante Marcos, en el comunicado de cuatro puntos el grupo rebelde sostuvo que ``con el disfraz del `servicio social' se militariza el norte de Chiapas y se mantienen la impunidad para las guardias blancas, la persecución en contra de simpatizantes del EZLN y de luchadores sociales sin filiación política''.
Señaló que el moderno armamento mostrado por las tropas federales en el desfile del 16 ``está ya en servicio en los puntos de despliegue de los comandos gubernamentales en la selva, norte y Altos de Chiapas''.
Agregó: los aviones de contraespionaje, de origen estadunidense y llamados cóndor, con equipos sensores infrarrojos y vuelo silencioso, han sido utilizados en las zonas zapatistas desde mayo de 1994 y actualmente se usan para detectar los puestos de mando del EZLN en la montaña.
En un segundo comunicado, del 19 de septiembre, Marcos se refirió a la ``emergencia de una nueva fuerza política y social'' hoy hace once años, cuando el terremoto en la ciudad de México. Esa fuerza, la sociedad civil, es hoy ``la esperanza de que es posible reconstruir el país, a pesar de la destrucción que el proyecto neoliberal ha hecho en la nación mexicana''.
Dijo que las fuerzas políticas con mayor autoridad moral, legitimidad y eficiencia no son los partidos políticos ni los gobiernos sino las organizaciones de la sociedad civil, las únicas que tienen credibilidad.
La fuerza civil de hace once años, abundó el sup, se organizó y se convirtió poco a poco en ejemplo de que se puede participar en política sin aspirar a cargos públicos, de que se puede estar organizado políticamente sin que esto implique estar en un partido político, de que se puede vigilar al gobierno y presionarlo para que mande obedeciendo.
Expuso que hoy dos proyectos de nación, dos países, dos Méxicos ``se enfrentan'': el uno es ``el del poder luchando con la fuerza, por la guerra ``, y el otro ``el de la sociedad luchando con la razón y el sentimiento, por la paz''.
Mientras el poder militariza la desesperanza que ``ya es guerra civil en las tierras mexicanas, la sociedad civil exige detener la guerra y dar marcha atrás en la militarización del país''; mientras el poder monologa la sociedad civil demanda ``un diálogo nacional eficaz e incluyente'', finalizó