La Jornada 30 de septiembre de 1996

``Arrojen piedras'', pero seguiremos con la reforma laboral, responde Menem a la CGT

Afp, Ap y Efe, Buenos Aires, 29 de septiembre El presidente argentino, Carlos Menem, reiteró hoy que esta semana enviará al Congreso su controvertido proyecto de reforma a la legislación laboral y criticó a la Confederación General del Trabajo, al asegurar que no está en condiciones de pedir la renuncia de su gabinete, pese a la masiva adhesión lograda por el paro nacional del jueves y viernes contra la eliminación de conquistas laborales.

``Podrán seguir arrojando piedras, pero nosotros vamos a seguir avanzando'', advirtió el mandatario peronista al referirse a eventuales nuevas protestas contra el plan económico neoliberal y lo que los sindicalistas llaman ``precarización del trabajo''.

Menem confirmó, durante una rueda de prensa en su natal provincia de La Rioja, el envío al Congreso del proyecto de ``modernización'' de la legislación laboral, elaborado por su ministro de Trabajo, Armando Caro Figueroa, cuya renuncia exige la CGT, hasta hace pocos meses aliado del gobierno.

``La CGT no está en condiciones de pedir renuncias de funcionarios'', advirtió Menem, quien dijo además que no dialogará personalmente con los dirigentes sindicales, y si éstos lo solicitan, ``están mis colaboradores para hablar''.

El presidente prepara además una ofensiva contra la central sindical, con el proyecto de eliminar el monopolio de que gozan los gremios en la administración del sistema de asistencia social y médica que se financia con aportes obligatorios de afiliados y empleados.

Menem se propondría dar participación en el manejo de las obras sociales --principales fuentes de financiamiento sindical-- a las empresas de medicina privada.

Además, el jefe de Estado calificó de ``muy pobre'' el mensaje pronunciado por el secretario general de la CGT, Rodolfo Daer, durante una concentración de trabajadores frente a la casa de gobierno. ``Eso de seguir hablando de `patria sí, colonia no', es un esquema que no tiene sentido en este momento, cuando se ha globalizado el mundo a partir de lo político, económico y social'', sostuvo.

También el ministro de Economía, Roque Fernández, reiteró hoy en Washington que las reformas laborales ``no serán abandonadas'', al anunciar que la economía argentina ``sale de la recesión'' y la posible firma de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, en octubre, con las nuevas proyecciones económicas para este año y 1997.

La intransigencia del Ejecutivo provocó reacciones en la oposición: ``Si el presidente no se pone al frente de todo esto y juntos renegociamos con el Fondo Monetario Internacional este ajuste salvaje, la gente va a buscar otros caminos que nadie quiere'', alertó el vicepresidente de la opositora Unión Cívica Radical (socialdemócrata), Melchor Posse.

En tanto, el diario Clarín publicó hoy los resultados de una encuesta que muestra un mayoritario escepticismo en cuanto a que la reforma laboral vaya a reducir la alta tasa de desempleo, como asegura el gobierno.

El sondeo del Centro de Estudios de la Opinión Pública reveló que 63 por ciento de los consultados no cree que la ``flexibilización laboral'' consiga abatir la más alta tasa de desocupación en la historia argentina, que al momento de la última medición oficial, llegaba a 17.1 por ciento.

Solamente un 13 por ciento compartió el optimismo del gobierno, mientras que un 22.8 por ciento dijo no tener opinión formada sobre el tema.

La mayoría de los entrevistados dijo creer que la reforma perjudicará a los empleados y a los trabajadores, colocándolos en estado de indefensión frente al sector empresarial, que apoya con entusiasmo la ``flexibilidad laboral''.

El proyecto del gobierno permite a los empleadores aumentar la jornada diaria de trabajo (hasta 12 horas en vez del límite actual, de ocho horas), sustituye las indemnizaciones por despido por un fondo de desempleo que estaría financiado parcialmente por los asalariados y alienta negociaciones salariales empresa por empresa, en vez de convenios colectivos por rama de actividad.

La flexibilidad comprende, asimismo, el cambio en la composición de los salarios, estableciendo que una parte de ellos será modificable según la situación económica patronal.

En este marco de crisis social, el martes entrará en vigencia un severo ajuste en el precio de los combustibles líquidos, previsto en el paquete de medidas fiscales recién aprobado por el Congreso para paliar el déficit fiscal, que este año rondaría los cinco mil millones de pesos o dólares.