Agonizan por la congelación de recursos de Nafin a uniones de crédito
Antonio Castellanos Con una cartera vencida cercana a los 25 mil millones de pesos y congelado su acceso al financiamiento desde octubre de 1994, las 510 uniones de crédito que operan en el país no pueden atender las necesidades de más de 60 mil micros y pequeñas empresas que agonizan por falta de empréstitos y altos costos del dinero.
De hecho, si no se corrige esa situación la voluminosa cartera vencida que arrastran las uniones de crédito tendrá que ser asumida en su totalidad por Nacional Financiera (Nafin), principal proveedor de empréstitos a este tipo de intermediarios no bancarios.
El presidente Asociación Nacional de Uniones de Crédito (ANUC) y el director general de la Unión de Crédito Empresarial de México, Jorge Gallardo Lambarri y Alejandro F. Gallardo y López, plantearon lo anterior, y expresaron que el cierre masivo es inminente y dejaría sin empleo a 600 mil personas.
Gallardo y López dijo: ``Si se presenta una quiebra técnica en Nacional Financiera será necesario poner en práctica de inmediato un programa de rescate, similar al que se hizo con la banca privada, porque sin recursos las empresas quedarían estranguladas y no tendrían para pagar''.
Consideraron que la disciplina presupuestal es sana, pero ``si una medicina mata al enfermo, hay que reducir la dosis, porque de otra forma se matará el virus pero también al paciente. Por ello se deben aplicar ligeras desviaciones para estimular la planta productiva''.
La organización que encabeza Gallardo Lambarri, junto con otras cuatro que integran el Consejo Mexicano de Uniones de Crédito, empezó a negociar con Nafin para destrabar el crédito suspendido.
Sostuvo que la ``llave'' está cerrada desde 1994, y que se han hecho varias propuestas para reactivar las uniones de crédito, aunque expresó su confianza de que en el corto plazo serán evaluadas de manera favorable para que las empresas puedan trabajar y cumplir puntualmente con sus obligaciones con el fisco, el Seguro Social y el Infonavit.
La crisis empezó con la apertura derivada del Tratado de Libre Comercio (TLC), precisó Gallardo y López, y explicó que las empresas se vieron obligadas a competir y recurrir al crédito para desarrollar proyectos que entonces eran viables.
Así, Nafin empezó a fondear recursos a las uniones de crédito, pero a ``todos la crisis nos agarró a la mitad del camino y a nadie le dio tiempo de aplicar correctivos, porque ninguna empresa puede incluir entre sus proyecciones una devaluación de 50 por ciento, en el corto plazo''.
El director general de la Unión de Crédito Empresarial México, manifestó que a partir de la crisis las industrias enfrentaron serias dificultades y ahora muchas están ``muriendo'' a pesar de no haber recurrido al financiamiento, afectadas además por el círculo vicioso de la falta de poder adquisitivo que mantiene contraído el mercado.
Hace tres años empezó la descapitalización, y con las importaciones generalizadas se fue desmantelando la planta industrial. Muchas firmas cerraron para convertirse en comercializadoras porque era imposible competir con las importaciones baratasa causa de la sobrevaluación del peso.