La Jornada 28 de septiembre de 1996

LOS PINOS

Roberto Garduño E. En la ley, en la democracia y en la participación social, los mexicanos ``no debemos temer a las diferencias ideológicas y políticas porque son expresiones de nuestra pluralidad'', externó el Presidente Ernesto Zedillo.

El llamado a la participación activa de todos los sectores sociales y políticos del país, subrayó el Ejecutivo Federal, pretende ``aprovechar que la diversidad enriquezca nuestra unión, con el propósito común de construir una nación más justa; una nación auténticamente democrática; una nación regida por el Estado de derecho''.

Fue en el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de los Pinos, donde el mandatario tomó la protesta al Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana que, por sexta ocasión, encabezará Francisco Hernández Juárez. Allí, Ernesto Zedillo esbozó las cualidades que deben tener las organizaciones gremiales para conseguir mejores condiciones salariales, y en consecuencia incrementar la producción para generar un mayor número de empleos:

``México necesita un sindicalismo fuerte y unido, responsable y comprometido con un crecimiento que concilie inversiones rentables con la generación de más y mejores empleos; un sindicalismo responsable y comprometido con un crecimiento que sustente la multiplicación de opotunidades productivas en todo el país, y que respalde el avance gradual, pero firme hacia mejores ingresos, hacia mejores niveles de vida'', puntualizó.

El Presidente acotó, al externar que el gobierno seguirá respetando las leyes laborales y los derechos de los trabajadores: ``respetando cabalmente la vida interna de sus organizaciones gremiales, respetando enteramente sus decisiones''.

Ante cientos de trabajadores de Teléfonos de México; el dueño de la empresa, Carlos Slim; el secretario del Trabajo, Javier Bonilla, y el dirigente Francisco Hernández Juárez, el Ejecutivo Federal prestó atención al trabajo de los empleados de Telmex, ``que con su actitud abierta, flexible, han hecho una contribución fudamental a este importante proceso de cambio en materia de telecomunicaciones''.

Las frases de reconocimiento se extendieron. El mandatario aseguró que mantendrá una sólida alianza con los telefonistas porque se han distinguido por su actitud de vanguardia, porque junto a sus dirigentes miran hacia adelante; se preocupan por mantenerse al parejo de las innovaciones tecnológicas y defienden con base en la ley y la productividad sus legítimos intereses.

En ocasiones el Presidente Zedillo se dirigía a Francisco Hernández, quien impasible escuchaba las palabras de tributo que abajo, entre el sillerió, inquietaban a sus compañeros trabajadores, quienes esperaron hasta el final para soltar un prolongado aplauso y sonoras ovaciones.

``Ustedes constituyen un gremio joven y dinámico que está contribuyendo a forjar una nueva cultura laboral, apoyada en un diálogo responsable y constructivo con la empresa y las autoridades. El gobierno comparte plenamente el afán de mantener el diálogo franco y respetuoso, incluyente y plural''.

También recogió la propuesta que minutos antes le externara Hernández Juárez para establecer una ambiciosa agenda de análisis, diálogo y solución de los problemas nacionales.

``Estoy seguro de que por medio del diálogo entre los sectores productivos del Gobierno de la República avanzaremos en esas transformaciones económicas, sociales y políticas, para beneficio de los trabajadores y del desarrollo del país''.

En ese sentido, el Presidente Zedillo señaló que en los últimos meses se han registrado importantes avances en la recuperación económica. Uno de ellos es la recuperación del empleo, ya que en agosto de 1995 la tasa de desemplo alcanzó el nivel más alto con un 7.6 por ciento, y en el mismo mes de 1996 la tasa se redujo a 5.3.

En su turno, Francisco Hernández Juárez señaló que el mejor camino para fundamentar las relaciones entre el gobierno y el sindicalismo es a través de una mejor producción, y para alimentarla propuso dos vertientes:

--La reforma social de la política laboral; es decir, la reorganización de las actuales estrucuturas de relaciones y de interacciones productivas, para su democratización.

--Un proyecto nacional de telecomunicaciones que cumpla con la responsabilidad y el compromiso de ser el eje principal para la modernización y la expansión de su infraestrucutura