La Jornada 23 de septiembre de 1996

Se mantuvo México en primera división de la Copa Davis; 3-2 a Argentina

José Garduño Gómez Ahora no hubo celebración en la alberca del Club Alemán arrojándose todo mundo al agua, aunque sí, por todos lados se veía la euforia porque México, a final de cuentas se mantuvo en el Grupo Mundial, o sea dentro de los primeros 16 del mundo, tras vencer 3-2 al equipo de Argentina y es que tanto Raúl Ramírez como sus jugadores pusieron los pies en la tierra y manifestaron que ahora habrá que prepararse para el futuro.

Raúl Ramírez, capitán del equipo mexicano comentó: ``por supuesto que estamos felices, pero no debemos conformarnos, sino prepararnos para jugar en el Grupo Mundial, en donde hay otro nivel, por lo que tenemos que superarnos. Ahora hay que ganar la primera serie de la próxima Copa Davis para avanzar a la segunda''.

Ahí mismo recibió una llamada del Presidente Zedillo quien felicitó aa todos los integrantes del equipo por el triunfo y que hoy los recibirá a las 11.30 horas en Los Pinos.

``Tenemos --prosiguió Raúl--, un gran equipo con Alejandro Hernández que lógicamente se superará en el futuro así como Oscar Ortiz y el propio Luis Enrique Herrera, quienes tendrán una gran actividad próximamente jugando en el circuito y por lo consiguiente mejorarán su clasifición en la ATP''.

Antes, todo feliz Alejandro Hernández que fue considerado por todos como la estrella de esta serie dijo que jugó un buen tenis y que en todo momento estuvo motivado por el público que ``me pasó la buena vibra''.

Dijo sentirse ya cerca entre los primeros 100 del mundo, pero que esa no sería su meta, sino acercarse a una mejor clasificación. Agradeció las muestras de apoyo y de que se le considera como la figura nueva del tenis mexicano, pero en tono modesto precisó: ``Esto no acaba hoy aquí, mañana es otro día que hay que empezar desde temprano. Hay que seguir trabajando para lograr nuevas metas y llegar a nuevas alturas''.

Afuera de la sala de conferencias estaban su papás. Don Alejandro Hernández dijo que a últimas fechas está dejando de ser poco a poco su entrenador y que ahora en esta serie habían hablado de que había que ganar a como diera lugar.

Su mamá, doña Montserrat Juliá de Hernández recordó que Alejandro ganó su primer torneo a los seis años de edad y que desde entonces le dijo que iba a ser campeón mundial y también a ganar la Copa Davis. Habló también que Alejandro ha dicho que debe demostrar con hechos su calidad en el tenis, no importando que Raúl Ramírez sea su padrino.

Lavalle, por su parte, dijo que ``desde luego la edad ya pesa (29 años) pero no he pensado todavía en retirarme''.

Admitió, sin embargo, que quizá por la edad ahora le faltó un poco más de condición, o que le faltó su entrenador Myron Grunberg pero prometió trabajar más para lograr su mejor estado físico.

Acerca del por qué de su retiro antes del tercer set de su partido ante Gastón Etlis señaló que ``sufrí una fisura en el dedo meñique del pie derecho y se me rompió la uña del dedo gordo del mismo pie, lo que no me permitía jugar bien. Claro que si no se hubiera decidido la serie el punto lo hubiera buscado con todo y dolor''.

Hernán Gumy, el jugador número uno del equipo argentino no tuvo disculpas y elogió el juego de Alejandro Hernández: ``Jugó un buen partido. No tenía nada qué perder y jugó relajado. Mereció ganar y me ganó bien''.

Cuando le preguntaron si consideraba que Argentina había perdido al caer en el juego de dobles del sábado precisó: ``No Argentina no perdió ayer, perdió hace una hora, cuando México nos ganó el tercer punto''.

Concluyó la serie contra Argentina y con ella la tregua de los vicepresidentes de la FMT pactada con el presidente de la misma Jesús Topete y ahora la gran mayoría de los presidentes de las difrente asociaciones por conducto de un boletín de prensa instaron al titular de la federación que ``tome las medidas necesarias que le confiere nuestro Estatuto para lograr el mejor funcionamiento de nuestra Federación''.


Abril del Río Aunque Alejandro Hernández incluyó al equipo y al público mexicano en el mérito del triunfo mexicano ante Argentina en la Copa Davis por la permanencia en el Grupo Mundial, el joven tijuanense siempre será recordado por la brillantez con que se impuso a Hernán Gumy, y porque el haber definido la serie prácticamente en solitario, lo confirmó como el sucesor de Leonardo Lavalle, la figura más destacada del país en la última década, que ayer abandonó la cancha lesionado, cuando empataba con Gastón Etlis el quinto punto, que era de trámite.

Discípulo directo de Raúl Ramírez, el insuperable jugador que lo vio crecer, Alejandro Hernández se ganó el respeto del público en el Club Alemán, que hasta ayer estaba reservado en exclusiva a Lavalle.

El joven de 19 años necesitó de dos horas y 25 minutos para resolver el triunfo de México, en sólo tres sets de 6-4, 7-5 y 6-1, en tanto que Lavalle, se vio obligado a otorgar el último punto a Argentina, para un total de 3-2 en favor de México. El hombre Copa Davis estaba dispuesto a satisfacer a su público, incluso soportó el dolor que le causaba una uña del pie enterrada, antes de solicitar que el médico de cancha oficializara el abandono de Lavalle, que con el dedo sangrante había empatado a Etlis por 3-6 y 6-3.

Alejandro ya no será más aquel prospecto de buen tenista, a quien algunos consideraban el ``protegido'' de Ramírez. El haber conseguido el primer punto de la serie, el viernes ante Etlis, lo colocó en una excelente posición, especialmente porque Lavalle dejó escapar el segundo, a pesar de haberse entregado por completo frente a Gumy. Después en el dobles, en pareja con Oscar Ortiz, la contribución de Alejandro fue determinante para la victoria.

Pero ayer, sencillamente se convirtió en el héroe del episodio que permite a México continuar dentro del Grupo Mundial o primera división de la Copa Davis, que incluye a los 16 mejores países, un puesto que sin embargo no concuerda con el nivel real de los tenistas mexicanos en el circuito profesional.

Embarnecido, impresionante musculatura, sobre todo en las piernas, veloz, y con una presencia que asoma furia de campeón aun por desarrollar, Alejandro Hernández, que aparece en el puesto 185 en la lista de la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales), enfrentó sin temor Hernán Gumy, 40 del orbe, colocado como el primer raqueta argentino para esta serie, en ausencia por lesión de Javier Frana (35).

El mexicano de 19 años entró a la cancha determinado, y abrió el primer set con rompimiento al argentino, a base de atinadas devoluciones desde el fondo, que más tarde combinó con explosivos saques y llegadas a la red que casi siempre le funcionaron para sorprender a Gumy, un rival que en ciertos momentos logró acomodarse, pero en ninguno complicarle el juego a Alejandro.

El público, que el sábado apoyó a los doblistas con un desmesurado escándalo, ayer no tuvo ni tiempo de apropiarse del partido. Los puntos se definían rápido, y Alejandro sólo escuchó algunos ``Mé-xi-co...'', para apresurarse a las jugadas e incluso alardear con sus mejores jugadas.

Para el tercer set, Alejandro no concedió al argentino mas que un rompimiento en el sexto parcial. De hecho, definió la victoria aprovechando el saque de Gumy; le recetó una serie de reveses cruzados. Al estrellar la última pelota en la red y declararse ``set, partido y serie'', la afición estalló en ovaciones y con una lluvia de cojines azul marino que hicieron alfombra sobre la carpeta verde.

El nuevo ídolo del tenis nacional dio varias vueltas a la cancha con la bandera mexicana en alto. El triunfo no podía ser más grande para el capitán Ramírez, y al festejo se unieron los demás jugadores. Como es costumbre, el clavado a la piscina del club de Tepepan, del que el único excluido fue Lavalle, porque se preparaba para el encuentro final.

Pese al abandono, Lavalle, que contraerá matrimonio el próximo sábado, no careció de estímulos: ``No importa: sigues siendo el número uno'', le gritaban. Lavalle abandonó la cancha entre tímidas rechiflas y francos aplausos. No será su despedida, pero por lo pronto, el tenis nacional tiene una nueva figura llamado Alejandro Hernández.