Exige Coparmex seguir el proceso de desincorporación y desechar las cargas ``ideológicas''
Andrea Becerril El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Carlos Abascal, informó que pidió al Partido Revolucionario Institucional (PRI) los documentos de su reciente 17 Asamblea Nacional ``para conocer exactamente los acuerdos tomados en torno a la privatización de la petroquímica'', ya que el sector empresarial no aceptará que ``por problemas meramente ideológicos'' se impida seguir adelante ese proceso.
Agregó que ``se está haciendo una tormenta en un vaso de agua'', porque la petroquímica apenas representa el 8 por ciento de los ingresos totales de Pemex, y en cambio para modernizarla es necesario erogar 10 mil millones de dólares.
Roberto Campa Cifrián, durante la sesión
de la Cámara de Diputados, en San
Lázaro. Foto: José Antonio
López
Entrevistado luego de la reunión de la Alianza para la Recuperación Económica (Apre), Abascal señaló que es una decisión en la que no se puede dar marcha atrás; se trata de un problema económico al que se ha querido ideologizar, ``justamente se trata sólo de cachar votos, de adoptar posturas políticas, de cara a las próximas elecciones, cuando lo que está en juego es la salud del país''.
El dirigente patronal añadió que los partidos políticos que se oponen a la privatización de la petroquímica dan un triste espectáculo, ya que en víspera de procesos electorales no le dicen a los ciudadanos la realidad. ``Por ejemplo, cuánto le cuesta hoy al país importar la petroquímica secundaria; no le dicen el rezago en mantenimiento, qué tan competitivas son nuestras plantas respecto de las plantas mundiales con las que estamos compitiendo''.
Agregó que de no seguir adelante con la desincorporación de la petroquímica, dentro de algunos años, ``cuando se nos haga pedazos entre las manos, entonces nos lamentaremos'''.
Molesto, Abascal agregó que se podrá ser ``muy nacionalista y patriotero'', pero ``se nos olvida hasta el hecho mismo de que el gobierno nos ha demostrado una y otra vez que es altamente ineficiente para administrar empresas. ¿Acaso Tabasco y Chiapas, los estados con más reservas de hidrocarburos, son los más ricos y más desarrollados?''.
Insistió en que la desincorporación no significa vulnerar la acciones en empresas privadas mexicanas, sino que puede hacerse con candados, con mecanismos que permitan, por ejemplo, ``asegurar que el 51 por ciento de la tenencia accionaria de la petroquímica secundaria quede en manos de mexicanos, que garanticen al mismo tiempo los flujos de inversión que el país requiere para modernizar la planta productiva''.
Cuando un reportero le hizo notar que en caso de la privatización de la banca se argumentó lo mismo, y la experiencia demostró que es un fracaso, Abascal respondió que no hay equivalencia entre la petroquímica secundaria y los bancos. ``Jamás he dicho que la petroquímica sea la salvación del país, sólo que significa ya importantes importaciones, recursos que se le canalizan hoy de manera ineficiente, y que hay ausencia de recursos para modernizar la planta petroquímica a fin de competir mundialmente''.