MISA DE DESPEDIDA EN FRANCIA
Reuter, Ap, Ansa, Dpa y Efe, Reims Juan Pablo II terminó este domingo una visita de cuatro días a Francia en medio de fuertes polémicas por su salud y protestas en contra de su estancia en un país ``laico y republicano''. Fuentes de la Iglesia católica declararon que el Papa habla ``abiertamente'' sobre su muerte, a la que no teme, y afirmó que el pontífice tiene fuerzas suficientes para mantener el control de la Iglesia en el mundo a la que, dijeron, defenderá ``con el último hálito de vida''. Karol Wojtyla celebró una misa de despedida en el aeropuerto de Reims ante unos 200 mil fieles, en la que exaltó el bautismo de Clodoveo I, hace mil 500 años, acto con el que se inició la religión cristiana en Francia. Asimismo, reclamó a Francia mantener sus ideales de ``libertad, igualdad y fraternidad'' que impulsaron la Revolución Francesa. El primer ministro, Alain Juppé, despidió al Papa, a quien calificó de ``incan-sable apóstol de la paz, la solidaridad y la justicia''. En París, 10 mil personas protestaron por la visita de Wojtyla.