Acuerdan agricultores paraguayos iniciar invasiones de tierras
Afp, Asunción, 29 de septiembre Más de un millar de campesinos reunidos en un congreso se pronunciaron por iniciar invasiones de propiedades con más de 3 mil hectáreas de superficie, y advirtieron que resistirán eventuales desalojos incluso con las armas.
La decisión fue adoptada durante un foro de trabajadores rurales convocado por la Federación Nacional Campesina (FNC), y efectuado entre el miércoles y sábado pasados en la localidad de Eulogio Estigarribia, más conocida como Campo Nueve, unos 250 kilómetros al este de aquí.
Hasta el momento no se han registrado ocupaciones, pero apenas terminó el encuentro, unos 20 campesinos fueron detenidos por la policía en un enfrentamiento 150 kilómetros al norte de Campo Nueve, en el departamento de San Pedro, informaron las autoridades, y aseguraron que campesinos encapuchados y armados habían ocupado en actitud sospechosa un camino por donde debía pasar el gobernador de San Pedro, Erico Ibáñez.
En presencia de sacerdotes y monjas, los dirigentes de los labriegos dijeron estar resueltos a resistir eventuales desalojos y a enfrentar a policías y grupos de seguridad privada financiados por los terratenientes.
El encuentro tuvo lugar en las inmediaciones de tierras pertenecientes al general Roberto Knopfelmacher, militar en retiro que fuera estrecho colaborador del ex dictador Alfredo Stroessner (1954-1989).
Dos campesinos que habían invadido parte de las tierras de Knopfelmacher fueron asesinados en julio por francotiradores, quienes, según los labriegos, fueron contratados por el militar.
El suceso ocurrido en julio fue un caso de asesinato a ``sangre fría'', dijo Alberto Areco, líder de la FNC, quien subrayó el ``instinto asesino'' de los propietarios de las tierras ocupadas.
Entre las conclusiones a las que se arribó durante el foro destacaron el repudio al ``gobierno neoliberal'' del presidente Juan Carlos Wasmosy, el rechazo al Mercado Común del Sur (integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), y la solidaridad con los agricultores latinoamericanos en situaciones similares.
Areco precisó que en Paraguay, unos 300 mil agricultores carecen de tierras; se manifestó apenado por la ``falsa imagen'' que dijo, se transmite a los países desarrollados, sobre el carácter de los levantamientos campesinos de México, de Brasil y, en menor escala, de Paraguay, al tiempo que resaltó que esas rebeliones son ``legítimas'', y agregó que estas surgieron tras décadas de postergaciones del poder político hacia los reclamos de los trabajadores del campo.