La Jornada 30 de septiembre de 1996

Colombia: 20 muertos en ataques paramilitares y de la guerrilla

Ansa, Dpa, Reuter, Ap y Efe, Santafé de Bogotá, 29 de septiembre Por lo menos 20 personas murieron hoy en Colombia en ataques de grupos armados no identificados y en combates entre la guerrilla y el ejército, que este domingo logró capturar a 16 insurgentes, en tanto unos 150 rebeldes iniciaron negociaciones con el gobierno para deponer las armas y entregarse.

Uno de los hechos más graves se registró en el municipio de Ceja, departamento de Antioquia, donde 13 personas fueron asesinadas por presuntos paramilitares o grupos de ``limpieza social''. Siete de los muertos fueron baleados por desconocidos en el interior de dos casas ubicadas en una zona de prostíbulos, otros dos fueron asesinados en la plaza central y cuatro campesinos fueron ejecutados en una zona rural de dicho municipio.

En otro ataque, la policía reportó la muerte de una niña de 13 años y de un obrero en el municipio de Uramita, al noroeste de Bogotá, a manos de presuntos miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), mientras que el ejército dio cuenta de la muerte de cuatro guerrilleros en combates registados en los departamentos de Norte de Santander y Arauca.

Mientras, policía y ejército capturaron a once miembros de un comando urbano que supuestamente pretendía emprender un ataque terrorista contra importantes edificios públicos en una populosa zona del sur de Bogotá. El general Teodoro Campos, responsable de la policía en la capital, dijo que a los detenidos, a quienes acusó de pertenecer a las Milicias Bolivarianas, células de las FARC, les fue incautada dinamita, armas y una gran cantidad de información sobre atentados contra la alcaldía, el cuartel policial y la fiscalía en la población de Bosa, anexo a la capital.

Al mismo tiempo, voceros del ejército anunciaron la captura de otros cinco guerrilleros en el sur de Bogotá, que pretendían crear un virtual cerco sobre la capital con ataques a las principales poblaciones que la rodean y la interrupción del tránsito en las carreteras que la comunican con los llanos orientales.

El ministro de Defensa, Juan Carlos Esguerra, informó que 140 guerrilleros de las FARC y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), adelantan negociaciones con los ministerios del Interior y de Defensa para concretar las condiciones de su rendición.

Esguerra también señaló que brigadas militares realizan una intensa búsqueda de los 67 efectivos capturados por la guerrilla el 30 de agosto pasado durante el ataque al cuartel Las Delicias, al sur de país, con rastreos en los departamentos de Putumayo, Caquetá, Amazonas y Guaviare.

Según versiones de prensa, es inminente la liberación de los militares, pues el ejército cercó a los guerrilleros que los plagiaron. El ministro Esguerra dijo que los guerrilleros han solicitado también la presencia del ex presidente estadunidense, Jimmy Carter, en la comisión encargada de recibir a los soldados, la cual estaría integrada por personalidades internacionales.

El gobierno colombiano logró también eliminar una página de las FARC de la red mundial de Internet desde la ciudad de México. De acuerdo con el diario El Tiempo, la página digital de la guerrilla contenía ``partes de guerra'' mediante los cuales daba cuenta de sus acciones militares en diversas regiones colombianas.

En otro orden, fuentes vinculadas a la investigación sobre el hallazgo de un alijo de 3.72 kilos de heroína en el avión presidencial consideraron hoy que el hecho podría ser una velada advertencia por parte de los narcotraficantes al presidente Ernesto Samper para que actúe en contra de la reapertura de la extradición.

Funcionarios de la fiscalía encargados de establecer cómo y quiénes colocaron la droga en la aeronave, indicaron que los testimonios apuntan hasta ahora hacia miembros de la fuerza aérea que presuntamente estarían vinculados con los cárteles del narcotráfico.

El vicefiscal Adolfo Salamanca explicó que con la colocación del alijo, los narcotraficantes estarían recordando a Samper su capacidad para ponerlo en entredicho en caso de que decida apoyar la extradición de delincuentes, como lo ha pedido Estados Unidos.