El pacto que pide el regente, mascarada electoral: PRD; es viable, dice el PRI
Alonso Urrutia El pacto de civilidad propuesto por el regente Oscar Espinosa generó un largo debate en la Asamblea de Representantes capitalina. Del respaldo priísta bajo el argumento de que hay excesos en algunas movilizaciones, el rechazo abierto del PRD que lo calificó de ``mascarada electoral'', hasta la propuesta de una consulta pública para determinar si debe legislarse en la materia, que planteó el PAN.
``¿Por qué plantear un pacto de civilidad cuando de manera sistemática se ha hecho uso de la fuerza pública y de manera cotidiana la represión se ha visto reflejada en las calles?'', cuestionó de entrada el perredista Eduardo Morales. Por qué no partimos de un acuerdo para que con éste se empiece a enmendar su forma de gobernar o hacer ingobernable esta ciudad.
Espinosa --dijo-- está ``pretendiendo utilizar dos caras en una etapa electoral'', la de convocar a la civilidad y la de fomentar operativos policiacos para coartar la libertad de manifestación''.
Morales sostuvo que la propuesta obvia es analizar las causas. Por qué no discutimos la ausencia de una política social que es causa de las movilizaciones. ``La propuesta --acusó-- es una mascarada electoral que tiene la intención de contener la gran ola de movilizaciones de descontento en 1997''.
Autor del proyecto priísta para regular las manifestaciones, Everardo Gámiz salió en defensa del pacto de civilidad, que debe firmarse por encima de los intereses de los partidos y dar prioridad a los intereses generales de la sociedad; ``debemos evitar el que caigamos en la anarquía''.
El pacto de civilidad, añadió, es viable y ``mi partido lo ve con buenos ojos, independientemente de que no entra a fondo a la solución del problema de manifestaciones. Nosotros hemos sido receptores no sólo de la demanda de quienes se manifiestan y creen que se les está tratando de coartar sino también de quienes se sienten afectados por los manifestantes''.
Dijo que no hay una intencionalidad electoral en el intento de regular las marcha, ni tampoco hay un intento de amordazar, ``queremos compatibilizar'' los derechos constitucionales para garantizar el interés general. Por ello, señaló que no hay que prejuzgar la propuesta del regente, a la que expresó su apoyo. Gámiz reiteró que en octubre próximo se convocará a la realización de foros con especialistas y grupos involucrados en el problema para analizar el sustento jurídico de una ley.
Por su parte, el panista Fauzi Handam --promotor de una iniciativa del Partido Acción Nacional para regular las marchas-- dijo que si bien en su partido no hay consenso en torno al problema. Sostuvo que se requiere compatibilizar los derechos de manifestantes y afectados. Es claro que esto no elimina que deban analizarse las causas sociales de las movilizaciones.
Apuntó que una lógica en la manifestación es que si no afecta los derechos de terceros no hay forma de presionar a la autoridad, que en sí mismo es el objetivo. En nombre del PAN propuso la realización de una consulta pública respecto a la posibilidad de legislar en materia de marchas, misma que fue turnada a comisiones.
El largo debate consumió casi tres horas de sesión y en ella los priístas exhibieron posturas encontradas sobre las manifestaciones. Pilar Pardo dijo que hay algunas que ``tienen reclamos justos y no atendidos por la autoridad, pero también hay otras que buscan el foro que no han alcanzado con su trabajo. Hay manifestaciones que se exceden en el ejercicio de sus derechos, que no respetan la propiedad o el patrimonio histórico''.
En tono más áspero, otro priísta, Héctor Astudillo, arremetió contra el PRD. Tras señalar que las manifestaciones han ido de la libertad al libertinaje, el priísta dijo que el PRD exageraba en sus consideraciones sobre el pacto de civilidad. Lo acusó de lanzar una crítica invetereada y con tantas falsedades que lo llevan a la mitomanía.
Morales señaló que no pueden ser mitomanías las grandes carencias sociales, la imposibilidad de acceso a la vivienda, a la salud o a la educación. ``Creo que es el PRI quien le miente a la realidad, una realidad que lo rebasa y que es más necia''. Dijo que el PRI puede lanzar toda la retórica posible, pero no podrá ocultar las carencias sociales.
Más adelante, el perredista Pedro Peñaloza dijo que se estaba bordando en el vacío, pues aún no se conocía el contenido real de la propuesta de civilidad. De cualquier modo, aseveró, de nada valdría un pacto de civilidad con los partidos o la realización de foros si al final los funcionarios de gobierno no modifican sus formas de relación con la sociedad; si se continúa postergando las respuestas a las demandas sociales o si en vez de dialogar con los grupos inconformes se envían de entrada a los granaderos. El pleno rechazó una propuesta del perredista Francisco Alvarado para crear un sistema metropolitano de radio y televisión que fuera otro espacio de expresión de inconformidades.