La Jornada 24 de septiembre de 1996

Adelante, la venta de petroquímicas

Antonio Castellanos El proceso de privatización de la industria petroquímica sigue en marcha y la Secretaría de Energía examinará cuidadosamente los planteamientos vertidos en la asamblea priísta contra esta disposición de política económica, afirmó el subsecretario de Política y Desarrollo de Energéticos, Jorge Eduardo Navarrete.

Entrevistado al término de la inauguración del segundo congreso nacional Transiciones energéticas en México, Centro y Sudamérica, el funcionario señaló que la posición del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en torno al proceso de privatización de las plantas petroquímicas se suma a una serie de pronunciamientos de diversos partidos políticos, sectores sociales, legisladores y sindicatos, y en la Secretaría de Energía no ``cerramos los ojos ni pretendemos ignorar esas manifestaciones de opinión política de los mexicanos y de sus organizaciones''.

Navarrete precisó: ``Sabemos que los planteamientos priístas se encuentran en diversos documentos de la Asamblea, que tienen matices diferentes que probablemente haya que examinar detenidamente, y se incorporarán al proceso de reconsiderar cuál es la mejor forma de alcanzar el objetivo de una industria petroquímica globalmente competitiva en México''.

Pero a pregunta concreta, el funcionario respondió de igual manera: --¿El proyecto sigue en marcha?

--El proyecto sigue en marcha, sí señor.

El subsecretario destacó que el examen de las cuestiones jurídicas del proceso privatizador corresponde a la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam), y en la Secretaría de Energía ``quisiéramos que el análisis de estas materias fuera en el menor tiempo posible, porque México requiere un programa de desarrollo de la petroquímica''.

Es necesario que ese programa entre en operación cuanto antes para no diferir decisiones de inversión o acciones importantes de los sectores público y privado, recalcó Navarrete.

Sin embargo, en torno a si las posiciones partidistas podrían hacer retroceder el proceso privatizador del sector petroquímico de Pemex, Navarrete respondió que ``expresiones como `no hay marcha atrás' o `se sigue adelante' nunca reflejan la complejidad de las decisiones de política económica que supone un proceso de esta naturaleza. Probablemente la simplifican demasiado. El proceso como se ha señalado, está siendo considerado, si quiere usted reconsiderado. Se examinan las opiniones vertidas al respecto''.

Admitió que se consideran también las propuestas sobre la redefinición entre petroquímica secundaria y básica. ``Pienso que desde el punto de vista de integración de cadenas productivas, quizá la división que en este momento se tiene no sea la óptima''.

El funcionario puntualizó que no se piensa tanto en financiamiento, en deuda, sino en nueva inversión para los proyectos petroquímicos. ``Nos preocupa que haya factores que puedan llegar a demorar o incluso a desalentar las decisiones de inversión de empresas mexicanas y foráneas. Desde luego hay varios que ha propuesto el sector privado''.

Al inaugurar el congreso con la representación del secretario del ramo, Navarrete manifestó que en lo que resta de este siglo el sector energético crecerá a tasas superiores a las del producto interno bruto y, además, deberá contribuir al dinamismo y competitividad de la economía en su conjunto, en especial de la planta industrial.

Informó que las necesidades de inversión en el sector energético se estiman en 250 mil millones de pesos a precios actuales, durante la presente administración. De ese monto, se espera que al menos una quinta parte lo aporte el sector privado, y subrayó que los recursos financieros que se requieren para lograr el crecimiento y modernización de la industria petrolera son muy cuantiosos.

De ahí, agregó, la necesidad y conveniencia de que Pemex se concentre en las actividades fundamentales que corresponden a la industria petrolera, y que sólo pueden ser desarrolladas por la empresa pública.

Concluyó: ``En un contexto de crecimiento, rápido cambio tecnológico, transformación institucional y aumento de la eficiencia, uno de los principales retos para México es entender mejor en qué consiste su riqueza en materia de hidrocarburos, y cuál es el esquema más adecuado para que la nación obtenga el mayor provecho de esa riqueza''.

De acuerdo con información oficial, entre 1989 y 1994 ingresaron al país unos 100 mil millones de dólares en inversión extranjera especulativa, que no fueron invertidos adecuadamente, situación que contribuyó al estallido de la crisis.