No acusé ni amenacé a comunicadores: Diódoro Carrasco

Rosa Icela Rodríguez, Georgina Saldierna y Mireya Cuéllar Mientras el gobernador de Oaxaca, Diódoro Carrasco Altamirano, matizó y medio rectificó ayer su petición a los medios de comunicación --hecha el viernes pasado-- de no ``jugar al periodismo crítico'', los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) reaccionaron: el ejercicio periodístico no es un juego.

Entrevistado durante la 17 Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Carrasco Altamirano manifestó ayer su compromiso con la libre expresión de las ideas y rechazó que sus declaraciones fueran una amenaza a los periodistas de Oaxaca: ``Mi relación con la prensa es abierta y responsable''.

Aclaró que su advertencia a los medios para que ``no le jueguen al héroe'' se debió a que un periodista leyó un comunicado falso del EPR en el que se anunciaba un atentado en el centro de Oaxaca. Esa situación generó sicosis e incertidumbre. Ante ello, dijo, fue que pidió a los medios que ayudaran a crear un clima de tranquilidad y confianza en el estado.

Subrayó que no hay ninguna acusación de complicidad contra periodistas de Oaxaca y les pidió ``checar'' la información para ``evitar la guerra de rumores''.

Dijo que desde la aparición del EPR en Santa Cruz Huatulco y en Tlaxiaco se supone que en Oaxaca hay de 70 a 90 guerrilleros; pero es difícil definirlo porque se habla de ``esquemas de contratación''.

Hasta la fecha, apuntó, el resultado de la aparición del EPR en Oaxaca es de 10 muertos, siete detenidos confesos de ser miembros del grupo armado, 21 órdenes de aprehensión pendientes de ejecutarse, una gran cantidad de armas decomisadas y una casa de seguridad asegurada.

Señaló que después de la conferencia que el EPR concedió en algún lugar de Oaxaca todo se ha concretado a una serie de rumores y guerra sicológica de los rebeldes armados.

Del secuestro del periodista Razhy González, comentó que el gobierno del estado le sugirió que presentara la denuncia para poder investigar; ahora el Ministerio Público integra la averiguación y se espera tener ``pronto'' elementos para deslindar responsabilidades.

Reiteró que su gobierno no permitirá la impunidad de los agresores ni mucho menos de las autoridades, y negó que se trate de cuerpos policiacos.

Sobre los periodistas presuntamente implicados con el EPR, el gobernante dijo: ``No conozco ninguna lista y en mi estado nadie ha hecho ninguna acusación''.

Por su parte, los partidos de la Revolución Democrática y Acción Nacional condenaron ayer las declaraciones del gobernador sobre el ejercicio del periodismo crítico.

El secretario general del PRD, Jesús Ortega, consideró ``lamentables'' dichas aseveraciones, porque ``demuestran una posición reaccionaria y significan un virtual llamado a la censura''.

Agregó que las opiniones del gobernador también representan una presión a los informadores para que se autocensuren. Con ello, lo que se busca es ``poner cotos y topes a la libertad de expresión'', subrayó.

Destacó que el periodismo independiente no es ningún juego, sino una obligación y una necesidad para lograr el desarrollo democrático del país.

Entrevistado en el Segundo Pleno del Tercer Consejo Nacional del PRD, recordó que hace unos días un periodista fue detenido por la policía oaxaqueña por haber cubierto las actividades del EPR.

Deploró el hecho y dijo que el gobernador de Oaxaca debe corregir de inmediato su comportamiento.

En tanto, Juan Antonio García Villa, secretario general del PAN, señaló que lo dicho por Carrasco es ``inadmisible'' y lleva ``un tanto de provocación''.

Este tipo de apreciaciones generan una ``indebida confusión'', apuntó, y revelan una intención de manipular, de querer sólo ``medios obsequiosos''.

El ejercicio de la libertad de expresión ``no es un juego, es uno de los aspectos más valiosos que, en materia de información, tiene México''. El país ``necesita de la prensa crítica que genera conciencia, de lo contrario los medios serían tableros de información y eso no tiene sentido'', concluyó.