Reclamos actuales al rememorar los sismos del 85
Alonso Urrutia Esta vez la evocación de la tragedia de los sismos de 1985 fue motivo para condenar la militarización del país, la represión contra líderes de las organizaciones sociales, hostigamiento contra la disidencia y en reclamo de un nuevo modelo económico y político en México, condenando el esquema neoliberal.
Pocas alusiones a los caídos y muchos reclamos al gobierno. Minuto de silencio en conmemoración de dirigentes como Edith Sánchez y Leopoldo Santiago, omisión de los muertos anónimos. Discursos coincidentes. Matices en las condenas y un comunicado del Subcomandante Marcos que reivindicó el surgimiento de la movilización social en los sismos y anticipó que hoy el país ve cómo se enfrentan dos proyectos de nación y como se militariza ``la vida mexicana mediante un golpe de Estado que no por ser paulatino es menos autoritario''.
En donde estuvo el edificio Nuevo León de la unidad
Tlatelolco fue celebrada una misa por las víctimas
del sismo de 1985. Foto: Omar Meneses
Fue una conmemoración del décimo primer aniversario de los sismos realizado por decenas organizaciones del Movimiento Urbano Popular, del FAC-MLN, del Movimiento Ciudadano. En nombre del Frente Zapatista de Liberacion Nacional, Javier Elorriaga leyó el comunicado del Subcomandante Marcos, quien sería el que más recordara los efectos sociales de los sismos.
El comunicado de Marcos señala que la sociedad civil emergió de la incapacidad gubernamental para afrontar los problemas del temblor. ``No hay monumentos históricos ni homenajes para todos esos hombres y mujeres que expropiaron lo heroico de su inalcanzable lugar y lo vivieron y murieron sin alardes y sin condiciones''.
Esa sociedad civil --agrega el comunicado de Marcos-- fue ejemplo de ``que se puede participar en política sin aspirar a cargos públicos, de que se puede estar organizado políticamente sin estar en un partido político.
La sociedad civil incomoda hoy al gobierno, a intelectuales y a partidos politicos, señaló Marcos, pero consideró que es la opción para ``reconstruir al país'', mientras ``ellos los que en el poder se atropellan, administran la violencia y la muerte militarizando la vida mexicana''.
Dijo que el gobierno distribuye monólogos en mesas inútiles, bajo los únicos argumentos de la soberbia y prepotencia; expropia la libertad de disidentes y obsequian impunidad a los verdaderos criminales; sentencia a la pobreza al país. Hoy, dijo, hay dos proyectos de país, dos Méxicos, ``el que representa destrucción, miseria y muerte'', y el que pugna por la democracia, la justicia y la paz.
Marcos señaló a través del comunicado leído por Elorriaga que el EZLN se le critica que en lugar de acudir en apoyo de partidos políticos, armadas y no armadas, se opte por mantener su respaldo en la sociedad civil, instancia a la que se olvida menos cuando hay procesos electorales. Marcos concluyó señalando que es tiempo de que los partidos y organizaciones políticas armadas y no armadas se definan por cualquiera de los dos proyectos de nación.
El primero orador del acto fue René Bejarano, en nombre del Movimiento Ciudadano, quien demandó el cese de la militarización y hostigamiento contra los líderes sociales, tras descalificar la postura presidencial de enfrentar con todo el poder del Estado al EPR . ``No habrá paz --dijo--, mientras no se enfrentan las causas sociales que originan la violencia''.
Tampoco queremos --añadió-- la paz de los sepulcros que promueven el PRI y el PAN, que a través de la Procuraduría General de la República ha avalado los excesos oficiales. Demandó que la dependencia cite a comparecer a Carlos Salinas de Gortari y a José Córdoba Montoya, así como la expropiación de los terrenos ``ilícitamente'' entregados a Diego Fernández de Cevallos en Punta Diamante''.
El acto se efectuó alrededor de las 18 horas bajo la presión del Estado Mayor Presidencial que había condicionado la marcha a que se desalojara el Zócalo antes de las 20 horas, en virtud de la cena que en Palacio Nacional tendría el canciller alemán Helmut Kohl. Un acto celebrado luego de dos movilizaciones que salieron de la Plaza de las Tres Culturas y la Diana Cazadora.
Por su parte, Superbarrio leyó la postura de las organizaciones del Movimiento Urbano Popular e hizo una apretada síntesis de la lucha de las organizaciones hace 11 años. Sostuvo que el movimiento urbano surgido entonces demanda hoy terminar con el proyecto de ciudad del gobierno que maneja a la urbe como una gran empresa y no atiende los reclamos sociales, abdica de sus funciones para ponerlas en manos de la iniciativa privada.
Superbarrio manifestó que el regente Oscar Espinosa implanta un modelo económico y urbano en favor de una pequeña élite financiera y política, mientras que en su gestión permea la ineficacia, la corrupción y la impunidad en materia de justicia.
Al hablar en nombre del Frente Auténtico para la Construcción del Movimiento de Liberación Nacional, Ricardo González dijo que la militarización en el país ha producido el hostigamiento a líderes sociales en la Huasteca, en Oaxaca y en Guerrero, por lo que demandó cese la persecución contra dirigentes.
El regente Oscar Espinosa Villarreal aseveró ayer que son las organizaciones sociales surgidas a partir de los sismos de 1985 ``las que han mantenido viva y encendida esa llama de permanente alerta y de solidaridad. Se los reconozco, en ese sentido han sido ejemplares''.
En tanto, entre cuatro y cinco mil integrantes del Movimiento que preside René Bejarano marcharon ayer por la tarde, del monumento de la Diana Cazadora al Zócalo, para exigir ``vivienda digna y popular'' y sin que en ningún momento en sus consignas evocaran los acontecimientos de 1985.
Las declaraciones de Espinosa Villarreal tuvieron lugar al término de la ceremonia de izamiento de bandera a media asta que presidió en el Zócalo capitalino, con motivo del décimo primer aniversario de los sismos, luego de que el dirigente de la Unión de Vecinos y Damnificados 19 de Septiembre (UVyD), Alejandro Varas, lo abordó en el momento en que iba entrando en sus oficinas de Plaza de la República.
A las 7:19 horas, Espinosa Villarreal apretó el botón del asta bandera que la izó lentamente. Estuvo acompañado de los secretarios generales, subsecretarios, directores y coordinadores. Fue una ceremonia de apenas unos minutos.
El regente dijo que aún queda pendiente de iniciar la construcción de 150 acciones de vivienda para igual número de familias afectadas por los sismos de 1985. Comentó que aún es incipiente la cultura de protección civil entre los habitantes de la ciudad, por lo que ``aún se debe trabajar mucho, entre los medios de comunicación y el gobierno, para tener una mayor y mejor cultura de protección''.
El dirigente de la UVyD, al interceptar al regente, le dijo que ``este es un día que nos recuerda que debemos estar pendientes, que puede suceder en cualquier otro momento (un sismo). Para nosotros es importante que se mantenga un acto luctuoso, porque no es sólo para una u otra familia, sino para todos los que vivimos en la ciudad''.
La reunión de los militantes del Movimiento Ciudadano tuvo lugar en el monumento a la Diana Cazadora y una vez que a eso de las 16:30 horas se reunieron alrededor de cinco mil militantes, avanzaron con paso rápido sobre la misma avenida de Paseo de la Reforma, con dirección al Zócalo.
En la vanguarida iba una persona sosteniendo el lábaro patrio e inmediatamente atrás René Bejarano y Dolores Padierna, cabezas de ese Movimiento. Durante el trayecto el nutrido contingente fue sorprendido por la lluvia, pero eso no fue ningún impedimento para que una y otra vez insistieran en su demanda de ``vivienda digna y popular'', siendo la segunda organización que hizo su arribo a la explanada de la Plaza de la Constitución.