La Jornada 26 de septiembre de 1996

Define ya Energía las directrices para la desincorporación, informa Lajous

Angélica Enciso Problemas de ``comunicación'' han hecho crecer la brecha entre la percepción que la sociedad tiene sobre el impacto ambiental de las actividades de Petróleos Mexicanos (Pemex) y el que realmente existe, además de que no puede soslayarse un ``cierto sesgo antiestatista'' en la evaluación de sus acciones, indicó el director de la paraestatal, Adrián Lajous, al comparecer ante la Comisión de Ecología de la Cámara de Diputados.

Dijo que ``entre más iniciativas y acciones emprendemos, la percepción sobre nuestras deficiencias parece agudizarse''.

En la comparecencia de cuatro horas, Adrián Lajous se limitó a hablar sobre los aspectos ambientales en que trabaja la empresa, y evitó abundar sobre la recomendación que hace unas semanas le envió la Comisión Nacional de Derechos Humanos sobre el accidente de Plátano Cacao en Tabasco, y sobre el más reciente de Cactus, en Chiapas.

Acerca del último caso Lajous expuso que la recuperación fue muy rápida, a pesar de que se perdió una producción diaria de 20 mil barriles de petróleo. Dijo que al momento del accidente parecía que el impacto iba a ser mayor, pero la actividad industrial del país no se vio afectada e incluso este mes se ha recomenzado la exportación de gas natural.

Indicó que se ha empezado a realizar un trabajo más intenso con las comunidades cercanas a las plantas de Pemex, a fin de informar sobre las acciones que se realizan y hacer frente, de manera conjunta, a los problemas que se suscitan.

Reconoció que la actividad de Pemex y el consumo de sus productos tienen impacto sobre la calidad del aire y el agua, así como en el subsuelo, pero dijo que se ha buscado identificar los daños específicos con el fin de establecer las medidas correctivas apropiadas.

Asimismo, anunció la creación del Sistema de Administración Ambiental de Pemex, mediante el cual se llevará a cabo una revisión del desempeño ambiental de sus operaciones; se establecerán metas y objetivos medibles para determinar cómo avanza ese desempeño; se realizará una evaluación de las consecuencias de las actividades petroleras sobre el medio ambiente, y con las autoridades del ramo se buscará establecer leyes y reglamentos en la materia.

En relación con las instalaciones de la petroquímica secundaria y los llamados ``pasivos ecológicos'', Lajous indicó que ha cumplido con el 71 por ciento de las recomendaciones establecidas en las auditorías ambientales realizadas en esas instalaciones, y para el primer semestre del año próximo espera que se dé cumplimiento al resto.

A partir de 1995 la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y Pemex iniciaron auditorías a las plantas de la paraestatal para determinar en qué condiciones se encontraban y establecer acciones para resolver las fallas detectadas.

Lajous agregó que ``contrariamente a esa imagen pública, que Pemex considera totalmente equivocada'', las condiciones ambientales de operación de las plantas petroquímicas cumplen con la normatividad vigente.

Entre las medidas y acciones que la paraestatal ha adoptado en materia ambiental, se mantiene un rezago de 589 hectáreas afectadas tanto del norte como del sur del país, pero para este año se prevén sanear 120, y para los próximos dos años el resto.

En cuanto a derrames y fugas destaca que entre enero y julio de este año se han registrado 681 fugas en tuberías de conducción de hidrocarburos, de las cuales 387 se dieron en líneas de descarga de pozos, 283 en ductos principales y 11 fueron derrames diversos; el 99 por ciento de estas fallas ya fueron corregidas.