La Jornada 27 de septiembre de 1996

CERCO DE ISRAEL A CISJORDANIA Y GAZA

Afp, Ap, Dpa, Efe y Reuter, Gaza, 26 de septiembre Al menos 80 muertos y más de mil heridos es el saldo provisional del segundo día de enfrentamientos entre soldados israelíes y la población y policía palestinas en los territorios autónomos, originados por la decisión de Tel Aviv de la ampliación de un túnel que pasa bajo la Explanada de las Mezquitas y que sirve de acceso a fieles judíos al Muro de los Lamentos.

El gobierno conservador israelí desoyó la sugerencia hecha hoy por Estados Unidos de cerrar el túnel a fin de evitar más enfrentamientos, y declaró el estado de excepción en Gaza y Cisjordania, territorios autónomos bajo el control de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que ordenó a sus fuerzas de seguridad suspender los ataques contra el ejército de Tel Aviv.

La radio palestina informó, al citar fuentes de la ANP, que este viernes se reunirán el presidente palestino Yasser Arafat, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el presidente egipcio Hosni Mubarak, para tratar de solucionar la actual crisis, aunque otras fuentes palestinas dijeron que el encuentro se celebrará la semana próxima.

Los gobierno de El Cairo y Tel Aviv no confirmaron hasta el momento la versión.

Trascendió que hubo intensas gestiones de mediación por parte del coordinador estadunidense para Medio Oriente, Dennis Ross, y de Mubarak.

Sin embargo, el jefe del ejército israelí, Amnon Lipkin Shahak, admitió que el mando castrense considera ya la posibilidad de retomar el control en algunos territorios autónomos, mientras las organizaciones integristas Hamas y Jihad llamaron a los palestinos a intensificar la lucha y vengar así a los ``mártires palestinos''.

La tensión se incrementó aún más este jueves en los territorios autónomos palestinos, luego que el ejército israelí continuó operando en Gaza y Cisjordania, violando así los acuerdos de autonomía firmados en 1993.

Soldados israelíes ingresaron ayer a la ciudad cisjordana de Ramallah para tratar de sofocar violentas protestas palestinas por la ampliación del túnel en Jerusalén.

Netanyahu regresó anticipadamente de su gira por Europa y, según fuentes palestinas, telefoneó desde su avión a Arafat para concertar una reunión.

Voceros de Netanyahu afirmaron que el primer ministro exigió al líder palestino tomar ``medidas vigorosas'' para calmar la violencia desatada en Gaza y Cisjordania, al tiempo que el canciller de Tel Aviv, David Levy, instó a Yasser Arafat a demostrar su autoridad y controlar a sus policías.

Netanyahu recibió llamados telefónicos del canciller estadunidense Warren Christopher y de Mubarak, quienes lo instaron a ordenar el cierre del túnel excavado en la ciudad vieja de Jerusalén, como manera de detener la hostilidades.

Según los palestinos, esta ampliación pone en peligro los cimientos de la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén, y fue lo que desencadenó los disturbios.

Pero Netanyahu rechazó dar marcha atrás: ``Si Israel cede en el tema del túnel, surgirán otras crisis en el futuro'', alegó.

El túnel que lleva al Muro de las Lamentaciones fue abierto hoy al público bajo intensa protección policial, y voceros de Netanyahu reiteraron que no es la intención de Tel Aviv amenazar los templos musulmanes de la zona.

El ministro israelí de Defensa, Yitzhak Mordechai, afirmó que lo que se vive actualmente en los territorios palestinos no es una nueva intifada, porque durante estas protestas que se prolongaron de 1987 a 1993 había ``pedradas y no tiros'', por lo que la presente situación es más peligrosa.

Mordechai agregó que además de declararse el estado de excepción sobre Palestina, los soldados israelíes tienen órdenes de romper con las armas cualquier resistencia por parte de los palestinos.

El ejército israelí decidió esta noche mantener hasta el domingo el cierre de los territorios autónomos, con lo cual 2 millones de palestinos tienen vetado el ingreso a Israel y al este de Jerusalén.

A los ciudadanos israelíes se les aconsejó viajar a los territorios palestinos sólo en caso de máxima urgencia.

Fuentes de la ANP aseguraron que Arafat, quien visitó a las familias de las víctimas, dio orden la policía de no disparar contra los soldados israelíes, y a los ciudadanos de dejar de provocarlos.

Panorama de los disturbios

En Nablus, Ramallah, Hebrón y Belén, entre otras ciudades, palestinos quemaron llantas y lanzaron piedras a los soldados israelíes.

En por lo menos tres lugares hubo tiroteos entre efectivos israelíes y policías palestinos, la mayoría de los cuales ha recibido entrenamiento militar.

Los policías dijeron haber enfrentado a los soldados israelíes por sentirse indignados al ver cómo éstos disparaban sus fusiles contra civiles que les tiraban piedras.

Una multitud palestina atacó a pedradas el asentamiento judío de Kfar Darom, en el sur de la franja de Gaza, donde murieron dos personas cuando soldados israelíes y policías palestinos que trataban, cada uno por su lado, de dispersar a la multitud se tirotearon.

En Nablus, policías palestinos ocuparon un pequeño enclave israelí, cerca de la tumba de San José, y le prendieron fuego a un seminario judío.

El ejército israelí envió tanques para ayudar a una de sus unidades que fue rodeada por los policías, los cuales se retiraron al llegar los refuerzos israelíes.

Según fuentes médicas palestinas, por lo menos unos 69 muertos --incluida una niña-- son palestinos, al igual que varios cientos de heridos; 55 heridos son israelíes. Entre los heridos se cuentan también 13 periodistas de distintos medios internacionales.

En el sector oriental de Jerusalén, la policía israelí dispersó violentamente una manifestación de protesta en la que sufrió un desmayo el destacado dirigente palestino Faisal Husseini, quien debió ser hospitalizado.

La oposición laborista israelí culpó al gobierno derechista de Netanyahu de la escalada en las hostilidades con los palestinos por frenar el proceso de paz en aras de la propuesta derechista.

``Que el gobierno de Israel no cuente con que nosotros repararemos los destrozos'', afirmó el ex primer ministro Shimon Peres.

Organizaciones pacifistas israelíes anunciaron manifestaciones contra el gobierno de Netanyahu, mientras representantes de la población árabe de Israel convocaron a una huelga general el viernes para protestar por la apertura del túnel.

En El Cairo, la Liga Arabe denunció el ``complot sionista'' del gobierno israelí y llamó a la Organización de Naciones Unidas a obligar a Tel Aviv a cesar sus agresiones.

El presidente estadunidense Bill Clinton instó a israelíes y palestinos a poner fin a la violencia, pero evitó referirse directamente a la cuestión del túnel.

Los gobiernos de Francia, Rusia y Gran Bretaña manifestaron el temor de que el proceso de paz no pueda salvarse y acusaron a Israel de haber provocado el descontento y la desconfianza en la población palestina por su política de línea dura, e instaron a ambas partes a volver a las negociaciones, suspendidas el jueves tras la apertura del túnel.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenó la violencia, pidió a las partes volver a las negociaciones y anunció que este viernes debatirá en sesión oficial la situación en los territorios palestinos.